domingo, 29 de octubre de 2023

Crónicas de Football: CD Binefar CF Calamocha


A mi ver según las casas de apuestas, en los últimos 10 enfrenta-mientos han sido 6 victorias para el CD Binéfar, 3 empates y una victoria para los de Calamocha de lo cual deducen que lo más pro-bable hoy será un empate (3), y casi por igual una victoria local (2.8) que visitante (2.38). No entiendo nada. Aquí parece lo expli-can: Actualmente, el CD Binéfar está en 10º posición, mientras que Calamocha mantiene la 6º posición. 

Separados 255 km dos horas y pico de coche, quizás haya sido este año la última oportunidad de ir pues tal vez al próximo curso li-guero nos prohíban subirnos al coche mas de lo necesario incluido para ir a trabajar. Gracias a La Crónica Deportes por televisarlo.

Campo de Los Olmos en la ciudad de Binéfar, media tarde 16:15, han cambiado la hora, luce el sol, se hará noche a escape, hay que correr. Minuto de silencio y comienza. El trio arbitral esta compues-to por mujeres y capitaneado por Paola. Y la alineación del equipo de la villa: Unai, Tenorio, Cavero, Oberé, Falo, Nilton, Fonsi, Nieto, Cristian, Escuin y Adan

El Calamocha con su equipacion habitual, como el Binéfar, que vis-te en su casa de Azulillo y desplega a decir del fiel comentarista que es quien mejor puede verlo un 4-3-2-1 Comienza el partido y parece dominar el equipo rojillo, minuto 5 y van ya dos córneres. Pero en el futbol moderno, córner ya no es sinónimo de ocasión. Sigue achuchando, sobre el cuarto de hora tiro desde fuera del área, toma y daca, ir y venir, pero no parece se genere peligro en ninguna área. Saca sus córneres el Binéfar con el mismo resultado que el contrario, ósea, nulo. Parece el partido final de una primera fase de grupos de un mundial donde con el empate ambos se clasifiquen llegamos al área, pero no queremos marcar. 

En el 25 tarjeta para uno jugador del Binéfar que corta un contra-ataque seguido de un tiro al palo del Cf Calamocha, que a escape recibe tarjeta para Nieto. No hay publicidad radiada en la retrasmi-sión y la echo de menos, así que me entretengo en las vallas publici-tarias. 

Unai lo para todo, y el CF no tiene prisa en los córneres, que se sa-can y se intentan rematar con mayor o menor suerte por unos y otros, seguido del tiro desde fuera a las nubes. Todos atacan, todos defienden, cabecear un córner es una quimera, así que los córneres como jugada de peligro, decididamente están sobrevalorados, nun-ca pasa nada en los últimos años.

El público con educación pide tarjeta para el 10 del Calamocha “es-tas acabado” le dicen con cariño. Se hará de noche, quizás por eso el arbitro parece que pita el final en el 44 según el luminoso del campo.

Fotografía La Crónica Deportes

 

Segunda parte, no hay cambios, pero el Binéfar quiere ganar . Y quien si ha ganado es el propietario del numero 3343 el jamón, para el resultado final del encuentro casi da lo mismo, se ira contento a casa.

Parece dominar el CF Calamocha pero los locales han salido a por la victoria y de hecho casi marcan, y despiertan los primeros aplau-sos. Se pone interesante, de un área a otra, los porteros sacan como dios manda, patadon y al campo contrario y que los delanteros lu-chen por ella, bonitos duelos entre gigantes. Nueva ocasión de los locales en el minuto 12, se desplega por fin el futbol total, a por ellos, a marcar y amarrar, pero primero hay que marcar y las casas de apuestas no lo tenían claro que eso fuese a pasar, pues aposta-ban por el empate

El comentarista lo reconoce quiere cantar un gol, yo también quiero ver uno y un nuevo partido, mejor una lucha por remontar o de-fender un gol que un cero a cero. El CF Calamocha se ve agobiado, salen Cristian y Tenorio y entran Remacha y Pelegrin. Ya sin sol hasta parece invierno, pero van todos de manga corta, se encienden las luces.

