sábado, 3 de junio de 2017

La vida tranquila

Diario de unos días de abril y marzo de 2017

1 de abril de 2017 sábado
Recuerdo ahora que se acerca el día 8 como empezó todo esto del pregón, y como no dejaba de preguntarme, qué les cuento, o más bien, que querrán que les cuente, he de hablar de Semana Santa, de una “fiesta”, celebración religiosa, de alegría, muerte y nuevamente alegría. No es nada fácil.
Recopile información, pregones anteriores, echo de menos que no estén todos publicados, fotos, los apuntes que tengo de años pasados, y una tarde, a través del Skype llame a Jesús Blasco y sin más le pregunte:
¿Y qué les cuento?
Nada, me dijo, lo tienes muy fácil, nada, ¿sabes?, Dios, la Virgen, el Espíritu Santo, y Calamocha, misas, procesiones, velas y Calamocha, no sé si me entiendes. Tú de cada diez palabras que pronuncies, doce deben ser “Calamocha”… ¿sabes?. Además, lo tienes aún mejor, tu sales ahí a las gradas, y te pones en la piel, de Rita Barbera que en paz descanse, y olvídate del pregón, te saldrá solo, haces una “cridá”, que a falta que habrás visto en tu tierra, ¡y falta nos hace!, una igual que hacia ella, y nos echas la bulla a todos, de eso es de lo que se trata. De que nos eches la bulla y reaccionemos, ¿sabes?, cambias “el caloret del hiver” por el frío de Calamocha, nos pones a todos cachondos, y como poco te garantizo que será el mejor pregón de los últimos cincuenta años, te aplaudiremos a rabiar, conseguirás el silencio que nadie ha conseguido, la plaza se vendrá abajo, acabaras con todos los kleenex del Eroski, la Semana Santa calamochina se renovara o morirá, y tu serás el responsable, y al año que viene, habrás puesto el listón tan alto, que no habrá pregón. No sé si me entiendes por dónde voy. ¿Sabes? ¿Te ha quedado claro?, pues eso, ale, corta, con viento fresco, que llego tarde al cine.
Emplee dos o tres semanas en escribirlo, leer, corregir, completar la bulla y un día, se lo envíe a Jesús, un canto a la vida, le dije quiero que sea un canto a la vida, a la de todos nosotros, a Calamocha, un tirar para adelante, conmover sin caer en ningún pozo.
No se trataba de escribir por escribir, de ir a la aventura, de cumplir con el trámite y punto, se trataba de algo más, y había que pedir consejo. Un día después de enviárselo, aunque lo leyó inmediatamente contesto, y para mi sorpresa vino a decir algo así como “no toques ni una coma”. Y así lo hice, lo dejé tal cual, y todos los días, lo leí una o dos veces con el fin de “inmunizarme”, y poder aguantar su lectura de un tirón.  También se lo envié a Pepe Tomas, e igualmente me dio el visto bueno y algunos consejos, que, por supuesto seguí, entre ellos, la mención a Paloma Gómez Borrero. Y el día de antes, como ya contare, lo leyó Conchi Martin.


2 de abril de 2017 domingo
Grabo en casa el pregón en video, con el propósito de ponerlo en el Facebook y por si la grabación en Calamocha no sale bien, con las prisas de última hora el trípode no aparece y hemos tenido que comprar otro. Improvisamos un estudio en la cocina, hacemos pruebas de luces, sonido, fondo, sombras, ecos…

7 de abril de 2017 viernes
De camino a casa he pensado en Conchi, ella lleva unos días malos y no va a estar mañana en el pregón, así que llego decidido a enviárselo, arriesgarme y ver qué le parece, el caso es que hace dias que lo tenia que haber hecho, ahora no hay tiempo para nada. Enciendo el ordenador, me dejo caer en el sofá y veo que Cecilia ha traído a casa del instituto por fin un libro que parece merecer la pena, o cuando menos intuyo su autor esta muerto, lo cual siempre es una garantía, L´amic retrobat de Fred Uhlman, me pongo a leerlo, no llega a cien páginas, hasta la hora de cenar puedo darle un buen tute. Cuatro o cinco capítulos después Sofia me avisa, Conchi ha pasado un mensaje deseándome suerte para el día siguiente cuando suba a las gradas a dar la bulla a Calamocha.
Le paso el pregón, lo lee, se emociona, llora, contesta, está escrito con el corazón, me dice, que bonito, bajara el río las Monjas lleno de lagrimas calamochinas… y le llamo por teléfono, charramos un rato grande. De camino a casa las dudas se habían apoderado de mí, Conchi me da el último y definitivo ánimo para afrontar estos días.


8 de abril de 2017 sábado
Al bajar del coche, ya en el Barrio, en casa, Paquito “el caminante” se acerca a saludar, voy a ser pregonero de la Semana Santa, le digo, esta tarde a las cinco te mudas y me vienes a ver. Cuando tú seas pregonero de las Fiestas del Santo Cristo, yo seré el primero en estar bajo el balcón de tu casa. Me seguirá a todas partes, ...mil gracias
Son poco más de las cinco de la tarde y estoy en las gradas de la iglesia, es la hora del pregón, y da comienzo la Semana Santa, nunca antes he estado en el acto, y salvo el pregón, el resto son tambores y cornetas. Echo en falta algo más, pero no sé el qué.


9 de abril de 2017 Domingo de Ramos
Ha terminado la misa y la procesión, estoy en la sacristía, esperando a la Junta para despedirme hasta el miércoles, por la tarde no podre estar en el Via Crucis con el Nazareno y la Dolorosa. Han subido las escaleras que llevan a los salones parroquiales y no bajan, me quedo solo.
La procesión, bajo un sol de agosto ha sido larga y aburrida, no hay trompetas en la banda, y en un día así, de alegría, de la entrada de Jesús en Jerusalén, se echan de menos, los tambores por si solos no logran transmitir la alegría, la emoción de lo que se viene a representar. Al llegar al Cantón, la procesión ha seguido hacia el Peirón cundiendo la desesperación… por fin en misa se agradece el fresco que te envuelve, ante una calefacción que lucha contra el frio para derrotarlo.
La misa me parece un espectáculo magnifico, didáctico y ameno, en un momento hay dos personas, acompañando al cura, a Héctor, en el altar, y cada una lee su parte, la escenificación, resulta hipnótica, queda todo el Domingo de Ramos resumido y explicado, mejor que en cualquier documental que National Geoografic pueda emitir una noche de estos dias a falta de algo mejor, con todos los medios a su alcance.
Nadie baja de los salones y decido marcharme, me giro hacia la puerta  que da a la nave de la iglesia y una voz me dice: “¿vendrás esta tarde a merendar a mi casa”. Ojalá, pudiera, ojalá pudiéramos volver si quiera por una tarde, y jugar en el último porche, merendando un trozo de cañao con jamón de york en el umbral de la puerta de la casa de Doña Conchita. Alegría inmensa.

12 de abril de 2017 Miércoles Santo
Sigue el buen tiempo, de vuelta en Calamocha acudo a la procesión del Cautivo, nunca antes he estado. Este año, al parecer, y con gran acierto, han dado luz verde a los hermanos mayores, para acudir o no a la procesión. Y como era de esperar, no acude ninguno, al menos vestido de cofrade. Son muchas procesiones.
Caminamos a buen ritmo tras el Cautivo desde la iglesia hasta el balcón de la Calle Real donde Yolanda Gonzalez, periodista de León, afincada en una Zaragoza que cada vez me cae más lejos, nos habla de su experiencia en un campo de refugiados. Bien parece que todo cuanto nos habla ocurre en la otra parte del mundo, pero en realidad está a unas horas de cualquier lugar, y a sesenta años de la puerta de casa. Resulta estremecedor, una vez baja del balcón se incorpora a la procesión y caminamos hacia la Calle Hilarza de vuelta a la iglesia, donde subo el calvario de las gradas tras el Cautivo.
Bajo los tambores y cornetas, me siento como un general pasando revista a sus tropas destacadas en último rincón del mundo dispuestas a entrar en batalla de una guerra que saben perdida. Conclusión, me ha gustado de principio a fin, ha sido apenas una hora.


