jueves, 24 de febrero de 2022

Balbina

Hubo un tiempo, en apariencia mecido por una vida tranquila a lo largo del cual el verano discurría apacible en un claro sinónimo de reencuentro y recuerdo frente a un futuro que los mayores depositaban en nuestras manos con la resignación de que lo principal seria la suerte. Días por parte de los mayores que en su juventud se joparon de volver a coger la maleta y el tren y regresar a la tierra que les vio nacer. A una u otra casa de la familia que eligió y no tuvo más remedio que quedarse. 

No calía hacer planes como mucho subir un rato a Torrijo, Blancas, Camañas, tan solo querían ver a la familia y charrar a lo largo del efímero verano. Interminables conversaciones que nunca se repetían, ¡habían vivido tanto! La casa conforme avanzaba el veraneo iba viendo sus habitaciones ocupadas con los agosteros parientes cosechadores de recuerdos llegados de Valencia, Barcelona o Francia. Los días de San Roque sentir valenciano, catalán y francés te transportaba a un mundo tan maravilloso como inolvidable. 



Hoy vengo a recordar a “la Balbina” Ella sobresalía con luz propia, brillaba su voz, su atenta conversación, su risa. Su sola presencia lo iluminaba todo y la casa se impregnaba de su cocina en torno al huerto, el corral, las gallinas y conejos pasando por el granero y la conserva, el pernil y el cañao con tomate. Vino de la cooperativa con La Pitusa, cerveza y café. Aquellos días que tanto echo de menos eran agua de la fuente del bosque, días en los que no pasaba nada, remanso de paz familiar, eternos, todos igual, todos diferentes. Por las mañanas el paseo obligado cara la compra en un rabal desconocido, capazos de una u otra índole se sucedían. Sobremesas en torno al Café Aragón de aquella vieja cafetera francesa, la calorina y la siesta, el paseo a la fuente, la cena, la fresca y el catre. Durante años la Balbina y el Victor llegaron a tener su propia casa, un piso en la carretera junto al Molina frente a lo de Gimeno, un tercero a cuyo balcón miro abrazado por la nostalgia de haber vivido días mejores. A última hora ya vendido venían a casa. Fue el día de San Roque de 1995, fecha de la foto, la última vez que comimos juntos. El día que me fui a la mili, el día que la Felisa nos sorprendió a todos después de tantos años e infinitas conversaciones con que había mantenido correspondencia y conocido a Manolete en Córdoba; A quien visitaba cada vez que toreaba en Valencia en el hotel, con la puerta abierta como mujer casada que era, pero eso ya es otra historia.

Hoy vengo a recordar a Balbina de Plumed y Sanchez quien vino a morir en Barcelona a causa de la edad la pasada navidad en torno al mismo día en que había nacido 96 años atrás en su querido Pozuel. Lugar en el que se casó con mi tío abuelo el torrijano Víctor de Meléndez y Gracia a mediados de los años cuarenta. Aquel fue su primer destino como secretario de ayuntamiento terminado el calvario de los estudios y la guerra. Luego la vida sería un discurrir de amor de un lugar a otro en busca de lo mejor para la familia, ¡tantas casas! vidas, amistades de ida y vuelta. Lechago, un Navarrete tenebroso, Albentosa y su partida de guiñote, alcalde, maestro, y un cura calamochino como dios parece que siempre mando, tierra de maquis. Los hijos llegaban Maribel, Rosa, Viçen y la arribada con un botijo roto al cruzar el Ebro a la altura de Tortosa, a la tierra prometida, al país de Josep Pla, donde nacería la pequeña Mar. Ya en Cataluña un pueblo tras otro hasta Barcelona. 

Bajo los acordes de una jota en directo, piano y violín la familia le dijo adiós. Sonreiría, bailaría y al tiempo que se despedía de todos se subiría al cielo a ver si al Víctor le faltaba algo. Gracias, tía, más pronto que tarde volveremos a estar juntos y por fin tendremos la eternidad que la vida nos negó para contarnos tanto como quedo pendiente.

Publicado en El Comarcal del Jiloca Febrero 2022

miércoles, 16 de febrero de 2022

Un hecho de milagrosa apariencia en la Santa Capilla de Nuestra Señora del Pilar

Curación instantánea de un enfermo crónico de reuma y casi paralitico

Ante el asombro de los devotos se levanto alabando a la virgen

Ayer tarde circulo por la ciudad la noticia de que en el Pilar había ocurrido un hecho prodigioso, una de esas curaciones típicas. En efecto algo extraordinario sucedió en la Santa Capilla de lo que informaremos a nuestros lectores con todas las reservas propias de estos casos, ya que ni la Iglesia ni la Ciencia médica, han hablado todavía. Nos valemos pues de informes vulgares, a través de testigos simples, cuyo testimonio hace pensar en que efectivamente se trata de un milagro, pero sin que este pueda afirmarse rotundamente todavía.