De nuevo llega un larguero del Calamocha y va dos y no hay dos sin tres, se va Nieto y entra Muñoz, mientras los locales solo han hecho un cambio, ha saltado al campo su capitán Chicho, se ba-rrunta tragedia y casi seria una pena para unos y otros. Pues a esta altura de encuentro casi el empate dictado por las apuestas será el resultado.

Casi, casi, pero no llega el gol a ninguna portería, salen al campo por el CF Calamocha Muzquiz y Rios y se retiran con parsimonia, torería y valor entre sonrisas, el resultado parece valer, se pierde tiempo, Falo y Adan quienes son saludados por el respetable local. 

Otro par de casi goles y lo que tenia que pasar, paso gol en el minu-to noventa en una buena jugada entre unos y otros, gol de Rios, gol del CF Calamocha para disgusto de los locales e incredulidad de los visitantes. Y no hay tiempo para más, gana por la mínima y en el último suspiro el CF Calamocha.


viernes, 20 de octubre de 2023

Esta en el Archivo. Diario de las monjicas.

 Radio Calamocha 19 de octubre de 2023


Crónica del Convento de las Monjas de Calamocha. 


Programa: Esta en el Archivo con Sara Beltran (Radio Calamocha) e Isabel Moragriega (Archivo de Calamocha)


Sara Beltran: Hoy ha llegado el momento de seguir desengranando todo lo que tenemos disponible en el archivo que tiene que ver con nuestra historia con nuestra vida en el día a día y aquí lo hace especialmente bien Isabel Moragriega: ¿qué tal muy buenas tardes?

Isabel Moragriega: Hola buenas tardes 

Hoy tenemos una sección entrañable cuanto menos porque vamos a hablar de nuestras queridas monjicas 

Pues sí así es hoy vamos a hablar del convento de las Concepcionistas Franciscanas y también de nuestras monjicas sobre todo de ellas. Hablar de las monjas es hablar con cariño no solamente de una institución sino también de unas personas que convivieron con nosotros durante más de 300 años porque comenzaron su andadura en calamocha en 1690 y terminaron su andadura en el año 2007 cuando ya por falta de vocación tuvieron que dejar el convento las pocas que quedaban porque ya estaban mayores y necesitaban una serie de cuidados que ya en el convento no podían tener. Además. 

Hablando de todo esto el documento o los documentos que nos traes hoy se han visto muy poco la verdad creo que son inéditos

Inéditos y además me llegaron por casualidad en la época del COVID cuando estuvimos confinados. Una familia de calamocha que no vive aquí la familia Angulo con la que las monjicas tuvieron relación cuando llegaron a nuestro pueblo haciendo limpieza en sus baúles encontraron unos documentos que correspondían a un libro diario que ellas mismas habían escrito. La pena es que no tenemos el libro completo, sino que nos ha llegado sesgado. Pero sí que cuenta desde los orígenes desde 1690 cuando se funda la orden hasta aproximadamente el último apunte que he podido leer 1969 O sea que nos va contando cómo vivían ellas dentro del convento esa historia que no conocemos porque al convento muy pocas personas podían entrar 

Osea, era como el diario personal como el que escribe un diario todas las noches pues yo hoy he hecho esto y esto he visitado esto y esto 



Más o menos es cómo vivieron las monjas los acontecimientos que pasaban en la localidad Y como decía la hermana que lo escribía que por desgracia no tenemos la firma para dejar notoriedad de lo que habían vivido y de los sucesos que habían sucedido en el convento desde sus orígenes. Y hablando de estos orígenes del 1690 este se debe a la donación de un matrimonio Miguel Jerónimo López y Latorre y su esposa Martina Anento Ramírez. Eran un matrimonio que no tenía hijos y como dice la monjica deciden fundar un convento en calamocha y en el momento en que lo van a fundar tenían bienes pero no eran tantos como hasta el momento se creía y eso era debido a que Miguel era un poco jugador y entonces se gastaba el dinero en el juego. Entonces cuando decide invertir en crear este convento lo dice con estas palabras el diario “ahora que estamos pobres quieres fundar si lo hubieras hecho antes” Porque la mujer pensaba que con los bienes que tenían y los que se jugaba el marido era imposible que pudiera llegar a buen término esta fundación. Pero sí llegó a buen término como hemos podido comprobar a lo largo a lo largo de la historia. Esta fuente que hemos recuperado las busqué debido a que se estaba grabando un programa de Aragón televisión en nuestro pueblo y me pidieron documentación al archivo y entonces me acordé de estos documentos que nos habían donado y dije bueno pues podría contárselos también a los calamochinos que seguro que hay cosas interesantes que no conocen 