13 de abril Jueves Santo
En un ataque quizás de vanidad, en Micheto, compro el Heraldo, el Diario Teruel y el Comarcal, periódicos que no leeré,  estamos de cumpleaños y le he encargado la tarta de la boda, que más tarde colgare en el Facebook.
Ha sido tal vez, esta, la primera Semana Santa Calamochina en la red, cree al inicio de la Cuaresma, recién nombrado pregonero una página y he ido colgando fotos y recuerdos, para esa otra Calamocha que no se puede acercar estos días por el pueblo, y para esa Calamocha, que aun estando, se evade en la red de cuanto le rodea.
Hoy en día, nada se entiende sin internet… Juan Miguel ha estado ahí, subiendo fotos, y contando cosas, me paro siempre que puedo y charramos.
Papa, podías llevarnos al cementerio, a la parte nueva, vamos a ver lapidas y nos cuentas historias…
Acudo a misa, al lavatorio de pies, en la sacristía, los hermanos mayores tratan de organizarse en vano, así pasen cien años, que seguiremos afortunadamente en las mismas, al final San Vizarraga, que haríamos sin él, con tanto entusiasmo como humor nos ordena y salimos. He estado muchas veces como hermano mayor, son estas unas misas diferentes, me fijo en el coro, tras el altar, no lo reconozco, y pienso en preguntarle al Dichero Olvidado, por el órgano, y por eso que parecen desde mi posición, dioses aztecas en su artesonado. Paso un frío terrible, no hay calefacción, hace mejor tiempo fuera que dentro. Acaba, y con mi Tio Antonio, el último nazareno, nos subimos corriendo Rabal arriba a la procesión del Via Crucis, … pues lo dicho, a sufrir y padecer, de eso parece tratar la Semana Santa.
Saludo a un montón de gente, es como un catorce de agosto, pero sin chupinazo, de buenas a primeras, como en la mili, toque de corneta, redoble y a marcar el paso hacia  la plaza de la iglesia sin pena ni gloria los cofrades, mientras el criado, el nazareno prestado, lo ves y da pena verlo, carga la cruz como si fuera zurdo y tiene el traje como si hubiera pasado todo el último año penando cara el sol, harto descolorido.
Llegados a la plaza la espera de los últimos cofrades se hace eterna, y para sorpresa de unos y de otros, no hay pantalla, pronto hemos abandonado la idea, otra genialidad que dejamos marchar por falta de paciencia, supongo que de unos y de otros, así que volvemos al tradicional vía crucis, de padre y muy señor nuestros, sin embargo, la cosa, perdón por la palabra, el nuevo experimento, no sale del todo mal… desde hace un tiempo, o soy yo quien escucha con otros oídos o son los curas los que escriben con otras manos, todo suena mejor que años atrás.
Y al año que viene, dios dira, el que venga detras que arree… la plaza acaba convertida en un gallinero, dar la orden de descubrirse a los cofrades no es una buena idea, no guardamos silencio, ni aun en formación… Silencio, silencio, silencio, la fe en Calamocha una tarde de abril

14 de abril de 2017 Viernes Santo
María José Royo a través del Facebook da parte, el Santo Cristo está preparando al cristo de la iglesia para sacarlo en la Procesión de las Siete Palabras, y me marcho a ocupar mi lugar junto al cura y el presidente de la Junta, con quien coincidimos en que nos veremos en San Roque, y en otros lugares,…
He estado antes en esta procesión, como hermano mayor del nazareno, o como uno más, aprovechando que el trayecto me lleva a casa, el año pasado el protagonista fue el Santo Cristo, así que no podía faltar con la cámara de fotos. Antes de salir le comento a Julio, los dos nazarenos están uno junto al otro, el uno carga la cruz en el hombro derecho y el otro en el izquierdo. No aclaramos nada y salimos.
Tenía su parte de razón quien me comento que a las únicas procesiones que empieza a merecer la pena ir son aquellas en las que solo sale una cofradía, lo cual no deja de ser un horror.
Subimos al Rabal a buen paso, con sol, y merece la pena atender lo que cuenta el cura, tomo nota de todo. En la segunda parada, el micrófono se acopla, y lo hará ya en todas, y los cofrades se vuelven locos tratando de evitar la interferencia. Pero no hay nada que hacer, soy yo quien la provoca.
A la altura de las Cuatro Esquinas, en el Rabal me salgo de la procesión y entro a saludar al primer nazareno y a su mujer, a Otilio, a quien encuentro sentado al sol, en el corral… “Ayer me llevaron a ver al Nazareno, ayer le di un abrazo”
Acaba la procesión y la banda del Santo Cristo en un marco inmejorable, en el anfiteatro natural de la replaceta de la ermita, rompe a tocar. Hay gente, pero podría haber mucha mas, merece la pena. Me hago una foto encantadora con Paquito, los dos vamos trajeados.
Ya en el Minino, junto con Emilita, Ana y José disertamos en torno a las propiedades curativas del vermú frente al remolachero tradicional, coincidiendo todos se acaba pronto la charla, y continuamos  en torno a los caracoles en Viernes Santo, ¿carne o pescado?, si bien, el hambre no tiene horarios ni fechas en el calendario.
Por la tarde acudo a la llamada de la Cofradía del Ecce Homo, voy a rezar la oración de salida, voy a ver algo que nunca he visto, resulta tan emocionante como ya inolvidable, paso a formar parte de algo nuevo, de otra cofradía, recibo un reconocimiento por parte de su Hermano Mayor que me llena de orgullo.
Y tras el Ecce Homo entro en la iglesia para arropar al Nazareno en la procesión del Santo Entierro, la cada vez más, asignatura pendiente de la semana santa, tal vez, atentos a todo lo demás, hemos dejado entre todos, que transcurra con mas pena que gloria y mas, en un día como hoy en el que hace un tiempo que muchas veces echamos de menos los días de San Roque.

Es momento de fotos, y María Ángeles, la hermana de Pascual se acerca y nos hacemos unas cuantas fotos vestidos de cofrades.


Convertida en un correcaminos, cuanto antes acabemos mejor, le falta algo, esa parte de espectáculo que ha de tener toda procesión, el Cantón, el Peirón, la Calle Mayor la salida y la llegada… el final, cada año va de mal en peor, el griterío roza ya la indecencia… supongo que la gente llega a la plaza, no de ruja, si no esperando que suceda algo que nunca ocurre, que nunca pasara, un final, un colofón para los actos de la Semana Santa a la espera de la resurrección.
Pero el Santo Sepulcro llega, entra, y sin más, a la francesa, nos vamos cada uno por nuestro lado, menos el Ecce Homo que se lleva a toda esa gente que llega a la plaza por ver qué pasa, hacia las monjas donde dicen quienes lo han visto, ocurre un digno final.

15 de abril de 2017 Sábado Santo
Hemos vuelto por trabajo a Castellón, un viaje relámpago de tan solo unas horas pues a la mañana siguiente volveremos al pueblo, por la tarde, para matar el tiempo, en lugar de descansar he quedado con Peter Comehormigas, me dejo llevar, es cuestión de elegir bien las compañías, de pronto el salón de casa esta patas arriba y la tele parece una ventana al futuro, el salpicadero de la Entreprise de Star Trek, la serie original de los sesenta. The Big Pere satisfecho, con todos los cables en su sitio, se marcha a casa, sin tener ni idea del desastre que se avecina un par de días más tarde. En una semana se examina y debe estudiar y correr y saltar y rezar… Menuda pereza tener que anar a Valencia.
A las once y media, acabo de ver El Color Purpura, al final ni fu ni fa, de más a menos, dormido me marcho a la cama, cansado a mas no poder me cuesta llegar, paso un wasap de buenas noches que al dia siguiente me delatara. En realidad, es cerca de la una, el reloj de la nave espacial no lo puse en la hora de la tierra.
Me acuesto sin más, hoy en el pueblo habrán ido de excursión Anento esta de moda, pero el objetivo supremo es un pueblo llamado Lechón, de donde nos gusta pensar salio el primer Lechón de la familia en un viaje apasionante hacia lo desconocido que le llevo ni más ni menos que a Calamocha.
Ademas allí, vive, aunque ese día se encontraría en algún punto indeterminado del espacio tiempo de la línea que va de Sagunto a Burgos, el Escritor maldito de un pueblo llamado Lechón, el niño terrible, con quien mantengo correspondencia desde unos meses atrás, tratando de convencerle y me deje colgar sus escritos, que tanto me gustan.

