Vivir
para contarlo
Muy buenas
noches a todos.
Por fin ha
llegado el instante, el momento de volver a vernos, bienvenidos y feliz noche.
Esta noche por
encima de todas las cosas, quisiéramos poder parar el tiempo y hacerlo aquí y
ahora. En el Hotel Calamocha. Plenos de felicidad y amistad.
Hemos querido
escribir una carta de amor, ahora que ya nadie escribe otra cosa que no sean
wasap y vinimos a escribir todo cuanto vamos a leer, un canto a la vida y al
recuerdo de los nacidos en Calamocha en el año de 1968
A lo vivido y a lo que
nos quede por vivir, al recuerdo y al futuro, a quienes aquí nacimos, a quienes
tan solo estuvieron de paso y a quienes vinieron después.
Si maravilloso ha sido lo
vivido cuando miramos atrás, aun podemos hacer algo más y que entre todos el futuro
sea muchísimo mejor.
Aquí y ahora da comienzo
el resto de nuestra vida. A unos pasos de donde comenzó, nuestras casas, las
escuelas, el instituto, la EFA, Calamocha.
Hoy no debe ser un día
cualquiera, una noche de marcha más, un día de tantos de los ya vividos, una
noche de la que no recordar nada al día siguiente.
Todo lo contrario, hoy
debe ser el primer instante del resto de nuestra vida juntos, unidos por la
celebración de estos primeros cincuenta años.
En cincuenta años han
ocurrido muchísimas cosas, aunque nos siga pareciendo que ayer mismo éramos
unos niños y nos quede tanto por vivir
Los años, la distancia,
las prisas, el fin de nuestros días con centro en la escuela, el instituto y
los garitos de los ochenta, hoy catedrales de digno recuerdo, los sanroques
perdidos, la familia, los hijos, la vida que pasa, las prisas, el no llegar a
todo, nos fue separando.
Pero el
esfuerzo enorme de reunirnos hoy debe hacernos cambiar la dinámica, volver a
ser unos niños, volver a comernos el mundo o cuando menos Calamocha
Y hacerlo de
ahora en adelante todos juntos, reunirnos al menos una vez al año, un café, una
cena, una comida, unos pocos quintos, aquellos que puedan.
En suma:
Que hoy, al
cumplir los cincuenta años, aquello que la nostalgia, el entusiasmo, el amor y
un grupo de wasap ha unido, no lo separe el tiempo.
Nacimos en el 68 del
siglo pasado
Mira tú si hace años
Pronto se saca la cuenta
Cincuenta
Recién llegada el agua
corriente a las casas
y encementadas las calles
nacimos aquí mismo,
en Calamocha,
no cabe mayor suerte
Otros llegaron de paso
Y siendo todavía unos
niños se marcharon
BIENVENIDOS
Otros llegaron más tarde para
quedarse
BIENVENIDOS
Suerte para todos
encontrarnos hoy aquí.
Una comadrona,
Doña Celia
iba de casa en
casa
y nos traía al
mundo
no había
pediatras ni revisiones
ni casi
enfermedades
que no pudiese
curar la madre la abuela o una tía
Nos pesaban en la
tienda de ultramarinos
El medico tenía
un vespino rojo
Solo de oírlo
querías morirte
Don Angel pedía
una cuchara a tu madre
Te miraba la
garganta, el pulso y la fiebre
Y te ponías
bueno a escape
Este chico
necesita una receta de calcio
No tiene nada, está
sano
jarabe,
supositorios y pinchazos
hay que llamar
a Don Paco
Y Mañana a
escuela
El primer día de clase
con Doña Pili
Escuelas viejas, baby
azul, leche Ram, carbón y merienda
El segundo y el tercero,
Don Juan y Doña Ascensión
Otros muchos maestros,
los años que pasaron
Mayores que nos hicimos
Unas veces juntos, otras
separados
Éramos muchos, dos clases
y afortunadamente
Seguimos siendo muchos
Hacia un frio terrible
pero nunca nos importó
Ni en casa ni en la
calle.
Estufa de leña, luz y gloria
Crecimos
Tres navíos en la mar, la
gayola
La bombilla, los tres
fallos
Un parchis, una baraja,
churro va
Pitones, chapas y cromos
Una soga, la comba y un
balón
Entre el Rabal y el
Peirón
La fuente del bosque, la
huerta grande,
Los hortales, el rio, las
eras y los pajares
La calle para correr
Que guapas las chicas
De todas nos enamoramos
Los chicos buenos
soñábamos con ellas
Yo aun lo sigo haciendo,
sigo enamorado
Hoy por fin os hemos
vuelto a ver
Difícil olvidaros
Pero ellas se fijaban en
los malotes
Hasta Miguel Rios sufría
mal de amores
Que le
vamos hacer
Si cuando éramos
jóvenes
Nos gustaban
los malotes
El tiempo nos curó
de casi todo
Pero sé que los chicos malos
Tienen un corazón inmenso
Lleno de canciones de amor
Y esta noche quiero que canten
Por qué yo
quisiera saber
Y poder
perdonarles
Quien por San
Juan nos ponía cardos
En lugar de
flores
Y que ellos me perdonen
El habernos quedado con los otros
Los trozos de pan
Estudiar, deberes y jugar
Via crucis, retiro y
flores en mayo
Formar al entrar en clase
Bendito orden y silencio
Como se “echa de menos”
Mosén Salustiano y
Feliciano repartiendo
Catecismo y comulgar
Aplauso los sábados,
Bonney N y Parchis
Heidi, Marco, Yaqui y
Nuca, los payasos
Confesión y misa los
domingos,
Futbolines en casa Teo,
Ideal cinema, clasificado
S
Kiosco en el Peirón
Los escaparates de Agudo
y Elias
Los años del destape
La Lib, la Interviú, y la
Muy Interesante
Barbara Rey, Victoria
Vera
Leif Garret, Iván, y
otros guapos
¡Qué rápido paso el
tiempo!