Porque hablarán de gente de nuestro pueblo. 

Habla de todos los eventos importantes que han pasado en nuestro pueblo y cómo les han pasado a ellas y también de algunos milagros que le sucedían internamente en el convento. Por ejemplo nos dice que la primera madre fundadora era la madre Apolonia y que a ella se le aparecía la Virgen la Inmaculada Concepción y la llevaba en espíritu al cielo y allí le decía está escrito así lo que tenía que hacer y cómo tenía que dirigir el convento. También nos cuenta que cuando la madre Apolonia murió subió al cielo en forma de Azucena porque representaba la pureza. Estos datos que cuenta la hermana son datos que ella ya había leído y había conocido por parte de otras hermanas porque nos habla de una página 20 del libro cuando nosotros los documentos que tenemos están datados en la página 186 

Están numeradas 

Están numeradas con lo cual a nosotros solamente nos han llegado partes sueltas que nos permiten reconstruir muy bien la historia de todo lo que era la vida en el convento. Cuando llegan los franceses las hermanas tienen miedo a ser vilipendiadas a que los franceses entren y cuentan y esto es una leyenda también que había dos personajes que las defendían. Estos personajes también los veía a la gente del pueblo cuando se acercaba al tormo a llevar algún recado o alguna cosa y les comentaban cómo os van a hacer daño los militares si tenéis ahí dos guardianes que para qué. Bueno pues las monjicas escriben en el en el diario que esos guardianes eran San Miguel Arcángel y San Alejandro Martín que eran entonces los dos patronos que ellas reverenciaban más y se ponían delante de las puertas vestidos de guerreros e impedían que entraran los ejércitos. En una ocasión alguna bomba debió caer y debió abrir una apertura al convento por la zona de la de la huerta y entraron los milicianos. En este caso eran franceses entraron y luego no podían salir, aunque según cuenta la monjica el hueco se volvió a cerrar y entonces tuvieron que ir a donde había una hermana que estaba trabajando en la huerta a decirle que por favor les indicará cuál era la salida y palabras textuales también dice la monja que les contestó “salgan por donde han entrado” los franceses le explicaron que no podían encontrar la salida y las monjicas muy cortésmente les indicaron cómo podían salir. Hubo épocas muy peligrosas en las que a los religiosos se les se les perseguía. En una ocasión nos cuenta cuando entró La República, es un documento de 1868, cuenta cómo da una orden el gobernador civil de Teruel que llega a las monjas y que les dice que tienen que dejar el convento y que todos sus bienes van a ser requisados. En ese momento, las mujeres ya están haciendo las maletas para marcharse a otro a otro convento y llega un militar que era capitán general, en la época en la que estamos hablando la de la revolución de 1868, el capitán era de calamocha y como cuentan las monjicas no era muy religioso era más bien de los que perseguían todo lo que tuviera que ver con la cristiandad, sin embargo, era de calamocha y el amor y el apego que tenemos a las a las monjitas le pudo más que su que su ideología política y entonces lo que hizo fue cuando llegó a Calamocha y supo de la noticia de que las monjicas se tenían que marchar cogió un caballo se marchó a Teruel durante la noche habló con el gobernador y como dice la monjica “cuál sería su influencia” que automáticamente la orden fue contrarrestada y llegó con una contraorden al amanecer para evitar que las monjitas se marcharan de Calamocha y desde entonces ya nadie molestó ni intentó nunca echar a las monjas de nuestro de nuestro convento. En la guerra civil muchos conventos fueron asediados el nuestro no porque contaba siempre con el apoyo de estos santos y también contaba con el apoyo del pueblo que siempre ha defendido a las monjitas y siempre ha intentado que estas se mantuvieran porque además las monjitas también participaban en muchas cosas que el pueblo