Recuerdos de Torrijo
Habla mi madre:
De
todos los hermanos, el abuelo era el mayor, su padre, la verdad, murió muy joven, se quedaron solos, la madre, los hermanos, todos
chicos y la “tontica”,… de la que nunca recuerdo muy bien ni el
nombre, si Pilar o qué, ni el parentesco.
Puede ser que fuera, hasta
hermana de su madre, de mi abuela, de esos hermanos que se llevaban
motones de años, de esos hijos que se tenían a última hora, de
modo que los sobrinos eran más viejos que los tíos, el mundo al revés,
que un día fue la norma de cada casa, mi padre seria el sobrino y
ella, más joven, la tía…
La "tontitca" apenas sabía hablar, apenas, podía
andar, y solo quería estar con su maño el tato Casimiro, y él se
desvivía por ella, le hacia reír, y le llevaba a cotenas por
Torrijo los días de fiesta. No tardo en morir…
El
abuelo salía de casa a buscar el jornal y según como se le daba, se
pasaba varios días sin volver, ¿Ande estará el Casimirin?, por ahí
haciendo faenas, un día en una casa, otro día en otra. No había
cuidado, rastros no hizo nunca, su madre, la Abuela Emilia,
no pasaba pena. Al revés, sabía que cuando volvía a casa, traía
alguna perra.
Aunque, eso si, la abuela Emilia no le quitaba ojo al camino de Monreal, pues los
frailes se lo querían llevar para que aprendiese las
letras y los números… y si no encontraba nada en ninguna casa, o
si le daba por pensar y se le metía en la cabeza, que sin saber
letra, nunca sería nadie, se escapaba a los frailes… y la abuela
al echar en falta el jornal, enderezaba cara Monreal y lo traía
llorando. "Dejelo con nosotros al torrijano, al primero de la sección…" Le decian los de las sotanas
(Pero
todo esto, ya te lo he contado muchas veces. Sí,mama, pero resulta bonito
oírlo)
(En el retrato, único que hay de él en Torrijo. El del centro)
El
saber quedaba para los hijos de las casas grandes, y esos, casi nunca
tenían ganas de verse. También para los hermanos pequeños de las casas pobres, si querían estudiar y podían, y en Monreal se podia, y en su casa asi lo entendían pero si había ocasión de ganar alguna perra, el saber, podía esperar. El comer no. Seria el Victor el pequeño quien estudiaria. Uña y carne el mayor y el pequeño.
Al Casimiro querían en todos los sitios, pero en especial, en la Casa Grande que
estaba a la entrada de Torrijo… Venga calamochino, (sus padres ya
lo sabes, habían llegado años atrás desde Calamocha y antes desde Odon) en cuanto
escampe, remueva la tierra, y haya tempero, te vienes a labrar.
Seguramente aprendió a labrar, a la vez que andar, a labrar de
prestado, pues en casa no tenían ni tierra, ni animales.
Salían
a labrar las tierras de aquella casa, el Casimiro y el hijo del amo,
más perro que la chaqueta un guardia, no quería ni trabajar, ni
estudiar, era mayor que el abuelo, pero estaba claro quien mandaba
allí. Casimirin, con diez, doce años que tenía, "llevátelo a ver
si le enseñas a trabajar y haces de el un hombre, hoy te llevas el tiro de tres
caballerías, y labráis cuanto podáis a quita caballo, y hasta la
noche no os quiero ver, ahí tenéis la alforja con la bota y la
merienda". Y tú, le decía al desustanciado del hijo, trae aquí las
perras que llevas, que no te van hacer falta. Y se iban los dos a
labrar.
Labrar
a quita caballo era enganchar dos machos al tiro, y labrar un par de horas, luego desenganchar uno, enganchar el otro, y seguir labrando, y
así, enganchando y desenganchando labrar todo el día, todo el santo
día detrás del arado se pegaba el abuelo, pues el hijo del amo, no
quería trabajar, pero el abuelo, que de tonto no tenía nada, y hacia lo
que le mandaban así que con las perras por delante, le sacaba lo que
podía al hijo del señorito, perras que el padre no le
había encontrado y el uno a labrar y el otro a la sombra y a darle a
la bota, hasta que se hacia la hora de volver al pueblo…
Se cambiaban la ropa, y así el amo se quedaba
contento de ver lo que había trabajado el hijo al verlo llegar con
la ropa sucia y sudada. Venga Calamochino, echa un bocado y ordeña
las vacas… y allí mismo, rendido se echaba a dormir al calor de las
vacas después de ordeñarlas y hartase de leche, para al día siguiente salir a labrar.
