Mercado de Saldos.
Era el sábado de la Fiesta del Santo Cristo, y en la Calle Real, habían puesto los Comerciantes de Calamocha un mercadillo.
Allá que fuimos, a comprar, prácticamente lo único que sabemos hacer para divertirnos, triste.…. Por cierto no recordaba cual era la Calle Real, …
Habría que ir pensando en colocar un cartel, mejor si son dos, al principio y al final de la misma, que diga:”Antigua Calle Real”, con el fin de que no sé olvide tan bonito nombre.
En un Mercado de Saldos, a tenor de los comentarios oídos, se compra por venganza, no es lo mismo que en el mercado habitual, este es mucho más divertido y piensas ingenuamente que quien te lo ha vendido ha perdido dinero, por deshacerse de un estorbo … Eres Feliz. Y algo tonto también, por que nadie da duros a cuatro pesetas, pero que más da.
Entre otras cosas compre un reloj de cuerda y campanas, como los que tenían nuestras abuelas, con un tic tac que hace pensar que dentro lleva tecnología punta de la Segunda Guerra Mundial, de origen japonés y pirateada hace unos días por los chinos, relucía tanto, era tan bonito … y hablo en pasado, por que en dos días perdio el color y ahora parece de los años 50. Genial.
Y dejo para el final, lo mejor:
La longaniza, algo extraordinario, que buena estaba, vamos, que se quite el jamón, habrá que ir pensado en unificar criterios y buscarle una denominación de origen, .. ósea, Saber Venderla, además, para comerla no hacen falta dientes, y eso siempre es una ventaja.