martes, 24 de marzo de 2009

La Burra Ciega.




O de cómo el más listo, caprichoso y fanfarrón del pueblo creyó por un momento haber engañado a un joven Tratante.

Tratante, por otra parte, que si bien joven, era de esos de la blusa negra de capador que sabían mas que los ratones de campo coloraos.

Era Perico, quien lo contaba cuando la vida le daba una lección a uno, entonces aprovechaba para recordarnos la historia de la Burra Cierra, y lo hacia en aquellas noches de verano, cuando tras la cena salíamos a la fresca.
Allí, sentados en la acera del barrio que devolvía el calor del día, noches donde el tiempo parecía pararse y que nada iba a cambiar, que siempre íbamos a estar allí tomando la fresca las noches de verano, escuchando sus historias, las de Gargallo, la Moracha, Doña Pilar….

Contaba Perico:

Recuerdo que hace años vinieron unos Tratantes que acamparon ahí en el Molino, junto al Puente Romano, era yo zagal asi como vosotros, y en verdad si mi acuerdo de esto es porque mi padre que es quien lo vivió de mozo, ya me lo contaba.
El caso es que esos Tratantes no habían venido nunca, y llevaban unas caballerías, pero buenas de verdad, toda clase de animales, machos, burros, mulas, bueyes, que aun quedaba alguno que labraba con bueyes, coño, más de uno.
Claro se armo un revuelo en el pueblo, todos allí a ver, a comprar, a vender, si lo que pasaba entonces cada vez que venían, …por que no había tiempo para nada, perras tampoco, pero, había que aprovechar la ocasión, porque irte a buscarlos si tenias necesidad si, pero sino había que aguantar hasta que viniesen.

Así, que el mozo este, que era caprichoso como el solo, enseguida que vio a la mula en cuestión, con la planta que tenia el animal, mula que por cierto, la tenían apartada, y es que a mi ver o no la querían o no podían venderla, el caso es que le echo el ojo, nunca mejor dicho, y claro el Tratante se acerco y echaron hablar:
“Coño ese animal que ojos mas raros tiene”, … en fin, que algo le vio el fanfarrón pero no sabia que, y el Tratante que lo vio, le dijo “la mula es bonita, pero es que esos son ojos son únicos, los mas bonitos que hayas visto en un animal, ¿quieres verla trabajar?”.

Y cogio el Tratante, la madre que lo parió, saco al animal del redil, habían cruzado el Jiloca con dos tablones a modo de un puente y le hizo pasar por ellos. Vamos que se quedo todo el mundo con la boca abierta.


Así que el Tratante desde el otro lado del río, le dijo “no veras otro animal como este, de dócil, trabajador, y obediente….y mas bonito tampoco, ahora que este no se vende, que es caro, por que lo vale, y por que no esta en venta”.

El caso es que no le mentía el hombre, por que no había otra mula igual, pero le falto tiempo al otro para contestar, porque era un fanfarrón de tres pares de cojones.

Así que se echo mano a la cartera y le dijó, “el dinero no será problema”

“Pues venga usted mañana a por la mula, al hacer ponerse el sol, dejemelo estos días para que lo vea más gente, y cuando nos vayamos del pueblo se lleve al animal” Le contesto el Tratante.

"Trato hecho"

Ah copon, querer engañar a un Tratante, pensando que te da duros a cuatro pesetas…el caso es que hasta un par de días después el muy zoquete no se dio cuenta de que no veía el animal.
Y como cojones harían los Tratantes parar enseñarle andar por encima los tablones, …se las sabían todas.

A ese entriparrao si que le metió su padre una paliza como a un macho aquel día, vamos que se oyó en todo el pueblo, vete a buscar a los Tratantes, vete…ya estarían en Valencia. Querer sacar tajada de un Tratante.

Dicho de otro modo, hay que evitar que te vendan la moto…que se aprovechen de ti, el querer aprovecharte de los demás… el fanfarronear, …

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