De la mano de la Tía
Concha Catalan y su hija
Recorrimos el camino de
las chuches al champan
Las escuelas
nuevas a estrenar
La derrota en
el concurso de Area 5
El viaje a Benicasim
a ver el mar
Para muchos la
primera vez
Los Pecos y sus
acordes
Que cantamos en
aquel bar
Esta noche
deberíamos volver a cantar
La tele en
color, el teléfono en casa
Dos canales
para ver
La camiseta de
naranjito
Veinte duros en
el bolsillo
El viaje a
Mallorca de fin de curso
Nuestros
últimos momentos juntos
La fotografía de sexto
curso
Los maestros que nos
despidieron
Todos con el Don y Doña
delante
Pedro, Vicente,
Ascensión, Tomas,
Manolo, Conchita, Jesus
Y los catorce recién cumplidos
Un primer adios
Catorce
años. Nos comíamos el mundo
De
Monreal a Daroca
Un
montón de nuevos amigos, amigos para siempre
Los
años del instituto
Sus
clases, sus fiestas, los ochenta
La
movida, la marcha, la música disco
Perros
callejeros, Pajares y Esteso
Catorce,
dieciséis, dieciocho
Radio
Calatayud
Las
películas de video piratas
En
el Chato y el Pub Calamocha
Allí
vimos ET y Superman
El
spectrun, la calefacción,
El
video, el radiocasete, la tele por cable
El
comecocos, los marcianos
La
Derbi C4, el vespino, y por fin el Sinca 1000
Ginebra
y Coca Cola, ponche y batido y una caja de cervezas
Las
fiestas de los pueblos, noches de verano
Las
noches del despertar a la vida
Las verbenas en
el polideportivo
Las fiestas en
la plaza de la iglesia
Gabinete, Los
Rebeldes, la Frontera
Tennesse,
Puturru, y su menage a trois
Eternos
Inhumanos, una y otra vez
La Pantoja,
Manolo Escobar
Y Luis Alfredo
el de Cristal
Héroes del
Silencio y tantos otros
Ole, ole, la
minifalda de Marta
De blanco inmaculado
Las barbas de
Juan Pardo
El chachachá
del tren
Y el ultimo
pasodoble de la Banda de Encinacorba
Nos faltó
Alaska, ¡oh todopoderoso Alcalde!
Hágase tanto su
voluntad como realidad nuestros sueños
Aléjenos de los
tributos ¿A quién le importan?
Queremos ver
Alaska en la Plaza de España
Aquello paso, aunque
cueste creer
Hay que recordarlo
El Príncipe saludando en
el Peirón
Y todo sucedió, como un
verano, en un suspiro
Estudiar fuera
Trabajar donde te dejen
La mili donde te toque
Adiós Calamocha adiós
Adiós a la foto de sexto
Unos se quedaron,
Otros se fueron para no
volver
Yo entre ellos
Otros llegaron
Navidad, Semana Santa,
veranos
Volvíamos a vernos
Empezábamos a ser unos
extraños
Del saludo por compromiso
a casi al olvido
Han pasado los años
Las prisas, siempre las
prisas
Las Vegas. La
Kisby y su DJ,
La Albonica y su
Gnomo sonando a las diez
A las diez en
casa
De marcha los
domingos
Frio del sábado
noche, encerrados frente a la tele
Sábado cine y a
dormir
Los bolos en el
Noha
La Scanner y el
Zona 5
El cielo en la
tierra: El Misa de doce
Bajo el Rincón
de Mari Carmen
Música y
lugares donde nos enamoramos
Lugares donde
dijimos: Te quiero
Quiero ser una Rock And
Roll Star: El Nebraska
Las escaleras del Pub
Calamocha
Y tantos otros
El Brindis y el
Cinemascopas
El Principio y el fin
Todos echaron la persiana
Quedamos perdidos
Los noventa, el cambio de
siglo
Los años, la distancia
Hoy que nos
hemos dado
Todos los besos
del mundo
Hagamos el
esfuerzo de continuar juntos el camino
Al final solo
quedara uno
Quien viva para
contarlo que lo cuente
Llegados los
cincuenta años nos juntamos
Y ya nadie nos
separo
Muchísimas
felicidades a todos,
gracias por
estar aquí hoy
hoy es la gran
noche.
CALAMOCHA
16 DE JUNIO DE 2018
50
Aniversario de los nacidos en 1968
Escrito y recitado por Reme Agustín y Jesús Lechón
No hay comentarios:
Publicar un comentario