16 de abril de 2017 Domingo de Resurrección
A pesar de todo el esfuerzo no llego a misa, pero si a la salida de la procesión, creo recordar solo he estado una vez antes, esta vez, si lucen los hermanos mayores y estandartes, y un día de sol y calor increíble, saludo al presidente de la Junta y a Julio, ya por ultima vez, y formamos tras el santo, tras el resucitado… esta de frente a nosotros, osea, de culo a la plaza, y esta vez, no me atrevo a decir nada, como cuando me fije sobre que hombro cargan la cruz los nazarenos, he de repasar la iconografía los libros de arte, o buscar en Google, supongo que el sacar al santo de culo a la procesión, forma parte del guion, una metáfora de la resurrección, y que luego en las gradas se le da la vuelta como si volviera a ver la luz. Todo muy simbólico.
“La procesión ha venido de nalgas”, me dirá luego Jesús Blasco, te has fijado, han sacado el santo de culo y tú lo has permitido, menudo pregonero, menos mal que hoy te dan matarile. Soy un ignorante, lo reconozco.
Esto se acaba, y es la mejor procesión de todas, la mas bonita con diferencia, a estas alturas, se agradece no oir ni tambores ni cornetas, y si los sones de la Banda de Música que luce espectacular, el cura lleva el paso y tararea sin cesar, me siento como en una película del neorealismo italiano, o una de esas películas que retrataban procesiones en pueblos perdidos de Italia, para asombro del publico del otro lado del charco que ya las había olvidado, al llegar a la plaza suena la traca, toco acaba, es el final, ya dentro de la iglesia, Reme y su marido nos saludan, nos hemos hecho mayores casi de repente, y sobre todo, sin querer. Una tórtola turca ha anidado dentro de la iglesia y vuela libre y feliz en su interior, fuera, mona y mistela, y cada uno a su casa y Dios en la de todos.
Cuando éramos niños, comer la mona era una tradición, el domingo o el lunes, en un día como el pasado me hubiera gustado acabar codo a codo con todos y cada uno de los cofrades compartiendo mesa y mantel al resguardo del frontón entre paellas.
A última hora de la tarde, ya cerrando la tienda, pasamos por el Antojicos, me quedo mirando el cartel anunciador de la Semana Santa con la anécdota de mi nombre como miembro de la Cofradía de la Entrada en Jerusalén, le hago un par de fotos, y el Sr Antojicos, atento a todo, me ve y me dice, ahí arriba tengo un bombo si se quiere hacer una foto con el, ese del cartel, el del bombo soy yo. Le explico por qué hago las fotos, y me regala el cartel. Gracias, gracias, gracias.

17 de abril de 2017 Lunes de Pascua
Antes de nada, esto de la Semana Santa, ¿cómo lo has visto?. Es Pascual quien me pregunta, sentado en la misma silla donde ha visto pasar los últimos cuarenta años, en la secretaria del instituto, un lugar al que sin darme cuenta llevo mas de tres décadas sin visitar, y en el cual todo me resulta tan familiar como mi misma casa.
Por fin, tras años de idas y venidas, nos hemos decidido a sentarnos uno rato y charrar, de un imposible, de una historia que a él le fascina y a mi exactamente lo mismo, contagiado por el, y por que todo lo que huela a Calamocha, nos apasiona… Mira, esto es solo una parte de lo que tengo, he dado la orden de que si me voy para arriba te lo hagan llegar. Ah muy bien, toma nota Cecilia, mi hija mayor me acompaña, y le digo: algún día todo eso será tuyo. Ella sabrá que hacer.
Respondo a su pregunta:
Allí en Castellón, cuando llegan estos días, la prensa, la radio, las teles locales, sobre todo del interior, se vuelven locas, y da la impresión de que van todos de la mano, instituciones y cofrades, religión y lo otro, con tal de robar un despistado turista madrileño que pase estos días en cualquier pueblo con playa, pueblos con los que no pueden competir.
Si ves el programa de cualquier de estos pueblos, lo religioso casi es una anécdota, y la Pascua y la mona, el mayor acontecimiento de año.
Tradición, devoción, innovación y espectáculo. Así se anunciaba la Semana Santa, la proporción de cada cosa, casi es lo de menos, pero seria un buen comienzo aquí también.
Sigo unos minutos más hablando, ni de lo humano ni de lo divino, simplemente de lo local, y termino mi breve exposición de la Semana Santa calamochina, termino de responder a su pregunta y  él solo acierta a mover la cabeza de un lado a otro, negar, para decir, joder y yo que lo veía negro, no me podía ni imaginar que tu aun lo vieras peor.
Lo dicho, la Semana Santa Calamochina se torna en una semana del compromiso o del mantenimiento y ahora, como cada año, entramos en la semana de las lamentaciones, de lo que pudo haber sido y no fue. Pero no he venido hasta aquí para hablar de eso…
Acto seguido, Pascual me presta un cuaderno, un boli y me pongo a tomar apuntes, y él por fin, da una clase en el instituto, de algún modo se hace justicia y la da de una materia que domina por encima de cualquiera. Escucho atentamente, escribo notas, veo fotos, leo apuntes suyos, y ahora qué.
Bueno, lo único que se me ocurre y más fácil será empezar por el principio, leer a Baroja, y a la hora de acabar leer a Galdós, comenzar en Biarritz en el último tercio del siglo XIX y acabar en Calamocha cien años después. Esto va para largo.




18 de abril de 2017 martes
Ya todo termino, tengo tantos mensajes en el Facebook que me resulta imposible agradecer una a una todas las muestras de cariño, he de cerrar la pagina, volver a la normalidad, y llamar a Pepe Tomas, y tal vez a mi Tia Bonet, no me apetece escribir nada de los días pasados, como otras veces he hecho, comento algo por correo con el de siempre, pero nada más, no me apetece escribir, no quiero hacerlo… Pronto se me pasara.
Acabo pegándome una paliza de padre y muy señor mío para preparar la cena, mi padre me hablo en días pasados de que Joaquín Malaco tenía unos esquejes de cardo que merecía la pena probar, y que puede que no hubiera nada más bueno en toda la huerta de Calamocha ni aun de Valencia… así que fue y me trajo unos pocos, nada un brazao.
Me puse a ello, y los arregle, los limpie, faena que no es pagada ni con todo el oro del mundo, pero que merece la pena, los puse en la olla, hirvieron un rato y en la sarten hice un sofrito de cebolla, tomate y unos recortes de jamón de la Aragonia. Mi padre, mi madre, tenían razón… el plato resultante es Calamocha, es primavera a falta del ultimo  hielo, es algo supremo. Tenemos para un par de días, y yo como no me he puesto guantes llevo las manos con olor y color a Calamocha, en realidad ahora que todo ha terminado, no se puede pedir más.

De nuevo tengo el salon patas arriba, Pere dejo todo en prefecto estado de revista y a la vuelta a casa, nada funcionaba. Se siente culpable y trato de animarlo, en unos días se examina.



19 de abril de 2017, miércoles
Mi Tía Bonet me pregunta que sentí cuando estaba en las gradas, y Conchi también, quiere saberlo. No conteste en su momento por qué no lo sabía, o no encontraba el orden de las palabras, ni me veía con fuerza suficiente para recordar los días pasados.

Por cierto, el tripode de la cámara, aquel que compre en Andorra el siglo pasado, ha aparecido cuando iba a reciclar la vieja aspiradora dándole un nuevo hogar, resulta que estaba en su caja. Gran alegria y descanso.

25 de abril de 2017, martes
La respuesta a como me sentía en las gradas la tarde del pregón, es solo, me sentí solo. Por fin he encontrado la palabra, no me ha hecho falta ninguna más.
Comienzo a escribir el diario de Semana Santa cuando todo ha pasado, de atras al principio.
A mis padres los paran por el pueblo y les hablan del pregón, los felicitan, y mi madre disfruta al contármelo y revivir el momento, hoy para referirse al pregón ha dicho “sermón”, “cuando estabas en las gradas echando el sermón”. Fue Emilita quien contó que, al acabar, mi pregón, sermón, o recuerdo, una mujer refiriéndose a mí, dijo, “que bien hablan los curas” y rompió en aplausos. Grandes halagos los recibidos.

