CRONICA DE LA VILLA DE CALAMOCHA AÑO IV
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Sábado 14 de diciembre de 2024 (-3.9ºC)
Cuatro Estaciones de José María Marco Pérez
Editorial Círculo Rojo
2024
En 1970 se estrenó la película de
Carlos Saura El Jardín de las delicias en algún momento del rodaje un
pequeño tren con ritmo pausado y sin detenerse, parsimoniosamente paso
por la Estación Calamocha Vega, la Vieja, para que todos nos entendamos,
asomado a la ventanilla, el recordado gran actor José Luis López Vázquez saludo
a la madre del autor del libro, quien se había vestido de un modo elegante
esperando que por alguna razón el tren se viese obligado a parar. Pero no fue así.
El jefe de estación, el padre y esposo no encontró escusa alguna para hacerlo,
no hubo suerte.
El libro recoge los recuerdos de la
niñez vivida por su autor en cuatro estaciones de tren, entre ellas la estación
vieja de Calamocha 1969-1971 Medio centenar de páginas, son las que dedica a su
vida en la villa y que conforman un pequeño tesoro, las vivencias de un niño
que estaba despertando a la vida.
La vida en la estación, el huerto, el perro
del guardia cojo, el Castillejo y sus cuidadores y veraneantes, la EFA, la Casa
de Ejercicios, las Escuelas Viejas, con don Leandro despertando a la vida allí mismo
en su primer día de clase cuando los llevaron a la iglesia al entierro de un
compañero, (Pepito, muerto de cáncer de huesos) el curso que paso en los frailes
en Burbaguena, “ en un ambiente destendido, todo cariño y delicadeza, una
fiesta continua”, los viajes en tren con sus “buenos” amigos del Poyo y Fuentes
Claras ida y vuelta cada día, ellos le dieron el título de “calamochino”. la
semana santa, el cine, las fiestas de San Roque, las peñas, los toros, nadar en
el rio, pescar las noches a la fresca cuando sacaban el sofá para ver la tele
desde el andén… ver de tal modo la llegada del hombre a la luna debió ser algo
tan extraordinario para su familia como para los mismos astronautas.
Un recuerdo muy especial de Doña Pili,
la maestra de párvulos de su hermano y varios recuerdos de su amigo el Zagal
del Molino, el escultor Luis López Gómez, a quien ayer le pase un par de
pantallazos y tras varios wasap acabamos hablando por teléfono … Y otorgándole al
autor ya de un modo serio y oficial el titulo de Calamochino. Luis, no paraba
de recordar tras lo leído, estaba realmente emocionado.
Me quedan un par de estaciones por
leer, así que vamos allá… Muy recomendable.
1 comentario:
Buenas tardes, Jesús. Encantado de leerte y de ruborizarme por tu elogioso artículo. No imaginaba llegar a poder contactar con el bueno de Luis. Escribí al Ayuntamiento de Calamocha para presentar el libro y me respondieron con un indeterminado para 2025. Me haría mucha ilusión esa presentación y la haré cuando la consideren oportuna. Si alguien está interesado en contactar conmigo, mi correo es jmmarcoperez@gmail.com
Muchas gracias por tus cariñosos comentarios
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