¿Quién es el sujeto del hecho? 

Se trata de don Clemente Catalan Catalan de 59 años de edad vecino de Calamocha. Es un hombre enjuto, bien conservado se adivina en el un temperamento nervioso, una inteligencia muy clara, un gran sentido de ponderación.



Padece desde hace 14 años de reuma y ciática. Hace unos cuatro años se agudizaron sus padecimientos, hasta el punto de no poder andar algunas temporadas, y hacerlo siempre con dificultades. 

Toda su vida había figurado como republicano, pero siempre ha sido un ferviente católico.

Cuando sobrevino el actual movimiento patriotico fue llamado por el Capitan de la Guardia Civil de Calamocha y acepto el cargo de alcalde de dicho pueblo, soportando el enorme trabajo consiguiente y la grave responsabilidad de estos momentos.

Esto agravo su enfermedad hasta el punto de que el trece del corriente solicito confesión, administrándole los sacramentos el capellan de las Madres Concepcionistas de Calamocha, don José Sanz con quien tuvimos el placer de conversar ayer y nos confirmo estos detalles.

Desde hace veinte dias no podía andar por sus propias fueras y esto motivo a don Clemente Catalan, a solicitar del gobernador que lo revelase de su cargo de alcalde. Asi se le concedió, pero instándole para que continuara en el Ayuntamiento como teniente de alcalde.

En el día de ayer vino a Zaragoza en tren y desde la estación fue llevado en coche a casa de sus sobrinos, en el Paseo de la Independencia 26.

¿Cómo sucedió el hecho?

Siempre en automóvil fue al Pilar a las cuatro y media de la tarde. Su sobrino don José Lázaro Catalán, medico de Argente y otro familiar lo entraron en el templo. El señor Catalan se apoyaba además en dos cayadas.

Trabajosamente se arrodillo en la Santa Capilla. Cuando llevaba unos momentos orando se levanto de improviso por si solo gritando: 

¡Virgen Santísima! ¿qué es esto?, ¡estoy curado!

Su sobrino temiendo que le ocurriera algo anormal fue en su ayuda y quedo asombrado al ver que su tio había arrojado los bastones y saltaba sin cesar de prorrumpir en exclamaciones.

La gente se dio cuenta de lo que ocurría y numerosos devotos se aproximaron a ver al enfermo curado de manera tan extraordinaria. 

Inmediatamente don Clemente Catalan presto declaración, asi como varios testigos presenciales, ante el capellan de la Santísima Virgen, don Cesareo Garcia. 

En aquel momento llego nuestro redactor y le confirmaron todo lo relatado los testigos don Pascual del Pico Benito, celador de los Caballeros del Pilar, don Fermin Marin Lobera, doña Margarita Marin de Perez, doña Magdalena Egido, y doña Francisca Gomez, asi como el sacerdote don Fabian Alcaine que habían coincidió en el tren con el señor Catalan y había apreciado la intensidad de su dolencia.





Después de prestar declaración salio don Clemente del Pilar por su pie y tuvo que tomar un coche para librarse de los curiosos. Dejo el vehículo en casa de unos parientes de la calle de Pignatelli y desde allí hasta el domicilio de sus sobrinos en el paseo, marcho andando sin ninguna dificultad, libre de los intensos dolores que momentos antes le atenazaban.

Esta es la versión autentica del suceso, que hemos podido recoger en toda la pureza de los primeros momentos. Su interpretación como posible milagro, muestra del favor de Nuestra Santa Patrona, queda para quienes poseen la suprema autoridad, en estas materias delicadísimas. 