Ayer junto a Comehormigas Pere, llevamos el ordenador para que lo arreglasen. El viernes en Valencia lo catearon y me cuenta el como y el por que. Volvera a examinarse dentro de un par de meses, de lo que el considera la profesión del futuro. Es todo un ejemplo de superación, no quiere vivir de las ayudas y se mata estudiando y en el gimnasio. Nos tomamos un cortado y un acuarius en un bar que tenemos a cien metros de casa y el que nunca hemos entrado, bar que esta tal cual se inauguro alla por los sententa del siglo pasado, el dueño parece al borde de la jubilacion pero mas joven que nosotros, Pedro cree que hemos atravesado el espacio tiempo y estamos en otra dimension, y que de un momento a otro Tejero entrara en el congreso.

26 de abril, miércoles
La plaza te envuelve, en las gradas te sientes solo, una soledad magnifica, el cielo debe ser algo así, levantas la vista y ves a la gente sentada, frente a ti, atenta, escuchando, en silencio, un silencio absoluto, y aciertas a ver las casas que conforman el redondel de la plaza sobre las cuales se refleja el sol de una tarde de abril, una luz maravillosa, tranquilizadora. Fui feliz.
Bajé de las gradas, volví del cielo a la tierra, y el cura, Julio, fue el primero en darme la mano, en felicitarme, y comprendí que tal vez lo había hecho bien. Tratando de conmover, sin caer en la vulgaridad de dar pena o lastima.
Acabaron las bandas, y en la plaza se desato un mar de cariño hacia mí, en realidad, hacia nosotros mismos, hacia una Calamocha, que trata cada di de recordar: como quienes nos precedieron se resistieron a dejarse llevar, despertaron y salieron hacia delante.
Más tarde fue la misa, el acto de imposición de hábitos a los nuevos cofrades, una docena más o menos, los días de Semana Santa son complicados, no hay fiesta como en verano, me gusta pensar que después de muchos años, alguno de ellos será pregonero, ha resultado un instante bonito el hecho de ser cofrade oficial de algún modo y merece la pena pasar el frio que paso solo por oír a la Coral de Calamocha, la calefacción no está encendida, y solo yo parezco echarla de menos, veo un trasiego en torno al altar de hermanos mayores y demás, que me resulta excesivo, cuanto protocolo para algo que quizás debería ser más sencillo, veo a la gente pasar a comulgar, y me parecen las mismas caras, las mismas personas que caminaban hacia el altar cuando yo era monaguillo. Sé que no es así, ya no hay monaguillos, todo son chicas, debe estar mal visto entre los críos pasarse por la iglesia para ayudar al cura… nunca podrán saber lo que se pierden. Bien por las chicas. El cura dijo, algo así como “hay que mantener lo poco que tenemos, celebrarlo y hacerlo todo, pero sin dejar de intentar dar siempre un paso más”.

30 de abril domingo
De vez en cuando recuerdo la tarde del pregón, en concreto la entrada en la plaza de la banda del Porreton en fila de a uno, matraca en mano. Fue una imagen que me impresiono, me gusto, me dio un miedo terrible, así se lo comente al Bailador y a la Fidalgo, la tarde del Jueves Santo antes del Via Crucis en el Rabal.


FIN


Anexo, algunos días de febrero y marzo de 2017
La vida lenta ... de Pla
25 de febrero de 2017 sabado
A media tarde, me marcho con Sofía al Mercadona, nos vamos andando, en casa se quedan Cecilia y Mayte. Mañana haré fideua y no tenemos calamares, enciendo el móvil, siempre lo apago al llegar a casa, así que lo más normal es que se pase el fin de semana apagado.
Suenan tres mensajes, propaganda, recarga la tarjera o adiós al número y una llamada perdida de Inocencio.  Algo habrá pasado, pienso, nada bueno, su madre querrá hablar con la mía y no encontrará el móvil, …  casi da miedo seguir pensando, me olvido de todo comprando hasta encontrar algo de valor y llamarle.
Saludos desde Castellón, ¿todo bien por ahí?
Si… Atento, han pensado en ti para Pregonero de la Semana Santa, como cofradía hemos de echar el resto, antes de que digas nada, ayer hable con Jesús Blasco para tantear el terreno, y me dijo, que en cualquier caso tienes dos opciones, decir sí o sí.
Algún día tenía que ser, respondo, la respuesta será sí, pero mañana te lo confirmo tendremos que implicar a toda la cofradía del nazareno de principio a fin, y ver de hacer algo novedoso, aunque yo pensaba que estas cosas se decían con más tiempo… Me hubiera gustado hacer hasta el vía crucis del Jueves Santo, … el de la pantalla.
Mañana hablamos
Me han oído hablar con Inocencio, justo antes de marcharnos al centro de Castellón a dar una vuelta, el viaje en autobús se hace eterno, por fin en la Plaza Santa Clara, ya no puedo callarme: ¿Pero no vais a preguntarme de qué he hablado con Inocencio?
26 de febrero de 2017 domingo
Veo a Jesús Blasco conectado al Facebook, y le paso un mensaje. “La respuesta es sí”
Si a qué, me contesta como si no supiera de que le hablo y me adjunta una foto del puente romano, echa justo desde en frente, desde el otro puente, ahora que por fin han podado todo y las ramas dejan ver el bosque. No hay duda, está en Las Avellanas, allá donde algún día dirán estuvo el Edén, el paraíso en la tierra, y el manzano de la discordia.
La foto deja ver un día magnifico, se puede sentir el frio, pero brilla más el sol. Me detengo a pensar, lo afortunado que es Jesús Blasco, sigue siendo un niño, sigue viviendo en el pueblo, para el todos los días son domingo… Busco su número y lo llamo.
Ave Maria purísima, buenos días nos de Dios, la paz sea contigo. Ayer me llamo Inocencio
¿Ya te ha llamado?, no sabía nada.
Me advirtió que me darías dos hostias bien dadas, esas que dicen, no me dieron de pequeño y aun me hacen falta, que no me dejarías volver a poner un pie en Las Avellanas, que me agarrarías de donde más me duele, y me quitarías el sombrero y lo pisarías con rabia si se me ocurría decir que no. Así que diré que sí.
Perfecto, no esperaba menos de ti, daré ordénenos tajantes de que al menos el Ecce Homo te aplauda a rabiar.
Casi no queda tiempo, tengo un montón de fotos, de escritos, de ideas, traca incluida, hasta me gustaría poder haber hecho las diapositivas del vía crucis del jueves santo, y no voy a llegar a nada que no sea contaros lo que ya sabéis…
¿Tú has tenido algo que ver?, ¿ha fallado la estrella y has pensado en mí?...
Te equivocas de principio a fin, Maria Jesús, se lo comento a Inocencio, ya es hora de que los del nazareno, que os creéis que tenéis al mejor y más milagros santo, lo demostréis, vosotros esa pobre gente que lleváis años viviendo del Milagro de Agapito, hora es de que os toque pringar…
Me pongo a ello esta tarde mismo, fotos, escritos, ideas, y por supuesto recetas de cocina para una semana santa conforme dios manda… seré pregonero las veinticuatro horas del día, los cuarenta días de cuaresma…. Voy a necesitar ayuda. Ando bajo de batería.
Por cierto, si no te importa, avísale, plagiare el discurso de Jose Luis Campos aún estará vigente.
Llamo a Inocencio y le confirmo le evidente, seré, seremos pregoneros. Yo a Inocencio no le puedo decir que no.
Paso la tarde recopilando información frente al ordenador, y finalmente creo una carpeta donde guardarlo todo, son casi nueve gigas, pienso que bastara, la mayoría son fotografías, no muchas, pues saliendo en las procesiones, no puedo hacer fotos. Aun me falta pienso, bajar del Centro de Estudios del Jiloca los pregones de años anteriores para más que leerlos, estudiarlos. Es la hora de decírselo a mis padres, a ver qué les parece.
Mi madre tarda algo en reaccionar mientras comienza a preocuparse si he de salir a escena con traje y pajarita o vestido de nazareno mientras mi padre comienza a decir, yo ya lo sabía, yo ya lo sabía que esto iba a pasar… es tanta su alegría, que empiezo a creerlo y le pregunto lo evidente, ¿quien te lo ha dicho, como lo sabias, y si hubiera dicho que no?. Y entonces comienza a dar vivas a San Roque y entonar el bolero mientras mis hijas se parten de risa.
Papa, por dios, estamos en febrero, pregonero de Semana Santa, no de San Roque…
27 de febrero de 2017 lunes
Madre mía, ya estoy arrepentido de haber dicho que si
28 de febrero de 2017 martes
Nadie llama, si pudiera ponerme nervioso,lo estaría, necestio saber las fechas, organizarme, por cierto, me dejaran el Domingo de Pascua, tirar petardos a lo largo de la Calle Real al punto la mañana, la “despertá” que llaman aquí
He seleccionado un monton de fotos, no son gran cosas, pero podría enseñarlas, también da para un via crucis televisado ….
Por los clavos de cristo, para que diria que si
1 de marzo de 2017 miercoles
Nadie llama y me desespero, no puedo hacer plan alguno, … Inocencio confirma que todo va adelante y que solo he de hablar el día 8. Le pido a Maria Jose Royo, banderín de enganche del Santo Cristo, una confirmación oficial.
2 de marzo de 2017 jueves
Maria Jose confirma que seré Pregonero, y me tranquiliza… te llamaran
Ayer hable con Pepe Tomas, y se lo comente, voy a ser Pregonero, quiero que vengas… hará lo posible por venir, es Nazareno, sobrino nieto de Agapito, palo trasero izquierdo y necesito de su consejo.
Por fin puedo descansar y ponerme a trabajar
He recopilado todos los pregones, todo lo que tengo escrito en el blog, apuntes incluidos de pasadas semanas santas y seleccionado de entre las pocas fotos que tengo unas 200 que tiene algo que decir.
Estos primeros días, a la espera, han sido un calvario, o un martirio, el calvario, aun no he empezado a subirlo.
5 de marzo de 2017 domingo
Maria Jesús en nombre de la junta me llama, seré pregonero.