necesitaba por ejemplo en la guerra civil daba colchones daba mantas para que pudieran atender al hospital militar. Bueno en la guerra civil muchos conventos de otras zonas fueron cerrados y monjicas de esos conventos vinieron aquí al nuestro y estuvieron durante un tiempo hasta que terminó la contienda y pudieron regresar a sus conventos. Ya ha entrado el siglo XX el último apunte que encontramos hace referencia a una donación de una persona que se llamaba Ramona Lucía que dona 100.000 pesetas para que en caso de que muera se le entierre en el en el convento de las franciscanas y se le hagan una serie de misas: dos concretamente eran las que la mujer pedía; una por San Ramón y otra por San Bartolomé. Estas dos misas cuando la mujer murió en 1969 se hicieron y consta en el último apunte que tienen las. monjicas de que las otras 10 que había que hacer se le fueron haciendo con el paso del tiempo Todos estos datos que nos han llegado la monja que los escribe lo hace como he dicho para que las monjas que vengan posteriormente puedan tener noticia de lo que aconteció y de lo que supuso el convento. Otra leyenda que también tiene el convento esa es más conocida es el Ecce Homo que se quedó en Calamocha porque no se quiso salir la burrita de Calamocha y por eso tenemos en el convento una frase en latín que dice “esta es mi casa” y desde siempre ha estado aquí y además se hizo un altar que fue pagado por alguien de Calamocha que no sabe quién porque dio el dinero pero desapareció. También lo atribuyen las monjicas esta escrito a un milagro. Y si os parece para terminar. Bueno ya estamos viendo las diferentes leyendas que hay tienen su base de razón en lo que ellas escribían, hacemos relación a la revolución del año 1868 y leo textualmente lo que la monjica ha escrito: “La revolución del año 1868 proclamación que proclama la República ocurrieron en España y sucedió que las religiosas de este convento recibieron orden de abandonarlo y se hallaban obligadas a hacerlo aquel mismo día y uno de los principales revolucionarios de la provincia de Teruel y que por cierto era de Calamocha y no se daba punto reposo persiguiendo a la iglesia llegó al pueblo por la noche y se encontró con la triste nueva de la expulsión de las religiosas y con este gran pesar y con todo lo que él tenía  la religión fue admirable proteger a las pobres monjas religiosas y no descansar solo lo que le costó tomar un caballo y volver a galope tendido al camino de Teruel para volver con una contraorden después de hablar con el gobernador” Fíjate que curioso además claro el lenguaje pues típico de la monja de la época 

Qué bien qué curioso bueno pues como siempre que los documentos los vamos a subir a redes sociales y están en el archivo nos vemos gracias, Isabel

Gracias




martes, 17 de octubre de 2023

Universidad Maestro Gargallo

 Contaba Fermín Ezpeleta en su último libro en torno a la inmensa figura del maestro Alejandro Gargallo una anécdota que me ha hecho recordar lo que más tarde querido lector podrá leer. 

Muchos años atrás, cronista de su tiempo, a través de un artículo el maestro cometió la temeridad de salir en defensa del hombre frente al animal. Los hechos habían ocurrido en Villalengua, lugar donde nació en 1876. Cuando su alcalde multó a un labrador por “maltratar a una yegua a palo limpio”. Alejandro comentaría lo sucedido en la prensa a resultas de lo cual hubo un juicio de faltas y debió pagar al alcalde diez duros más las costas al juzgado. 

El condenado maestro venía a decir que no le parecía mal la multa por pegar al animal, si no que el alcalde “no tuviera tanto afán caritativo para proteger a los proletarios de su pueblo”. 

Alejandro murió un significativo 13 de abril del 1947 enterrado en Calamocha, había vuelto a su pueblo “nobleza obliga” después de su aventura pedagógica en Cataluña, la guerra, ser depurado y pasar por la cárcel. Corría el año 1943. Para salir adelante comenzó a dar clases particulares. 