El Noticiero. Octubre de 1936



viernes, 28 de enero de 2022

El sueño de los justos

“La noche mitiga el calor del cuerpo pero no el de los corazones, el del deseo, el de la vida joven empujando para abrirse paso, para imperar, para brotar como un torrente desbocado”

Cuatro años atrás por estas fechas entre nieve, hielo y frio Jon Lauko llego en tren desde Barcelona a tierras de Daroca y Calamocha para presentar su novela, cierre de la trilogía de la transición, Cancán. Por todo equipaje traía una maleta llena de ropa y libros. Intrigado y antes de que pudiera preguntar me advirtió: “No quieras saber los pocos libros que se venden. Menos mal que en mi caso los cuartos se los juega el editor”

El maestro era una excepción. La mayoría de quienes hoy escriben en torno al país del Jiloca lo hacen no solo con un esfuerzo enorme si no también perdiendo dinero. Lógico es que tarde o temprano se pregunten si merece la pena o no continuar para alcanzar el reconocimiento en el mejor de los casos a la vuelta de cien años cuando las generaciones venideras se pregunten como nos fue, como pudimos si quiera sobrevivir y los cronistas futuros se fijen en ellos hagan justicia y den en comentar que hubo a nuestro alrededor y en concreto en Ojos Negros un escritor que supo reflejar su tiempo vivido y escuchado. Seamos claros, si no hacemos el esfuerzo de leer y comprar, sobre todo esto último, lo lógico es que no se publique y quede lo escrito durmiendo el sueño de los justos en cualquier estantería o disco duro. Todo un lujo que no nos podemos permitir. 

Y ahí anda David Izquierdo Marín y tantos otros pensando si buscar criada o ponerse a servir, si escribir y publicar o tan solo lo primero. Sencillamente toda una pena.

En las bibliotecas de su pueblo y también en la de Calamocha esta su trilogía, quien la haya leído bien sabrá de lo que hablo, merece la pena y mucho, su esfuerzo como el de tantos otros bien vale que a su vez nos rasquemos el bolsillo. Por navidad me mando su último libro, he de ser sincero, me lo regalo y a cambio le prometí Barrendero, enterrador, ferroviario del gran Paco Rubio



Bajo el cielo de Ojos Negros su última novela nos aporta un montón de sensaciones, vuelve David, un hombre tranquilo, lector apasionado, escritor desbordante, por donde ya paso, pero más firme si cabe con un prólogo maravilloso a propósito del gran Garcia Pavón, que Jon Lauko nos descubriera. Quizás algún día se hable del “ojosnegros” de David Izquierdo como de un tiempo pasado que supo tan certeramente evocar en torno a un montón de pequeñas historias, las cuales ahora en sus ultimas páginas ando gozando día tras día. A modo de un Reino de Celama, real o inventado, que más nos da pues el autor tiene la capacidad de ver y sentir más allá de donde la vista nos alcanza al común de los mortales. Relato a veces de una España en blanco y negro que no se cansa de recibir palos un día si otro también, olvidando que en sus pequeñas vidas también hubo felicidad. Vidas e historias con sabor a recuerdo, a otra época, a pueblo sencillo, llano sin ser esto un adjetivo despectivo, seco y frio, en la lucha por un olvido constante de su propio pasado en su inevitable tirar para adelante.

En medio de todo aparece servidor, vanidad, convertido en uno de los personajes del libro, garantía de inmortalidad, imaginado en voraz lector. Tan es así que ahora ando comprando los libros mencionados por el autor para saber más de mi personaje. Somos lo que leemos, leamos lo que fuimos.

Ojos Negros convertido en el “lugar donde la vida se detiene a tomar un respiro”, recordado, soñando, deseado.

El Comarcal del Jiloca Enero de 2022

martes, 25 de enero de 2022

Observatorio de Calamocha un 25 de enero en torno a 1720 Crónica del frio helador

 Cuando Don Santiago Serraller, quien tristemente ya nos dejó años atrás, merecido premio del Instituto Nacional de Meteorología en el año 2002, "galardón a su dedicación, esfuerzo y trabajo bien hecho en beneficio del interés general de los ciudadanos", pensó allá por el año de 1992 junto a otros calamochinos apasionados de la meteorología trasladar el Observatorio de Calamocha desde las instalaciones deportivas del campo de futbol de la villa, al entorno de la ermita de San Roque, quien sabe, si lo que hacía no era si no, dentro de una Calamocha, mágica, mítica, de leyenda, llevarlo a su primera ubicación allá por el año del señor 1720.

No hay datos numéricos, pero si su heladora crónica escrita, con numerosas referencias al frio del cual disfrutaban de verdad en toda su magnitud entre sus muros  cada invierno los franciscanos del convento de San Roque.


