lunes, 10 de octubre de 2022

Crónica de la Villa de Calamocha: Fiestas de Santa Orosia Octubre de 1967

 Santa Orosia

Hemeroteca El Noticiero Octubre de 1967

En un autentico deseo por destacar nuestras ricas tradiciones, los vecinos del “Peyron Bajo” que incluye a toda la periferia desde la plaza de don Bartolomé Esteban, enfilando la avenida de Zaragoza, nos han deparado un día de regocijo, con la típica fiesta de barrio.

Pero, aunque así la llamemos, no queremos discriminar nuestra acogedora y pequeña villa en sectores o barriadas, porque todos nos sentimos unidos e íntimamente ligados en lo grande y en lo pequeño.

Lo cierto es que la víspera ya atronaron nuestro cielo los cohetes y el voltear de campanas. Otra campana de tañido extraño llamaba la atención como si se desgañitara, anunciando que la ermita de Santa Orosia se celebraban cultos.


Fotografía: CENTRO DE ESTUDIOS DEL JILOCA

El pasado domingo una orquesta recorría las calles del pueblo pregonando en alegre diana que a las once y media iba a celebrarse la santa misa en la ermita. Ni que decir tiene que al toque de atención nos reunimos en el recinto y sus exteriores un numero de creyentes capaces de llenar el templo parroquial.

Dispuesto todo para el Sacrificio, el oratorio esperaba pacientemente el momento solemne. Pronto acudieron nuestras autoridades. Allí nuestra mártir estaba acostumbrada a esperar.

Oficio el párroco que, con su elocuencia en la homilía, nos iba llevando de la mano en parangón con Santa Orosia, e invitando a seguir su vida, actualizando aquella generosidad, cada uno en el lugar que ocupa en la sociedad y en la familia.

Para todos los residentes en nuestro pueblo, ha sido una novedad, pues muchos no conocíamos el estado de conservación del edificio, y otros ni aun siquiera la existencia del oratorio, al ser de propiedad particular, y pertenecer a los señores Hermanos Fuertes Martin datando su construcción del año 1803, quedando demostrado, que ha habido culto con anterioridad y que ha sido muy visitado. No en vano, la “Venta de Santa Orosia” situada a la entrada de Calamocha invitaba y predisponía a los caminantes a hacer no solo un alto para orar, sino en muchas ocasiones servía de majada por sus amplias cuadras y cubiertos siendo destacable el hecho de cambiar aquí precisamente las cabalgaduras a las diligencias que hacían servicio entre Zaragoza, Calamocha, Cariñena y Teruel.

Todo el barrio esta engalanado. Todos sus vecinos han puesto el granito de arena para presentar una fiesta digna de sus gentes; por eso hemos acudido con el deseo vehemente de participar en una fiesta local.

Un esplendido vino español para los grandes con dulces y abundantes pastas para señoras y niños, ha sido el segundo acto de la jornada. Por la tarde al aire libre, ponche bueno para todos los visitantes y danza para quienes gusten de ella, fueron el toque final de la fiesta. 

Corresponsal

Muy probablemente dicho corresponsal por el medio y la escritura no sea otro que don Amable Moragriega, cronista de su tiempo para suerte de todos nosotros. Al año que viene 220 aniversario, que se dice pronto

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