Por aquellos años tales clases solían servir de refuerzo a los ya de por si buenos estudiantes que se preparaban para dejar la escuela y entrar al bachillerato. Pero a su vez había otra clase de alumnos que acudían a última hora cuando sus tareas como pastores se lo permitían mientras su mujer preparaba la cena. 

Mi padre (1936-2020) fue uno de ellos. Tras un breve paso por la escuela lo justo para aprender a leer, escribir y las cuatro reglas, se jopó. En casa necesitaban de su trabajo. Mis abuelos habían decidido tener un rebaño de ovejas propio. Junto a él un montón de zagales en otras tantas casas estaban en las mismas.

Al recordarlo siempre lo llamaba “Alejandro, el maestro”, lo cual quizás denota que para él era alguien especial, no había esa barrera clasista del tratamiento formal de respeto si no del familiar y del cariño. Al salir de estampida el pelotón de nuevos pastores de la escuela el maestro reacciono rápido y decidió pasar a la acción. 

Salió en defensa de los pobres, de los niños, de la carne de cañón, de los que calzaban albarcas y peducos y parecían condenados a llevar la vida de sus padres. Casa por casa fue convenciendo de la necesidad de que los hijos siguieran yendo a la escuela al tiempo que cuidaban las ovejas (nada contra ellas) y que una vez las encerrasen, cambiasen el morral por la cartera y los tebeos del Capitan Trueno, Roberto Alcázar y Pedrín y el Guerrero del Antifaz por el cuaderno. Que aprendiesen bien la letra y los números era tan necesario como el comer y a largo plazo más importante de lo que pudiera parecer. Solo con educación podrían evitar que los de siempre les engañasen y así salir adelante, dejar de ser unos destripaterrones, ser algo más de lo que fueron sus padres a los que nadie defendió. 



El mensaje calo, acudían todos en rebaño, Alejandro era uno de los suyos. Debía el maestro tal vez pasar cada tanto por las casas a cobrar y charrar de los avances académicos del pastor pues mi padre lo recordaba frente a mis abuelos recalcando que este chico ha nacido para los números, déjenle estudiar. Como casi todos los de los sabañones y matahormigas del campo aviación, saqueadores de la Dehesa y los zafranes de Navarrete seguiría con las ovejas de rastro en rastro hasta que se marchó a la mili. Desgraciadamente el maestro murió y no pudo insistir más ante mis abuelos. Ya no hubo más clases. Mi padre, hay que decirlo, como casi todos de su quinta, fue feliz con las ovejas. En cualquier caso, en la familia el mensaje pervivió: estudiar para salir adelante. Gracias por cuanto le debemos.

Y se reía cuando contaba con todo lujo de detalles la cencerrada que le cascaron la noche de bodas a su maestro al casar en segundas nupcias alentados por sus padres unos pasos atrás. 

Querido lector para saber más lea los libros que don Fermín Ezpeleta ha escrito recuperando la colosal figura de un maestro a quien la vida dio unos palos tremendos a cambio de hacer el bien y en cuya defensa, más vale tarde que nunca debemos salir. Además, fue un cronista calamochino como no habrá otro: Alejandro Gargallo: La palabra encendida de un maestro republicano, Centro de Estudios del Jiloca, 2018. Alejandro Gargallo Un símbolo del magisterio republicano. Taula Ediciones. 2021


Publicado en El Comarcal del Jiloca el 12 de octubre de 2023

martes, 26 de septiembre de 2023

Hazañas Poéticas

 

El Centro de Estudios del Jiloca nacido en 1987 no lo hizo de la nada”. Así comenzó el joven y prolífico calamochino José María de Jaime la presentación de su último libro JILOCA Publicación comarcal del diario Lucha (Teruel, 1956-1963) el pasado jueves 14 de septiembre víspera de la fiesta del Santo Cristo del Rabal cuya hoguera pone fin al verano y a la presencia de los agosteros en la villa. En una tarde envuelta por el primer fresco otoñal y esa lluvia que hoy parece nunca caerá. A la hora en que el sol se jopaba por Santa Bárbara. Del mismo modo se presentó el número 51 de la Revista Xiloca y se animó a la numerosa concurrencia a ser socio del CEJ. Al acabar asistimos a la inauguración del Martinete a orilla de ese rio Jiloca que nos dio la vida.