El
abuelo, como aquel que dice, jodido pero contento, se sacaba el doble
de jornal, todos salían ganando, aquello no era el paraíso, pero
casi, lo vino después, ya sabes… sin tener nada de tierra,
el trabajo no le faltaba, entonces, ganar algo, para comer y poder
guardar para comprar tierra de uno, era soñar despierto, nunca podría
comprar nada y menos en Torrijo… lo haría en Calamocha, tras años
y años de ir a matacaballo, …
Y si de zagal veía que no podría
salir nunca del amo, cuando acabo la guerra y tuvo que labrar no con
caballerías, si no con bueyes, debió de padecer una barbaridad…
aquellos años de Torrijo donde aprendieron todos a labrar, le debían
parecer entonces un sueño…menos mal que siempre fue alegre, y
nunca se vino abajo, porque si echa a darle vueltas a la cabeza,
había pasado el tiempo y la cosa había ido a peor.
Madre
mía, pobrecico, pues no les costó pocos sufrimientos ni nada, salir
hacia adelante, toda la vida de aquí allá, de sol a sol, para poder
luego comprar algo, labrar tu tierra… después de haber labrado
todo Torrijo, toda Calamocha y Valencia entera y verdadera de arriba
abajo.
Durante unos años, con su otro hermano el Pedro, que ya sabes vivia a su aire en la casa del Hospital de San Roque, se bajaban a la
albufera a labrar campos de arroz,… Dicen que eran la
admiración de la huerta, y que hacían los dos, lo surcos más
derechos que una vela, sin cordel, como hacían los del Reino… y el
señoret les decía, no seáis tontos bajaros a Valencia, quedaros aqui. El hermano
al final un año de aquellos, dejo San Roque y se bajo, pero el abuelo no quiso dejar su tierra.
Aún
recuerdo el día, en que revolviendo en el granero, en la falsa, dio con el yugo de
labrar con el tiro de bueyes,… abrió la gloria y le pego fuego.
Mal ha de ser que lo necesitemos. Dijo
De Los Años
de la Cazalla.
Labrar a Quita Caballo, la vida a matacaballo.
San Isidro 2016
A Rosa
Olvido
¿Y tú como sabes todas esas cosas?
Os las oía todos los años
¿A nosotros?
Vosotros, me las habéis contado
¿Y no se te olvidan?
Claro. Más de lo que quisiera
Casi todo lo que os he escuchado
Ya no logro recordarlo
Por eso escribo
Lo poco que nos queda
Mayo
ASI que hoy es su cumpleaños
Si
¿Quieres saber más cosas?
Si
Hoy es el día que murió tu padre
¿Si?
Hoy es el día que tu madre cumplía años
¿Si?
Hoy es el día que murió la madre de tu padre
¿Si?
Seguro hay más, pero no lo recuerdo
No
A mata caballo
PERO maño,
¿Cuántos años dices que ha hecho?
Sesenta y siete
¿Seis y siete?
Bingo
Si, ¿ya lo sabes?, ayer nos lo llevamos
¡Qué poca gente va ya a los jubilados!
Pero escucha: Te los habrá dicho mal
No puede ser que mi prima
Sea tan vieja
Sumas y restas
Saca la cuenta si quieres
Si a su hermana le llevo cuatro
Y a ella, ahora, no se cuantos
Sabes que puede ser
Que tenga mi prima razón
Y sea verdad lo que dices
Que hace sesenta y siete años y
Nació en Navarrete
En la calle del Horno
¿Eso lo sabias?
No cale darle más vueltas
Ahora entre la familia
El tiempo pasa
A matacaballo
Si
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