miércoles, 10 de mayo de 2017

Un diez de mayo en la familia.



Tal día como hoy, un diez de mayo, de 1877, muy probablemente nacía una de mis bisabuelas, por parte de madre, y por nombre Emilia, y lo hacía en Torrijo. Han pasado desde aquel entonces 140 años. Ella, estaba llamada a ser la madre de mi abuelo Casimiro y la cabeza visible de la familia, años y años después. No hay duda, somos un matriarcado.

Sus padres también de Torrijo, fueron Vicente De Gracia, cuyo apellido hace alusión a su origen desconocido, a la “inclusa”, y Petronila Martinez Arpa. Obvio el tratamiento de don o doña, señor, o señora, pues parece que siendo pobres como eran entonces y como somos ahora, este de más entre nosotros.

Mi bisabuela Emilia Gracia Martinez, se casaría con José Meléndez Sanchez, el cual muy probablemente nació en torno al 1874 en el Rabal de Calamocha, y con unos pocos años marcharía a Torrijo, los calores, les dirían a su familia, los calamochinos.

Y los padres de este, uno de mis bisabuelos fueron, Francisco Meléndez Marco y Gaspara Sánchez, de Odón. Murió sin más, allá por el 1920 en Torrijo donde descansa, junto a sus padres.

Tal dia como hoy, un diez de mayo de 1910, nacía igualmente en Torrijo mi abuela Rosa, hoy habría cumplido 107 años. Que yo recuerde nunca celebro su cumpleaños, de hecho, pudo nacer cualquier día de mayo, que bien le daba lo mismo.

Hija de Blas Mateo el Pozero y Jerónima Bruna, nacidos ambos en Torrijo en 1860 y 1861 respectivamente, a quien le decían cariñosamente, Jeroma, y por ende a toda la familia, los Jeromos, ella, la Jeroma, vendría a morir de lo mismo que luego lo haría mi abuela una mañana de San Antonio, en la cual Calamocha amanecio nevada, tras conocer la muerte de su prima Nieves, de perlesía murio la Jeroma y su hija, le dió un paralis, algo a la cabeza y al cabo de tres o cuatro días la enterraron, allá por la guerra … y unos años después le llegaría la hora a Blas, al pie del carro, en el campo, le pico algún mal bicho, se empezó a hinchar, y en cuatro días se fue. Ambos descansan en el pueblo más bonito del mundo, en Torrijo.


Navarrete, desde Santa Margarita, hace tan solo unos días. Abril del 2017

Tal día como hoy, un diez de mayo de no hace mucho, de un año que no logro recordar, (1949), allí en Navarrete, otro de los pueblos más bonitos del mundo, nacía mi prima Rosa, a quien hoy debo felicitar, pues es su cumpleaños. Emilia era su abuela paterna. Felicidades…muchas felicidades… Imagino, su nombre, se lo daría mi abuela Rosa, casada con un hermano de su padre. Quienes ya por aquellos años, y desde hacía tiempo, vivian en el Barrio Nuevo de Calamocha.


Tal día como hoy, un diez de mayo de 1958 en aquellos años lejos ya de todo, mi prima Rosa, toco a la puerta de su abuela Emilia para despertarle, la abuela le contesto, era domingo, y dijo aquello de “me mudo y salgo”. Al ver que tardaba en salir, fueron de nuevo a llamarle, y allí, vestida de domingo, la encontraron muerta. Ya no hubo que amortajarla. Quedo en Mirambel, enterrada la abuela Emilia, mi bisabuela como si no hubiera querido lo inevitable, dejar su casa, dejar Teruel.

Tal día como hoy de hace cuarenta años, el 10 de mayo de 1977, moría en Calamocha mi abuelo Casimiro, hijo de Emilia y José, había nacido en el Calvario de Torrijo en el año 1906, creo recordar que también un mes de mayo, y se moría el mismo día que, su madre había nacido y muerto, el mismo día que había nacido su mujer Rosa, el mismo día que había nacido su sobrina Rosa

Y quien sabe que más cosas habrán ocurrido y estarán por ocurrir un diez de mayo en la familia, un día  que cada año hay que vivir para contarlo.

De los años de la Cazalla. El diez de mayo.