 

En dicho libro y a lo largo de cuatrocientas paginas el entusiasta calamochino nos dará cuenta de todo aquello que se publicó a lo largo de aquellos años en el Suplemento Jiloca del diario Lucha. Un milagro escrito por un puñado de voluntades empeñadas en ver en letra impresa el devenir de sus días. Toda una joya literaria. Escritores y escritoras maravillosos a los que José María ha venido a rescatar del olvido. Pasen y lean, imposible nombrar a todos. Rescate, que no será efectivo hasta que no se haya leído por todos y cada uno de los que disfrutan del paso del rio que nos une.  

 

Con centro en Calamocha, cuando no en Monreal, huérfanos de Daroca y Cella localidades a las que no lograron involucrar en tan enorme aventura con eje en la ribera del Jiloca, (apenas se usaba el termino comarca) y con una periodicidad semanal, luego quincenal. Con un primer fin sin más y posterior vuelta, constituyó en su día toda una hazaña, no bélica, si no poética, desbordante de calidad humana, literaria y sentimiento por la tierra.

 

Lastrados constantemente por la falta de colaboradores, con lamentos principalmente que llegaban desde Calamocha por querer hacer del suplemento algo más que unas páginas locales. Nunca temieron a la autoridad, pero si al vecino. Seudónimos, números sacados adelante por uno o dos colaboradores y con suerte anuncios publicitarios. A lo largo de los años la lista de nombres, hombres y también mujeres, bien merecía la pena ser sacada del olvido de las viejas hemerotecas de papel como magnifico reflejo de unos días que alumbraron a la “generación Coca Cola”, la llegada de la radio a los hogares, el eterno llanto por la emigración, el feminismo, piropo, puntapié y decoro, esos mozos que no sabían comportarse en el baile y echaban a los forasteros, la constante dejadez de las instituciones, la deprimente falta de implicación de los vecinos, la censura de los besos en el cine y no de la violencia, los coches que pasaban por las calles de tierra a toda pastilla, ciclistas que ya recorrían el Jiloca recaudando fondos y tantas otras cosas… En suma, todo un compendio mayormente de problemas, tal es el periodismo, que leídos hoy no dejan de sorprendernos pues son en su mayoría los mismos que nos asolan. Asombroso, cuanto hemos avanzado a pesar de estar prácticamente en el mismo punto de partida.

 

Mas allá de los consabidos problemas el suplemento alcanzo el éxito y era esperado con devoción pues traía secciones más o menos fijas. Una editorial, Cada Semana Un Rostro, encuestas, buzón, Monrealerías, Jiloqueñas, Retraticos, El Chispa, con la chispa del enorme monrealero don José Hernández Benedicto (A quien la misma Revista Xiloca 51 rinde homenaje). Noticias de todo tipo, agricultura, industria, la luz en la Fuentes Claras de Modesto Parrilla que va y viene, obras son amores, barrizales, agua va, deportes, vida social, fiestas.

 


Sus cronistas tenían claro que las reclamaciones debían ir todas al Maestro Armero. Es decir, sabían perfectamente lo que podía y no podía decirse o escribir, a quien podían criticar o no. Pero si leemos entre líneas, los palos que daban a todos aquellos que bien se lo merecían hemos de convenir que eran unos valientes que no se callaban una. Amén de los pocos piques locales. Si a todo ello añadimos que escribían maravillosamente el resultado que nos ofrece el libro, crónica de aquellos días que hace años olvidamos resulta tan de obligada lectura como impagable. José María irá desgranando año por año los diferentes temas. Tan didáctico como entretenido, en un par de tardes lo habremos leído, nos sabrá a poco y pensaremos si hubo o no más suplementos posteriormente. Para estas navidades puede convertirse en el regalo perfecto, no encontrar allí en su índice final a un pariente, o algo que ataña a la familia de uno, créame querido lector del Jiloca, resulta imposible, allí estamos todos los que nacimos a orillas de dicho rio. Allá en el CEJ podrán comprarlo. Mejor, háganse socios de un centro que tuvo en aquellos cronistas olvidados uno de sus primeros pilares y que por cosas como estas necesita de toda nuestra ayuda.

