domingo, 21 de noviembre de 2021

Calamocha noviembre de 1918 Fiestas de San Roque

 

San Roque en Noviembre:

Noticiero, noviembre de 1918

Calamocha

En honor de San Roque

Pocos pueblos como este han merecido del Señor por la intercesión de su Patrono San Roque el extraordinario favor de verse libre del contagio de la gripe que tanta consternación y espanto ha sembrado en gran parte de las familias españolas. Agradecido el pueblo a don tan singular y especial, una comisión respetable compuesta de los buenos abogados don Mariano Ribera y José Maria Fuentes; don Pedro Arambuena, señores Benedicto, Valenzuela, Parrilla y señores curas D. Juan A Mollat, D Manuel Condón, y don José Sanz interpretando los vivos deseos de los vecinos recorrieron en petición todas las casas de la villa y sin negarse un vecino siquiera han colectado hasta el presente 544 pesetas con 70 centimos, que estan depositadas en casa del señor cura, y se emplearan para honrar a San Roque los dias 29 y 30 del corriente en los cultos siguientes:

 

Día 29: Por la mañana comunión muy numerosa a las ocho, a las nueve y media, misa solemne con expuesto, que tocara y cantara la orquesta de la Catedral de Teruel, compuesta de quince números y sermon que predicara el M I Sr Don Antonio Boj, Dean de Teruel.

Por la tarde procesión que recorrerá con la imagen de San Roque todas las calles de la población, entrando en las iglesias del Santo Cristo del Arrabal, y de las Religiosas Concepcionistas, sintiéndose por la orquesta una salve a la Virgen, en cada una de las dos iglesias.

Llegada la procesión a la parroquia se entonara un Te Deum en acción de gracias.

Dia 30: Por la mañana comunión numerosa como el día anterior y misa solemne a nueve y media.

Por la tarde procesión solemne para dejar a la imagen de San Roque en su iglesia y sermon final en la misma.

Corresponsal

 


Pero el hombre propone y Dios dispone, ¿o es al revés?

 

Según puede leerse en las actas del ayuntamiento de aquel año, cronológicamente:

 

Suspender la fiesta de San Roque anunciada por el cura para los días 29 y 30 del actual (Noviembre) hasta tanto la comisión de festejos no se ponga de acuerdo con este ayuntamiento ya que en nada han contado con el mismo en atención a la circular del 14 de octubre último.

En fin, las actas resultan una lectura entrañable, en una caligrafía en este caso envidiable del trascurrir de aquel año de 1918 en Calamocha

 

 

viernes, 5 de noviembre de 2021

Amigo

 

Cuarenta años atrás en medio de la calorina de una tarde de agosto en pasando sanroques me jope con mi tío Blas cara el Poyo. Andaba aún por esporriñar camino del instituto leyendo a Gabriel Jackson (La república española y la guerra civil 1931-1939) por saber un poco las trochas. Similares lecturas a derecha e izquierda me acompañarían hasta que dije basta y las dejé descansar en paz en la falsa lejos de la gloria. 

Le había enviado desde Francia por navidad una misiva con cuatro letras a su amigo Lázaro para que le aguardara dándole recado de que en verano pasaría a dar vuelta. Mi tío se comía el camino con esos pasos que solo quien roza los dos metros puede dar, disfrutaba de cada piedra que pisaba, de cada mota de polvo que levantaba y respiraba, se capuzaba, se amorraba en los caños solo por sentir el agua y cascaba con todo quisqui sin parar de reír. Lo escudriñaba todo y en cuanto guipaba entre panizo y patatera algún compañero en quintas iniciaba la conversación. 

Se nos irían dos horas cara el sol del Poyo. “¿Eres francés?” Le preguntaban, “de papeles” contestaba, “nací en Torrijo, hermano de Rosa la del Casimiro, me jopé al acabar el jaleo”. Yo asistía asombrado a una conversación tras otra, todas parejas, luego venia el ardor guerrero, yo estuve en tal sitio, yo en tal otro, y lo inevitable, habían luchado juntos, uno frente al otro por salvarse. Se hablaban con tal cariño y respeto que a uno en su total ignorancia le costaba entender. “¿Y ande vais con este bochorno?”. “A ver al camarada Lázaro, fui su carcelero”. Dijo mi tío retomando el camino al tiempo que se me paro el corazón, ¿pero a qué íbamos? “Tuvimos suerte, quien más perdió es quien murió”. Todos se declaraban perdedores y yo un gabache que hizo el resto del camino acoquinao. 

Por fin encaramos el Poyo costera abajo cuando nos topamos con un rolde de quintos y vuelta al trajín, otro capazo, a ponerse al día, alegrase de vivir y recordar a los que faltaban. Finalmente, uno de ellos nos guio hasta casa de Lázaro. “Lleva unos días con mala jerga a ver si echa el mal pelo fuera” nos advirtió. Mi tío, abrió la puerta, empezó a dar bullas y al verlos abrazarse y llorar se me fueron los males. “Te estaba esperando maño, me se hacía largo”




Blas quiso conquistar Aragón montado a caballo en la Columna Durruti, pero volvió derrotado a Barcelona y cuando los comunistas mandaron a mi ver se negó a ir al frente y quedo en la retaguardia a cargo de prisioneros. Era alto, fuerte, sonriente, camandulero, tenía don de gentes, guapismo, quiso aprender a tocar el violín, ser modelo y además era de Torrijo. “Cada vez que llegaban presos me mandaban a recibirlos, a estajarlos y preguntaba “¿alguien de Monreal de Calamocha? Muchos callarían por miedo, pero Lázaro y otros que ya no recuerdo no. Te desvivías por darles avío en una trápala tras otra, sacando chuscos y latas, mañana pedirán voluntarios, no salgas, es para picar, o sal comeremos bien”

“Nos mandaron monte abajo para asegurar el paso, de bancal en bancal, no se veía un alma, pero a escape echaron a sentirse tiros sin saber de ande venían y llover metralla. Nos tiramos como gabaches al suelo con el culo preto y los nuestros empezaron a cascarle, no te podías cantear o te mataban los de abajo o los de arriba. No pegamos ni un tiro. Al cabo la santísma se hizo el silencio. Sacamos una camisa blanca y nos rendimos sin saber a quién. Hubo suerte, dimos con buena gente, nos pudieron dar matarile, pero no lo hicieron y así fue preso. De haber sabido que iba a ser tan fácil y que me iba a topar con tu el primer día que me mandaron repartir estopa me hubiera rendido de punta cabeza”.

                                                  Articulo publicado en El Comarcal del Jiloca 29 de octubre de 2021