lunes, 1 de mayo de 2017

El Barrio. Entre maestros y civiles. Capítulo 2

A veces lo recuerdo, mi tío Jesús paró el coche, aquel Renault 8 cuyos números de la matricula Teruel sin letra, sumaban 24, al borde de la carretera junto a unos setos, por allí pasaban un montón de camiones y coches con un ruido infernal, ten cuidado, no te muevas dijo mi padre, y yo allí quieto, asustado, no sabía muy bien ni dónde mirar ni qué hacer, ni mucho menos sabia donde estaba, mire finalmente tras de mí, sin moverme y vi un bloque de pisos, me pareció familiar, blanco y rojo, y frente a mi adivine una gasolinera y un edificio enorme, un taller, todo me era familiar… aquí nos quedamos, dijo mi padre y yo pregunte ¿dónde estamos?, en Calamocha me dijo, donde te piensas si no, está el Santo Cristo cortado por las fiestas, ya llegamos tarde, nos iremos a casa andando… venga vamos. Aquel lugar, con unas casas enormes, y montones de coches y camiones, era Calamocha, su entrada, no me lo podía creer, vivía en un pueblo que parecía no tener fin.
TRANSICION
La recordada transición probablemente comenzó allí, en el Barrio una mañana cuando nuestras abuelas aún estaban en la cama y sintieron ruido de escobas en la calle, su calle, y se estremecieron… De fuera vendrán que de tu Barrio te echarán.
Rosa, maña ande estas, has sentido barrer la calle al punto la mañana, quien te crees que ha sido, no te lo vas a creer, joder, ha sido la Hippy, que chica más maja oye, quien lo iba a pensar.
DOÑA ASCENSION
A mediados de los setenta a la segunda puerta del primer porche, llego Doña Ascensión, creo recordar que llegaba desde algún lugar de Valencia, debía ser su primer destino, aparco su Seat 127 azul, bajo de él con sus pantalones vaqueros de campana y su bolso de cuero marrón, morena, alta, guapa, simpática, dijo hola a toda la chiquillería del Barrio y caímos rendidamente enamorados ante su presencia, rogando a dios, la virgen y  todos los santos, tener la suerte de que nos diese clase, como así seria. Un par de días después, escoba en mano, salió a barrer la calle antes de marchar a la escuela…
Compartía la casa, con otra Maestra, Doña Rosa, al menos durante algún curso y de vez en cuando, con el buen tiempo, porque en aquellas casas hizo siempre un frio de tres pares de narices, por no decir la verdad, se reunían allí todos los jóvenes maestros y maestras de la “contornada” supongo a tomar cuba libres y escuchar cantautores, con Labordeta a la cabeza y reunidos bajo la atenta mirada de las abuelas y las otras maestras, que no les quitaban ojo, con el Barrio lleno de coches, vigilaban que a su hora cada uno marchase hacia su casa y dios a la de todos.
CIENCIAS SOCIALES
Una tarde, con el verano a un paso, en una de esas horas perdidas en las que volvías a casa antes de lo habitual tras acabar las clases del instituto, a la entrada del Barrio desde el Rabal, me encontré con Doña Ascensión, caminamos juntos hasta casa, yo con mis libros y carpeta y ella con su bolso, y me dijo, lo inevitable, lo que ya todos sabíamos, se marchaba a otro pueblo, se casaba con aquel chico tan simpático y charrador con el que festejaba y que era ya uno más del Barrio…
El Barrio se quedaba huérfano, o más concretamente, sin eso que luego se dio en llamar musa, nos quedábamos sin nuestra musa de la transición… Me preguntó, que me gustaría ser de mayor, que estudiaría cuando acabase el instituto… Me falto valor para decirle la verdad, o simplemente para contestarle algo más que un monosílabo… Yo quería ser como ella. Nos despedimos y la vi desaparecer en el porche por última vez.
LLEGA LA DEMOCRACIA
El largo camino de la transición acabo pronto en el Barrio, no había que entusiasmarse más de lo debido, dado que la política venía a ser algo que para los pobres siempre acababa mal, el hambre con gana o sin ella, no conoce la decencia, y la eterna manía de los pobres de andar peleados entre ellos no conduce a ninguna parte …
Así que mejor, no hablar y sentarse a la fresca y dar tiempo a que escampase, dándose así por completada y superada aun  apenas empezada la transición, a la espera de la revolución, con la llegada al penúltimo porche de Don Vicente y su mujer y Don Ángel y Doña Aurora, todos maestros, todos del terreno, jóvenes y con críos… A falta de guarderías, la casa de Máximo y la Manola y alguna más ejerció como tal para muchos de ellos.
Especialmente Don Ángel y familia estaban por el Barrio a todas horas, también en verano, y era inevitable que, al llegar a casa, se acercasen al rolde de la fresca a dar las buenas noches y charrar un rato, de lo que traían tan apasionantes tiempos como aquellos…
Y así, tras el saludo inicial entrar en materia, dejando como ya he dicho, sabios que eran nuestros mayores el tema político para más tarde, para el final, para otro día, para nunca jamás…” La semana que viene hablaremos del gobierno” Eran Tip y Coll quien lo decían, y ellos bien lo aplicaban atentos a todo cuando nos enseñase la tele. Centrando el Barrio todas sus preocupaciones terrenales en el cielo, en el tiempo…
Una noche de aquella, Gargallo se retrasó en su salida a la fresca, estará viendo a la Lola Flores, pensamos, en fin, algo le distrajo en la tele y cuando salió, con todos en su sitio, dirigiéndose a los maestros dijo …
Uno aprende muchas cosas en la tele, enseña mucho, y más con los tiempos que corren, quien me lo iba a decir a mi cuando de crio en Fuentes Clara andaba a palos con los aucos por las caracolas, esa es la verdad la tele viene muy bien, pero como está más sorda que esta que tengo aquí a mi lado, señalando a la Carmen, su mujer, si te quedas con alguna duda, aunque le preguntes, no te contesta, así que vosotros que sois jóvenes, explicarme, porque han estado hablando y no me he enterado de nada, decirme, qué diferencia hay entre una bacanal, me parece que han dicho, una orgia y una cama redonda…
Se hizo el silencio, mientras se sentaba y del lado de los maestros el silencio absoluto… hasta que Gargallo les explico lo que sabía, había oído e intuía, prometiendo que luego hablaría el a propósito de ribazos, catres y pajeras de antaño, que al fin y al cabo, la cosa siempre había sido igual… pasando ya el cuerpo de maestros a sentar catedra sobre los tiempos que corrían a propósito del tema de cara al posterior debate…
REVOLUCION
Inmersos en la quietud del día a día, nos creímos a salvo de todo, viviendo nuestra propia realidad, transición, destape, democracia, libertad, nuestro mundo perfecto, el paraíso mismo en la tierra entre las casas de los maestros y el cuartel, hasta que un buen día, Don Vicente y doña Tomasa, se marcharon del primer porche, de la primera casa, dando paso a la llegada de la revolución con mayúsculas, uno o dos años después…
Con la llegada al Barrio, para vivir, para quedarse, para toda la vida… hace tan solo unos días hable con ella, nos felicitamos la navidad, desde octubre no habíamos vuelto hablar, hasta la llegada al Barrio de Doña Pilar y familia. La Revolución.
“Sabes maña, la Moracha siempre se enteraba antes que nadie de todo, muy probablemente ni la misma Doña Pilar lo supiese aun, quien va a venir a meterse la casa de la Tomasa y Don Vicente, esa maestra que es de por ahí de por la Ribera, que le dicen la gorda y que se ve que ningún crio quiere ir con ella por que los lleva como es menester, más derechos que una vela…”
TEATRO
Creo que volvimos a casa, de la escuela, con una entrada para el teatro, en realidad un vale descuento y que Don Juan nos dijo que merecía la pena el ir, pagar, escuchar y aprender, y lo que decían los maestros iba a misa… así que fuimos, no a misa, al teatro…
Los maestros entran gratis se decía en la cola, hombre aquello no me cabía muy bien en la cabeza, ellos que tenían dinero, pasaban gratis y nosotros pagando, seria aquel disparate verdad… el caso es aquel dinero aquella entrada fue muy bien gastado, invertido seria la palabra.
Habían montado el teatro de la nada, en la cerrada… solo de verlo me quede maravillado, levantado paredes enteras y un tejado no de tela como el circo si no de madera… parecía de verdad, parecía que llevase ahí construido toda la vida… y era enorme, parecía no tener fin… Al entrar de la luz a la oscuridad y al fondo de nuevo la luz del escenario, con los maestros ya en primera fila, la sensación de estar en otro mundo era total, caminabas por el pasillo sobre una tarima de madera hasta que buscabas tu lugar entre las sillas ya sobre la hierba del campo verde de la cerrada de Sancho… si caía en ese momento el diluvio, allí moríamos todos…
Era una función para niños, tal vez por la noche o más tarde fuese otra la representación, aquella tarde vimos la versión teatral de Marcelino pan y vino… con su pequeña estrella, con su niño actor incluido, el Pablito Calvo de turno, resulto algo increíble, casi mágico, como el mismo milagro final con el cristo del decorado moviendo la mano, que aún hoy en día, no acierto a saber cómo lo hicieron si no gracias a un milagro.
Al acabar, fascinados como estábamos por todo, por la obra, por el teatro, por el pequeño actor, nos dejaron acercarnos al escenario, subir y ver por nuestros propios ojos el milagro.