Fotografía AEMET 2015


"Esta noche se va helar el Santo Cristo, San Roque y hasta el copón bendito". Cuantas veces habré oído dicha expresión de mi padre y abuelos tras mirar al cielo estrellado las noches de invierno y cerrar la puerta de casa, quizás tenga su origen trescientos años atrás: 


EPITOME DE LA VIRTUOSA Y EVANGELICA VIDA DEL R. VENERABLE PADRE Fr. IGNACIO GARCIA (1720)

LECTOR JUBILADO, FUNDADOR y dos veces Guardian del Insigne Colegio Seminario de Misioneros Apostólicos de la Regular Observancia de Nuestro Seráfico P. S. Francisco de la Villa de Calamocha en esta Santa Provincia de Aragón.

Algunas referencias al frio:

Capitulo III

Y cumplidas estas y otras devociones particulares, que tenia el Venerable Padre, celebraba la misa con imponderable devoción.

No podían los Prelados darle mayor mortificación, que mandarle algún día de mucho frio, no dijera Misa. Y aunque lo hiciera muy grande, se levantaba, y se preparaba con el espacio, y tan de propósito, como tenemos dicho. Después de tres días de grandes fríos, y destempladisimos aire heladores, le mando su Prelado que no dijera Misa, y obedeció sin replica; pero llegándose el día Solemne de la Conversión de San Pablo, le rogo al Guardia con mucha humildad, que le dejase decir Misa, por la gran devoción que tenía en su alma con este celebre Santo. Permitiosele, y preguntándole después, si había sentido mucho frio. Respondió con alegría santa y dijo: He podido decirle gracias a Dios.

Otras veces que por la destemplanza del del tiempo no le dejaban decir Misa, solía decir: Es el remedio más fuerte que la enfermedad. Cuando hacía tiempo riguroso, con el temor que sentía que le mandasen dejar la Misa, solía decir con mucho disimulo en preferencia del Guardian, y de los Padres discretos: Mañana es un día grande: yo estimo y venero mucho a este glorioso Santo. Pero luego entendían lo que quería decir, y le consolaban en cuanto se podía; bien que, alguna vez atendían más a su salud, que a su particular devoción, aunque se mortificase mucho.

Capitulo VIII

Los Maitines a media noche han sido indispensables, de tal manera que ni por los frios (que en aquella alta tierra los hace grandes) ni por los hielos, y nieves, ni por los vientos de Norte destemplados, y rigurosos, ni por otro motivo alguno se han dejado de decir las Divinas alabanzas en aquella hora determinada por la Ley, y costumbre santa de la Religión.

 


Fotografía AEMET


Para saber más: https://recuerdosdecalamocha.blogspot.com/2018/12/la-noche-del-frio.html




jueves, 20 de enero de 2022

Crónica de la Villa de Calamocha enero de 1972 Don Vicente León Garcia maestro ya olvidado

 Crónica de Calamocha El Noticiero Enero de 1972

Continua el corresponsal tras dar cuenta del polideportivo en ciernes y el hogar del pensionista. Exaltando la solidaridad calamochina, su insuperable jamón y reseñando la vuelta al cole. En torno a la figura de su director, a quien conocí y recuerdo promotor de la educación física en la villa y combatiente activo en pro de la alfabetización.


La campaña de navidad a beneficio de los pobres y necesitados de la localidad también ha marcado un éxito como colofón de nuestras fiestas navideñas con el sorteo de una cesta ricamente presentada, en la que estaba nuestro clásico jamón insuperable, amen de embutidos, licores, y otros fiambres que harán las delicias del yantar de su afortunado.

Y a la hora de aparecer esta crónica nuestros escolares se habrán reintegrado a sus clases con cierta morriña, al volver otra vez a sus colegios o simplemente a la Escuela.

 


Allí se encontrarán con la presencia de don Vicente León Garcia, que ha sido nombrado recientemente director de la Agrupación Escolar Mixta de Calamocha. Hombre de abnegada entrega hacia el Magisterio; en el que ingreso en el año 1935. Ha ejercido con anterioridad en Allueva, Anadon, Teruel y lleva cinco años en esta escuela.

 

Ha sido promotor de la EFA de Calamocha, impulsando la Educación Física hasta conseguir una monitora para el Centro que dirige y ha participado en el Congreso Internacional de la Familia celebrado en Córdoba y Sevilla.

 

Actualmente en esta Agrupación Escolar que consta de 12 grados, se imparte hasta el octavo curso de Educación General Básica y esta a su cargo como maestro especialista el grado de desanalfabetizacion de adultos. Enhorabuena.

