Principio:
Una mujer emprendedora y valiente para su época.
Año 1962
Como todos los
días, Emilia cogía su capazo de comprar y bajaba desde el Arrabal a ver
a su madre Antonia a la calle Hilarza en frente del casino.
Un día al subir
a casa y pasar por la cantina del Pipero en las cuatro esquinas, Miguel
Berbegal le llamo y le dijo:
·
Emilia, todos los días cuando te veo pasar
pienso en ti, voy a dejar la cantina y tú eres la persona ideal para seguir con
ella, eres muy viva y trabajadora…te conozco muy bien.
Emilia no se lo podía
creer, se reía y a la vez le decía:
·
Tengo cuatro hijos, dos muy pequeños, de tres y un año.
Pero ella,
emprendedora y valiente se fue pensando por el camino ¡La idea le gustaba!
Eran seis
personas en casa, un sueldo y alguna perra que les quedaba en temporada de
matar los tocinos.
Estaba contenta
con la familia que habían formado, pero su inquietud era otra, la casa se le
caía encima.
A su marido Miguel
no le gustó la idea. El tenía su trabajo en Hernández y le dijo que no
dejaría su puesto de trabajo, a la una salía de trabajar y la comida tenía que
estar en la mesa.
Emilia siguió su
intuición y dijo “Si” a la propuesta.
Los comienzos
no fueron fáciles, cuatro hijos, sin agua corriente y mucha clientela. Emilia
le había dado un cambio total a la cantina.
Fue así cuando Miguel
el mayor de los hijos, fue para ellos el pilar mas importante de su vida, tenía
su trabajo y les ayudaba en el bar todas las horas libres que podía.
Pasados unos
años cambiaron de local, y hoy gracias a los tres esta el BAR MININO, de
Antonio León Layunta, hijo menor del matrimonio.
Emilita León
Layunta
Fotografía Carmen Taulés 2015
Publicado por
la Asociación de Mujeres Santa María Mayor, en su revista “Cosas Nuestras” Numero
3 Año 2022.
Y fin:
Bar León El
Minino
Ha llegado la
hora esto se acaba como en la vida, todo tiene un principio y un final y lo que
comenzaba en el año 1968 al mando de mis abuelos y cogiendo el relevo unos
jovenzanos recién casados llamados Antonio y Loli, está llegando a su fin. Han
pasado tantas cosas en estos años…mas de cuarenta años al lado de clientes que
se han convertido en amigos y familia.
El sábado 27
(65 cumpleaños de Antonio) y el día 28 de diciembre (no es una inocentada) ultimo
día, ponemos fin a tantos años dedicados a vosotros, tantos días que hemos
disfrutado de cada pincho, cada ración, cada caña servida y botella de sidra
(el gaitero) desescochada para todo el que se ha pasado por nuestro bar.
“En 1979 el
programa de fiestas, crónica de un pueblo, abogaba por La culminación de la
Casa de la Cultura. Y decía: Que los lugares de reunión no sean los bares. Ahora
estamos justo en el punto contrario, lo que pedimos, son bares”
Pregón de
Fiestas 2025
En el medio
rural el cierre de un bar, de una panadería, de una carnicería, de un pequeño
negocio se ha convertido en un hecho tan habitual como triste.
Aquel profético
programa de hace casi medio siglo se va cumpliendo, y nos vamos quedando sin
lugares de reunión. Acudir cada semana a la presentación de un libro a la casa
de la cultura desde luego que está muy bien, sabemos lo afortunados que somos y
que en la villa la cultura nunca duerme, pero, seamos francos, está el mundo
tan necesitado de leer como de beber y reír, ¡tenemos tanto que olvidar y de lo
que huir! Tanto que contarnos…
” En Calamocha
es más fácil ir al gimnasio que al bar” se oía en la plaza del Peirón el fin de
semana posterior a las fiestas pasadas. Y razón no le faltaba. A ver como
superamos tan colosal tragedia como se adivina en el cierre del Minino. Muchos
de nosotros ya no estamos para ir a clases de educación física más allá del
levantamiento de vidrio en barra fija que venimos haciendo a lo largo de toda nuestra
vida no sabemos hacer otra cosa y lo mismo que nos vemos incapaces de aventurarnos
en otro deporte por muy noble y sano que sea y larga vida que nos prometa nos
vemos incapaces de iniciarnos ahora en el tan carente de elegancia como de
glamour botellón por muy rabaleros que seamos
En fin, a ver
ande la echamos…. y a ver qué hace la charanga el próximo 14 de agosto del 2026,
confiemos en La Unión, algo discurrirá
Desde aquel día
que me llevo mi abuelo Casimiro a principios de los setenta al 24 de agosto del
presente año 2025
“En el día de
hoy triste, cansado y abatido el Corazón del Rabal ha visto alcanzar la edad de
jubilación al último de sus Bares. ¡Calamochinos! ¡El Minino, ha
cerrado!”
28 de diciembre
de 2025 Festividad de los Santos Inocentes





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