14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Cruz.
Dicho en calamochino rabalero: “El Santo Cristo”.
Acabado San Roque, llegado septiembre: EL carretillo de la carpintería, el pedir leña casa por casa, el robar sarmientos por las eras, el muñeco coronando la hoguera, las campañas al mediodía del sábado, el cohete anunciador de la fiesta, la salve a las nueve, la hoguera inmediatamente después encendida por “Procopio”, la cena, el baile, las patatas asadas, las sardinas, el tonel de vino, el frío, oír misa desde el coro, el vino español, el guiñote, las jotas,los juegos, la barra, la soga, los cestos, … y el lunes por la mañana todos a la escuela y por la tarde a sacar patatas, y las abuelas a la Novena.
En la foto, la Tía Pilar, quien durante tantos y tantos años, viviera a la diestra del Santo Cristo, recogiendo tras la misa.
"Maña, grita más que no te siento, niña, estoy mas sorda que el Santo Cristo, ... si, pues que queremos si ya casi tengo sus años".
Las fotos son de principios de los años 90, concretamente de la ultima vez que fui alli a misa un domingo cualquiera.
Recuerdo que los domingos, las campanas del Santo Cristo, marcaban la hora de levantarse, apurando hasta el tercer toque...