Pie de Foto
En la foto mi abuela y otras muchas entre fogones, el día de la boda de la Encarna
La Primera, en concreto, es la Tía Matea, un poco la abuela de todos a uno y otro lado del Cuartel. Nos dejo hace unos meses, para reunirse con el Tío Cachurro.
Recuerdo que en el entierro del Tio Perico, el Tío Cachurro dijo en tono sentencioso, “de todas formas, yo también ya no se que hago aquí, por que ni veo ni siento, ni puedo tatear,”…a lo cual Gargallo, le contesto sabiamente, “que tendrá que ver eso para comer y escapar”… “pues también tienes razón, que gana tengo muchísima y no se me va ni comiendo”.
La Primera, en concreto, es la Tía Matea, un poco la abuela de todos a uno y otro lado del Cuartel. Nos dejo hace unos meses, para reunirse con el Tío Cachurro.
Recuerdo que en el entierro del Tio Perico, el Tío Cachurro dijo en tono sentencioso, “de todas formas, yo también ya no se que hago aquí, por que ni veo ni siento, ni puedo tatear,”…a lo cual Gargallo, le contesto sabiamente, “que tendrá que ver eso para comer y escapar”… “pues también tienes razón, que gana tengo muchísima y no se me va ni comiendo”.
Seguro que en aquellos tiempos de la foto, aunque no tanto como ahora también habría sus tonterías entre plato y plato
Algún valenciano trataría de restarle meritos a la paella de mi abuela:
“No esta mal, pero claro en confianza he de decirle, que ni de esto ni de aquello ha de ponerse a la paella, por no decir que le falta, bueno, es igual, que aquí no tienen… y la leña esta bien, pero mejor si es de naranjo, y el agua claro, el agua de Valencia es la que le da el punto, no es como la de aquí”.
A lo cual, mi abuela, que hablaba valenciano, y que había sido cocinera antes que monja, por decirlo de alguna manera, lo miraría, se reiría y no diría ni res…
“Ve, señora, en cambio, el pollo ese que ha preparado con tomate, pimiento y cebolla, eso si que esta de categoría”
A lo cual, mi abuela, lo miraría, se reiría y no diría ni res…pero pensaría “redíos el tío el copon, si supiese que se esta comiendo una gallina culeca”.
Algún valenciano trataría de restarle meritos a la paella de mi abuela:
“No esta mal, pero claro en confianza he de decirle, que ni de esto ni de aquello ha de ponerse a la paella, por no decir que le falta, bueno, es igual, que aquí no tienen… y la leña esta bien, pero mejor si es de naranjo, y el agua claro, el agua de Valencia es la que le da el punto, no es como la de aquí”.
A lo cual, mi abuela, que hablaba valenciano, y que había sido cocinera antes que monja, por decirlo de alguna manera, lo miraría, se reiría y no diría ni res…
“Ve, señora, en cambio, el pollo ese que ha preparado con tomate, pimiento y cebolla, eso si que esta de categoría”
A lo cual, mi abuela, lo miraría, se reiría y no diría ni res…pero pensaría “redíos el tío el copon, si supiese que se esta comiendo una gallina culeca”.
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