martes, 5 de abril de 2011

La Vela del Granero.

Cada dos por tres, lo normal en aquellos años, era que la luz por una u otra causa se fuese. 

Hace unos días, también se fue y resulto inevitable recordar, toda una serie de cosas que para mi parecían olvidadas y para ellas constituían una autentica novedad.

“Se ha ido la luz, qué hacemos”. Gritaron.

Ya volverá, todo vuelve en esta vida, para bien y para mal. Ahora subo al granero a por la vela… Les dije.

Oye, que no tenemos granero.

Una pena que uno en esta vida, no se pueda tener de todo

 
Hace años:

Redios que sananatonada, otra vez se ha ido la luz, y la mala puta esta, pues que no va la jodida, será desustanciada, si no hará ni dos meses que compremos la pila de petaca en Serrano, pues creo que me jodio cuarenta pesetas, y ya no va, … O será cosa de la linterna, pero no niña, que funcionaba…. Chica calla, voy a subir al granero a por la vela, que esa no falla. Jodete.

Para encender la gloria, la estufa, la cocinilla y por si en algún momento había que pegarle fuego a algo o  alguien,  mi abuela, como todas, llevaba siempre en uno de los infinitos bolsillos que tenían aquellos delantales con los que vestían, una caja de mixtos, de la fosforera española…. Cerillas sin más. 

Las cajas vacías, eran realmente útiles a la hora de hacer toda clase de manualidades, principalmente muebles a escala de los madelman, clikcs, arganboys y demás familia.

Al momento bajaba como del cielo, rodeada de un aura celestial, a la luz de la vela, entre luces y sombras, en una mano la botella vacía de coñac 103 a modo de candelabro y con la otra agarrándose a la barandilla, tratando de no partirse la crisma.

Ale, vamos al contador, deja quitar los plomos, … (el trozo de alambre que dejaba pasar la luz, estaba intacto, … otras veces se rompía, se quemaba, y había que poner otro, que descansaba ya preparado sobre el contador de 125 voltios, para tales menesteres) redios, pues está todo bien.

 Venga asomaros a la calle a ver si hay luz en casa la Moracha o de Perico,… Medio barrio estaba ya asomado a la puerta, buscando la luz … Nada, ya la mandaran cuando quieran, la habrá quitao el Tio Cachurro en el Salto, … o de donde venga ahora.

Hoy, como ayer, … hemos vuelto a lo mismo, se va la luz, y no puedes hacer nada, solo esperar. Cualquier tiempo pasado fue mejor.



Olvidar la linterna y venir, vamos hacer un candelabro y lo dejaremos a mano, para cuando se vaya la luz, lo cual parece que sucederá cada vez más a menudo. 

Recordé que días atrás me había dado pena tirar una botella vacía de Retacia, devenida en la última bandera del calamochismo puro más recalcitrante, por así decirlo, recuperamos al tiempo una vela de cera natural mercada estos pilares en la plaza Los Sitios de Zaragoza, … y ya se puede ir la luz, que ahi estara la botella de Retacia, encima de la nevera, para echar mano de ella. Lo dicho, una pena no tener granero.



Venga, mientras nos devuelven la luz, hacerle fotos, que son gratis, …bueno casi, que gratis, a mi ver pocas cosas hay.

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