CHOQUE
EL choque generacional fue inevitable, Doña Pilar con respecto a lo que estaba llegando al Barrio parecía como sacada de otra época, anterior incluso a nuestras abuelas, “redios, esta sí que es más gitana que yo”, decía la Carmen, mientras mi abuela, decía algo así como “copón bendito, más que maestra parece monja, no para de pasar a casa a pedir esto y lo otro… si sigue así, si no para, habrá que mandarla a Luco o echarla al rio”, “Pues al rio con ella, que se joda”. “Si niña, al rio con ella y con su madre, que te crees que me ha dicho esta mañana barriendo la calle, que tu como estas sorda, solo te enteras de lo que quieres… La semana que viene se trae a su madre, que si nos podremos ocupar de ella”. …” No me jodas, que te ha dicho eso”.
Doña Pilar afortunadamente aún vive para contarlo, no termino en el rio, aunque más de una vez y dos lo pensarían y se arrepentirían de no haberlo hecho, a buen seguro a la Carmen, en la Fuente del Bosque, lavando la ropa, se le paso por la cabeza, pero entre sorda, la pata galana y lo grande que era la maestra, el remedio era peor que la enfermedad, y dejar pasar el tiempo la mejor solución…
“Yo al menos dos cosas les puedo decir, la una que no tengo vergüenza, porque se nace sin ella, y si, es verdad, estoy gorda, por que como, esa es la otra”
Doña Pilar ella ejercía de maestra las veinticuatro horas del día, dentro y fuera de la escuela, y nos trataba como si fuésemos, a grandes y pequeños, sus alumnos…por cierto, nunca me dio clase. Había en ella algo sorprendente, que hizo que todos se pusiesen de su parte, pedía a todas horas, esa era la verdad, pero daba tanto como pedía, y se empeñaba en enseñarnos de todo a cualquier hora, hablaba y dejaba hablar, escuchaba a todo el mundo, y siempre parecía estar del lado del más débil y sobre todo de las causas perdidas o imposibles, en clara sintonía con el resto del Barrio.
Pero coñe, como es que no saben ni leer ni escribir, ya sé que los suyos eran otros tiempos, pero han pasado ya muchos años para que sigan igual, vale ya de lamentos, esto lo arreglo yo en cuanto ustedes estén dispuestas, y si no mi madre, un rato cada tarde y en cuatro tardes les enseñamos a todas a leer y escribir y las cuatro reglas de los números… Que no pudieran aprender en sus años, no quiere decir que ahora no puedan, y estos también son hoy mis años… Miren mi madre, ¿mama, cuénteles como aprendió usted y a cuanta gente ha enseñado?


DOÑA PURA
Doña Pura era una abuela como cualquiera de las nuestras, de modo que sabía cuidarse, pasaba largas temporadas en el Barrio y cuando se cansaba se marchaba a su piso de Zaragoza, no creo que llegase a medio metro de estatura ni que pesase más allá de un par y tres cuartos de arrobas, “ si, yo a veces, también me pregunto cómo he tenido una hija así, como ha podido salir de mí, pero es que tendrías que ver al padre, lo flamenco que era. Lo de la falta de vergüenza es cosa mía, lo otro del padre”
A veces madre e hija pasaban más tiempo en nuestra casa que en la suya… ¿Pero Señora Rosa, se da cuenta usted del frio que hace, deje que me siente, que no tengo prisa alguna por volver a mi casa, para el verano van muy bien, pero ahora en la calle se está mejor que en mi casa… a quien hizo estas casas, había que … iba a decir una barbaridad, caparlo sería poco… Esa estufa que tiene usted en el cuarto, hay que ver lo que calienta para la poca cosa que es, … aunque el carbón es caro, he de mirar donde está la chimenea y poner yo una, en el tejado esta, pero no sé dónde va a parar, abriré el hueco, pero esto de la gloria en la cocina, Señora Rosa, eso es una maravilla, yo no lo conocía, si algún día tengo una casa, me pondré una gloria, deje que me descalce y le cuento de dónde vengo y lo que he de menester, y usted madre, deje ya de darle a la sopeta…”
EL CENTRO
Ni que decir tiene, el porche de Doña Pilar, ella misma, empezó a ser el centro de todo y de todos, allí el sol de mayo parecía calentar más, y la luna de agosto ser más fresca… y hasta el cuarto de la fría casa nos sirvió de cobijo alguna que otra vez a todo el Barrio.
Un invierno de aquellos la parroquia organizo por calles, el motivo es lo de menos, ya lo he olvidado, unas jornadas que consistían en reunirse los vecinos una vez cada tanto durante un tiempo, con el fin de hablar de lo divino más que de lo humano, y así, ir ganándonos el cielo, Doña Pilar debió presentarse voluntaria ante la iglesia y no tardo en invitarnos a su casa el día señalado, el primero de unos cuantos.
Con ella ejerciendo de maestra de ceremonia, se trataba de seguir el guion establecido, una lectura y a continuación jóvenes y viejos debatir… Ni que decir tiene, que, como católicos, apostólicos y romanos, el tema nos apasionaba, y aquel con el que dieron comienzo las reuniones aún más… Doña Pilar siguiendo el guion comenzó a leer la historia que debía dar origen al posterior debate y reflexión, una de esas narraciones de la biblia que tantas veces hemos oído, en torno a padres, hijos, abuelos, tíos, hermanos, en un lio tremendo de parentescos… ¿Que os parece?, dijo cuando termino de leer.
Lógicamente si estábamos allí, todo el Barrio, desde el Rabal al Cuartel, era por ella, por no saber decirle que no, y no precisamente porque nos apasionase el tema, así que la callada por respuesta fue lo único que encontró, si bien ella, nuestra anfitriona, curtida en mil épicas batallas, estaba más que acostumbrada al incomodo silencio de los alumnos y trato de animar al entregado auditorio, venga, cualquier cosa les servirá a los curas… decir lo que queráis y yo apuntare…