 

Acabo ya. De entre todos tan solo destacar mi consabida predilección por el calamochino don Amable Moragriega y tras la lectura de hoy por Hernández Benedicto quien desde Monreal escribió en aquellos años casi con toda seguridad, lo mismo que escribiría hoy: “Seguimos con los problemas de tiempos pasados, con la mentalidad anacrónica, con el vivir que nos sitúa a la cola del progreso”.“ En cualquier pueblo encontramos los aspectos de siempre: La falta de ilusión hacia empresas colectivas, la carestía y afán de superación, la cacicada dominante y negativa, la mezquindad estrecha que ya hizo hundirse a Atenas”

 

PD Recordar que aquella misma tarde el segorbino José María de Jaime, pues por tal lo tienen nuestros vecinos, cedió al Archivo de la Villa de Calamocha casi 4000 negativos del gran fotoperiodista Gerardo Sancho Ramo (1911 Navarrete del Rio -2006 Valencia). Un tesoro colosal.

 

JESUS MANUEL LECHON MELENDEZ Cronista Oficial de la Villa de Calamocha. Castellón, sábado 23 de septiembre de 2023

Publicado en el Diario de Teruel el martes 26 de septiembre de 2023

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Una noche de verano

 

Fue en aquella primera verbena del Santo Cristo cuando llega la Virgen del Carmen a Cala Mocha cuando de un modo u otro me di cuenta, Paquito paternalmente me abrazaba a la altura del hombro mientras me hablaba y caminábamos hacia casa. Habíamos vuelto la esquina de Inocencio y dejado atrás tal vez la vida. “Se ha girado el tiempo, ojo que vienes de Valencia, no te fíes, no dejes la ventana de par en par, te tocara volverla”

Serian cerca las dos. Había intentado el Raba que saliésemos a pasear por la vía verde por donde antaño pasaba el ferrocarril de Jon Lauko, a la mañana siguiente, hasta Luco. El corriendo, yo andando y a la vuelta un cortado en el Amariello o un vermú en el Mirador. Paco, no me fastidies, para mi llegar a San Roque es como alcanzar Santa Bárbara, imagina llegar a Luco. Ve solo. Nos íbamos a la cama felices de verdad como tras una noche de farra en nuestros años mozos.

Pero aquellos tiempos ya pasaron, también su música, la cerveza quizás sea lo único que no haya cambiado, o eso me pareció a mí, de buena que estaba a pesar del frio, solo bebí yo. Hacia frio para ser julio, camisa y chaqueta. Odio el frio. Claro que hace muchos años ni lo hubiera notado, pantalones cortos, chanclas, camisetas de tirantes, no parece que eso del fresco vaya con el resto de los mortales.

Ni con los que ya no están, con esos, menos aún. Que ya ni sienten ni padecen. En cambio, nosotros, lo uno y lo otro. Pero estamos de fiesta y de vez en cuando hasta reconocemos alguna canción y tarareamos. Nada de bailar. Nos conformamos con mirar caras conocidas, caras que te recuerdan a uno u otro. Mira ese es hijo de tal, aquella la hija de tal, y a esos ¿no los conoces? En algún momento te ves a ti mismo décadas atrás, ya muchas. Tantas que empiezan a ser demasiadas.