 

A cada día que pasa, irremediablemente me hago mas mayor. Conocí a don Vicente, y a su mujer doña Tomasa, ella ama de casa, simpática a mas no poder, sonriente y con el bolso siempre lleno de caramelos, nos llenaba de besos y él igualmente cariñoso y atento. Vivíamos puerta con puerta y una vez se marcharon como familia que eran siempre que podían mandaban recuerdos. Empezaba la escuela el cronista por aquellos años, y no llego a darme clase, pero si a guiarme por los pasillos de las escuelas viejas, que eran dos, uno por piso, aun hoy me pierdo en mi casa. En fin. Mi abuelo Casimiro aprendió a leer y escribir con el y mi padre, también mi abuelo, se saco el graduado escolar en sus clases nocturnas.

martes, 11 de enero de 2022

Crónica de la villa de Calamocha 1972 Polideportivo y Hogar del Pensionista

 El Noticiero. Enero de 1972. 

Corresponsal


Calamocha. El Polideportivo pronto va a ser una realidad.

Por aquel entonces uno tenia cuatro años, empezaba la escuela, y poco tiempo después se bañaba en sus piscinas, corría en sus pistas de ceniza, se hizo socio del CF Calamocha de Arrua “Emilio Gracia”, y disfruto de las verbenas en su pista de tenis… Poco a poco el polideportivo se fue transformando, y del proyecto inicial al que pudimos ver en sus inicios, en fin, mejor leer la crónica de cincuenta años atrás. 

Me imagino también a los abuelos, porque entonces, no había jubilados, cuando se enteraran de la misa la mitad, porque entonces la información era tan escasa como la pensión, al ver que se iban a gastar casi catorce kilos en semejante tonteria que a nadie le hacia falta, que ya esta la calle para correr y el canal para nadar de toda la vida, a la ruina nos llevaban los cuatro fachas del ayuntamiento.


Y como suele pasar, sabido es que quien no llora no mama, los abuelos también tuvieron sus buenos reyes aquel lejano 1972, y nada de proyectos sino realidades, con el fin de tenerlos contentos y se callasen, y eso que entonces no era menester en principio ni lo uno ni lo otro pues no se votaba alcalde.


Por lo demás, el conocido pensar a lo grande, la visión de futuro que por norma general vienen teniendo los ayuntamientos de la villa a lo largo del último siglo.





El Polideportivo hoy en día. Foto Ayuntamiento



Enero de 1972


En estos días podemos contemplar en un escaparate la maqueta del poli-deportivo que en breve va a ser construido en nuestra villa, cuyo acontecimiento, por ser noticiable merece ser destacarse. 

Como promotor de esta loable empresa figura el Ayuntamiento amparado por la ayuda de los Servicios Técnicos de la Diputación, la Delegación Nacional de Deportes y el Servicio de Ordenación Rural, cuyos organismos están dado vivas muestras de afecto e interés por cuantos problemas afectan a Calamocha.

Sobre una extensión de 15.000 metros cuadrados y con un presupuesto aproximado de 13 millones y medio de pesetas, será instalado campo de futbol, pista olímpica, graderío y tribuna, piscina reglamentaria de 33x33, pistas mixtas para baloncesto, con frontón para cesta punta, piscina infantil, gimnasio y mini golf.

Servicios y alojamientos adecuados a cada especialidad y vivienda para el encargado del entretenimiento del complejo deportivo, junto a la cual serán montadas dos rotondas-parque para custodia de aquellos niños que sus padres practiquen algún deporte dentro del recinto.

En fin, unas instalaciones dignas del crecimiento de nuestro pueblo que exige su construcción con la mayor celeridad. 


Los Reyes nos han traído además de esta noticia una realidad.


Ha sido inaugurado en los nuevos terrenos de expansión de la Villa el Hogar para el Pensionista que bajo los auspicios de la Delegación Provincial de Mutualidades esta montado con el mayor esmero y buen gusto, donde nuestros jubilados y ancianos podrán reunirse lejos del ruido de las maquinas y estridentes tragaperras a que nos tienen acostumbrados hoy día, bares y cafeterías.

Les deseamos feliz disfrute de sus horas de asueto después de haber jalonado a lo largo de su vida de trabajo a veces muy duro esta merecida estancia, que a fuer de acogedora es elegante y cómoda. 


Y así allí junto al ambulatorio, (hoy Bar el Mirador) en la plaza del Peirón abrieron “los viejos” los domingos se veían tras sus cristaleras desde la calle sus luces amarillas y sus siluetas negras de pana, boinas, chaleco y tapaboca, camisa blanca de mi esperanza cuando todos los abuelos vestían igual, guiñote, domino, humo, las mujeres tardaron unos años en decidirse a entrar.