CATOLICOS, APOSTOLICOS Y ROMANOS
Coño, dijo mi abuela, es la misma historia que cuenta usted Doña Pura, de aquellas mujeres que eran madre e hija, de por allí de aquella otra parte que iban de fiesta en fiesta por los pueblos, de cómo empezó, y de como acabo…
¡Ah¡, si claro, dijo Doña Pura desde un rincón, como no había caído, la historia de las putas, ahora mismo os la cuento, no había caído, pero exactamente lo mismo que nos acaba de leer mi hija.
¡Por dios madre, no lo cuente! Esto es religión Grito Doña Pilar en vano, fuera de si.
Deja hablar a los mayores, todo es religión… y ante el alboroto y expectación general, Doña Pura nos contó la historia…
Para que vas a decir que trabajan en sus labores, como todas, o en el oficio más antiguo del mundo, si todos sabemos que queremos decir putas, y que hay de malo en ello, cuando el hambre aprieta y no hay otra cosa… que vas hacer, robar, matar, siendo cristianos, pues no… hay que ser muy mala persona, para hacer maldades así, y por supuesto no creer en dios, te haces puta y punto… Eran madre e hija, y yo las conocí y aquí el que más y el que menos ha sentido la historia alguna vez, y se dedicaban, no diré nada, a ir de fiesta en fiesta, de pueblo en pueblo, cuando había algo que celebrar y la gente iba y venía, y seria al acabar la guerra, cuando la madre y la hija en una de tantas fiestas, en un pueblo que no diré, por lo que fuera, salieron las dos preñadas, que también era menester mala suerte, o ser tontas, porque medios siempre ha habido, que a una aun va, un accidente, le puede pasar a cualquiera, pero, a las dos.. una tragedia, se les acababa el pan, de que iban a comer, si no podían trabajar, vamos que por un tiempo no podrían enganchar faena alguna, y tú que tal y esto y lo otro… y así hablando, resulta que las dejo preñadas el mismo, así, que al final le echaron el lazo…
Pero claro, hija, dime si todo esto, no es lo mismo que nos acabas de contar,… porque luego, esa es otra, y con quien pensáis que se emparejo el hombre, con la madre o con la hija, y esta es otra, el hijo de la madre, era hermano de la hija preñada pero también, hermano del hijo de la hija, así que madre e hija tenían un mismo hermano, pero también si… El debate que siguió fue verdaderamente apoteósico, y acabamos a las tantas, rendidos de tantas vueltas como le dimos a la cosa, y de tanto como nos reímos… “Mama, la próxima semana, te quedaras sentada ahí detrás de la puerta y no hablaras”. Hija, hemos hecho corto de pastas.
CON FALDAS Y A LO LOCO
La transición de aquellos días, todos los sabemos, termino en democracia, y su llegada al Barrio paso sin pena ni gloria, dado que de una forma o de otra, la vida allí siempre había transcurrido de un modo apacible, al margen de todo, hacienda sin amo tal vez, pero con cada uno haciendo lo que le tocaba, mientras eso de la libertad, siempre fue un concepto discutible y discutido que decía aquel a propósito de todo.
Por de pronto, la democracia a la vez que el destape trajo algo que volvió locos a nuestros padres… pero que cojones es esto, encima, vamos a tener que pagar…Llego la declaración de la renta, y eso para quien con cuatro pesetas ya creía tener un duro, supuso toda una tragedia, si esto es la libertad, que venga dios y lo vea…Bueno, quizás dios, no, pero esto con el otro no pasaba… Así Doña Pilar viese obligada a salir del Barrio en busca de la solución final a la tan ansiada libertad acorde con los nuevos tiempos donde todo eran prisas y más prisas…  Valero, en la otra esquina del Barrio, dejo de vender bicicletas y creo hubo de comprarla en el Rabal, allí frente al Churro.
Pronto el hecho transcendió de tal manera, que la imagen de Doña Pilar en bicicleta, a toda pastilla, y como el circo, al frio y al calor, recorriendo el pueblo se convirtió en todo un icono de la libertad de aquellos tiempos… solo la bocina, le quitaba el sueño de vez en cuando… “Estos chicos, me la han vuelto a quitar, por no decir robar, que lo hacen sin maldad…voy a tener que darles un buen repaso en matemáticas. Ahora que candado no le pongo, la bici no se la llevan… todo sea que un día me toque comprar otra”. Aun hoy, imagino, debe tener el record de kilómetros útiles, por llamarlo de alguna manera, recorridos en el pueblo, a clase, a comprar, al médico, a misa… y vuelta a empezar… Con faldas y a lo loco, no se le ponía, nada por delante… quien se lo iba a decir, hoy gracias a ella, se venden más bicis que coches…
EL FIN DE LOS DIAS
Casi uno tras otro, aquellos maestros fueron dejando el Barrio, y sus casas quedaron vacías, ley de vida, allí solo estaban de paso, y no era un sitio para vivir, no eran propietarios y tarde o temprano debían marcharse, en Calamocha ya por entonces parecían construir pisos y casas a pasos agigantados, y todos compraban y se marchaban.
Don Juan se fue allí, a aquellos pisos frente a los cuales un día mi Tío Jesús paro el coche y Calamocha me deslumbro, allí donde vivian las chicas más guapas del universo, las hijas del Sr Lagunas, aun fuimos algún año a llevarle las patatas con el carretillo. Don Ángel y Doña Aurora se marcharon detrás del Santo Cristo, allí frente a la noguera de la Mina, en la era del Patre, refugio del rabal entero, mientras el resto encontraban su nuevo hogar ya en el Peiron.
El silencio se apodero del Barrio, en unos meses, las casas vacías, empezaron a llorar, comenzando por las puertas, de madera verde, había que pintarlas todo los años, lo mismo que las ventanas, comenzaron a descorcharse y perder color volviéndose de un verde grisáceo lúgubre, a la par que el cemento de los porches, se agrietaba y pudría, el brillante porche de Doña Encarna, se torno viejo de repente, ya nada era como antes, las aceras se cuarteaban y de vez en cuando los registros del agua se volvían locos o se helaban y todo se inundaba, … y las noches de aire, las ventanas se abrían y golpeaban una y otra vez contra el marco retumbando por todo el Barrio… era el fin de aquellos primeros días en que me asome a la puerta. Todo había cambiado ya tanto, hasta mi abuelo Casimiro, se había trasladado a vivir a la Cañadilla el resto de sus días, una tarde de mayo, cumpleaños de mi abuela Rosa. Debió pensar que aquello era una idea genial, un gran regalo para mi abuela, dejar de fumar definitivamente el día de su cumpleaños.
LAMENTO
Tras la marcha de la mayoría de los maestros, las casas quedaron vacías, y el Barrio en silencio perdió una gran parte de su ser, Doña Pilar, Doña Ascensión y Doña Josefina, permanecían, aquella circunstancia no había pasado nunca, desde que comenzaran a ocuparse un par de décadas atrás, así cuando una casa quedaba vacía, porque algún maestro se marchaba, en unos meses, venia otro a ocuparla.
Ahora, aseguraban, era bien distinto, aquellas casas en realidad no eran de nadie, y acabarían muriendo de viejas en plena juventud, los tiempos habían cambiado, y aun siendo gratis, nadie las quería, quien iba a meterse allí, a joderse de frio y a tirar las perras en cuanto hiciese una mínima reforma, quien sabe si no terminarían hundiéndose, en unos años, las casas, cuando se dejan vacías, ya se sabe, y más en Calamocha donde no tardan en morir de tristeza y frio, y así pronto los corrales se llenaron de árboles, pájaros y gatos.
Una pena que unas casas tan nuevas se abandonasen por no ser de nadie, por no gastar cuatro duros en ellas, en unas buenas ventanas, en algo de calefacción… No eran buenas ni regaladas, esa era la conclusión, y ya nadie las quería, si llegaba algún maestro prefería pagar un alquiler en cualquier piso y pasar el invierno caliente.
EL GOLPE
Una tarde noche, de golpe todo cambio, y a la mañana siguiente en medio de la sorpresa generalizada el Barrio apareció ocupado por la Guardia Civil, para nosotros aquello fue poco menos que el fin del mundo o cuando menos del Barrio.
Vimos con resignación como descargaban muebles y trastos, familias enteras de Guardias Civiles dispuestas a ocupar las casas de los maestros, nuestros porches, nuestra calle, habían venido para quedarse. Entre todos nosotros mayores y pequeños, chicos y chacos, cundía la desolación, ahora si, no solo el Cuartel, también el Barrio pasaría a ser suyo, por la simple razón matemática de que eran muchos más que nosotros, los críos, empeñados desde el principio en mostrarles el camino, cuál era su sitio a la hora de sacar un balón a la calle, a nuestra calle. Sin embargo, desde el primer día cruzaban al cuartel a la hora de jugar, pasaron de nosotros, esa es la palabra.
Rosa, ande estas, has visto la que tiene preparada esta gente en la calle, vamos hombre no me jodas, que manera de tocarnos los cojones, sentiste el trajín ayer noche,… de prisa y corriendo a ver las casas y ya están haciendo el traslado, y nos parecía a nosotros que estas casas no las quería nadie ni regaladas, pues ahí están los pobrecicos de los civiles, para meterse a vivir que ellas, esta gente no le dice que no a nada, pero, chica, que no habrá gente necesitada en el mundo, que no tendrán perras los  civiles para pagar un alquiler como hacen los maestros.. mecaguen el copón bendito, …A mi ver van a tirar el cuartel viejo para hacer más instituto y no tienen ande meterse.
Venga maña no me jodas, y ya para siempre, redios que sanantonada, pero si en el cuartel se conoce que están la mitad de casas vacías… Mi abuela Rosa se mostraba igualmente desconcertada y mostraba así su desolación. Esto cosa de los del ayuntamiento que tienen las mismas faenas que los civiles, ninguna. Bueno, que le vamos hacer, si mandáramos nosotras, tú le pegabas fuego a tu casa, yo a la mía y ardíamos todos, pero no lo vamos hacer, habrá que tirar para adelante… Y que, son todos andaluces, buen invierno les espera…
De ande coño quieres que sean, pues de allá abajo, yo ya he estado charrando un rato grande con la que se va a meter en la casa de Don Juan,… muy poca cosa, ella, siete churumbeles me ha dicho que tiene, chica yo no sé esta gente, si es que tiene pocas faenas, o es que no sabe,,, de los sietes, dos le nacieron en el mismo año, tócate los pies maña… anda no me jodas, ningún mellizo, que salada que es y lo que me he reído con ella, muchismo… ya le he dicho que si quiere huevos, tenemos gallinas, y patatas lo mismo, y de verde todo lo que quiera, hasta regalao lo que los tocinos no quieran, pero me dicen que son de leche y sopa, ya sabes la gente de por allá abajo, así que la he mandado a casa la Teresa,…. Luego le he dejao bien claro que en las portaladas no se juega al futbol, ni se aparca, que los coches los metan al cuartel, y que favores si puede ser, que no pida… De todas formas maña no padezcas por ello, a lo que te des cuenta ya no estarán y las casas se hundirán, se ve que en el cuartel están arreglando los pisos, y en cuanto estén se meterán a vivir con los suyos y además esta pobre de la casa de Don Juan no piensa en otra cosa que no sea en volver a su tierra, y también me ha dicho que ahora son no sé cuántos guardias, pero que de aquí a unos años, no va a quedar ni el apuntador, que parece que no los quieran en ningún lado, yo ya le he dicho, que aquí en el Barrio bien a gusto se pueden quedar y vivir, que aquí queremos a todo el mundo…Al final hasta me ha dado pena, en unos meses se habrán ido todos. Que moza más maja, y siete churumbeles, si yo fuera su padre le habría metido alguna que otra hostia de pequeña para que pusiese cuidado en las cosas.
Continuara y acabara en el Capitulo 3