Entonces mis padres tal vez tenían la edad que yo tengo ahora, y mis hijas la mía de aquellos días y quien sabe si ellos como yo ahora se preguntaban, que había pasado, como era posible que el tiempo hubiese transcurrido tan rápidamente, y por qué, sobre todo eso, por qué, ¿acaso lo merecíamos? Ni nosotros ni nadie. Eran aquellas vidas de nuestros padres junto a las nuestras paralelas, ahora en cambio se cruzan a todas horas y en todos lados. Padres e hijos salimos juntos de marcha, de fiesta, hacemos planes, ¡ver para creer! me acuerdo de Labordeta cuando cantaba, “a veces me pregunto qué hago yo aquí”

Paquito, alardea menos pero en realidad sabe más que Manuel a cuya hija acabamos de saludar y termina sentenciando al modo en el que lo hacían resignados los abuelos: “nuestro tiempo ya paso, poder ver como los jóvenes se divierten es la mayor de nuestras felicidades. No cale darle más vueltas”. Y añade:

“Tengo ganas de que llegue la fiesta y hacer la paella. Este año me apetece cantar algo de Barricada el cuerpo no me pide baladas como antaño, no sé qué me pasa: “Veo todo en blanco y negro, el vaso acaba siendo amigo mudo, las mismas caras, los mismos gestos, amigo mudo...Quiero ser más rápido que ellos, echar todo a perder un día tras otro y un buen rato después saber llegar a casa, antes de que el sol me diga que es de día”. Calla tío no sigas, vas a despertar a Máximo. Y el bailó más de lo que jamás bailaremos todos.

El Comarcal del Jiloca Santo Cristo 2023

jueves, 24 de agosto de 2023

En la riera del Ajutar

 

Hoy la columna, balcón abierto a todos, abre de nuevo su puerta por segunda vez a Paquito Tío Raba. Y me da la impresión de que habrá una tercera y quien sabe si más si le da por contar tanto como teme olvidar a causa de la edad.

En esta ocasión nos hace cómplices de un recuerdo de aquellos días del despertar a la vida de los maravillosos setenta. El Jiloca, el verano y las chicas de la mano de su inseparable amigo Fermin, a quien tanto echa de menos desde el día que dejo Calamocha. Y un tesoro en forma de paquete de tabaco Fortuna.

Si meses atrás fue uno mismo quien edito su artículo, esta vez ha sido la magnífica escritora calamochina Cristina Jimenez. El caso es que también me lo había pedido a mí, pero como me retrasaba, con prisa por triunfar en su faceta literaria, el último de los rabaleros pensó en Cristina. Debería de tomármelo como un acto de infidelidad, pero no lo hare, es comprensible, Paco siempre busca la excelencia.



Paquito, con gafas, sueño y frio de madrugada y Fermin 

Dice así:

“¡Jo, qué tarde tan buena”, le dije a mi amigo Fermín. Ese día aprendí a nadar. Estaba seguro de que, cuando vinieran las amigas, se ilusionarían. Por lo pronto, ya teníamos suerte: ¡nos habíamos encontrado 17 pesetas! Serían de alguna pareja que se había dado algún revolcón… ¡Ya teníamos para comprar golosinas ese domingo!

Las oí por la senda. Yo flotaba en el agua. Era mi segundo verano en la práctica natatoria. Al año siguiente, terminaríamos la E.G.B. ¡Qué brillo de ojos! ¡Qué piel tiritando!

El sol caía. Ellas no se metieron al agua. De las cuatro, dos iban en bikini y las otras dos, más pudorosas, no se desvistieron. Mi amigo jugueteaba y hablaba con ellas.

“¡Mañana, doble celebración!”, decían. “Ha aprendido a nadar y, para colmo, se han encontrado calderilla en el verdín del prado. ¡Qué bien! Nos compraremos los chicles Cosmos y, si sacamos el cromo 36, ya tendremos para un balón de los que tanto le gustan a Paquito.

Como son tan de compartir las pelas…”, comentó una. “O estos pillines se irán a escondidas a comprar una cajetilla de tabaco a la Encarna “La Miércolas”, con la excusa de que es para su tío Pepe, y la esconderán en una teja del bajo pajar de Mariano para ir a echarse unos cigarrillos los domingos siguientes”, sugirió otra.

“Bueno, quién sabe. Hasta mañana, ya lo pensaremos”, contesté. Una tarde de verano. Feliz. Como la mayoría de esa época.


Publicado en El Comarcal del Jiloca el 18 de agosto del 2023