Pel cami de Singra
Leo en Zaragoza la
tarde del sábado 6 de abril la edición en catalán del libro escrito por Rafa
Saiz en torno a su “abuelo” Federico Centellas. Pel cami de Singra. Torres
Editores 2024. Evocador título sin duda, en palabras de Lluis Rajadell donde
Singra lamentablemente es el final.
Conocí el libro a
través del Facebook del Ayuntamiento de Singra, en ese mismo instante lo compre
y a continuación no dude en pedirle a Sara Beltrán de Radio Calamocha se
hiciese con él y lo entrevistase.
“De Singra no
pasaron” ahora me llega años después el recuerdo de dicha frase que tantas
veces oi en los corros a los abuelos y que mi padre repetía cuando con el
camion volvíamos a Calamocha y señalaba el monte. Soliamos parar a refrescarnos
en su agua llenar la botella, beber y beber. Mis recuerdos de vida y felicidad
contrastan con lo vivido décadas atrás por otros.
Nunca ni aun hoy supe
el verdadero sentido de la frase, si lo decían en un sentido o en otro, aunque
tengo una ligera idea. En la guerra quien mas perdió es quien murió. Otra frase
para el recuerdo.
En las primeras
paginas del libro ya se adelanta el desenlace, así que puede decirse. En ella
se comenta lo que se sabe a través de las fuentes oficiales y de las
familiares, estas a veces mas difíciles de acceder aunque pueda parecer lo
contrario. La suerte también influye, encontrar la correspondencia del Federico
con la Tereseta su mujer que quedara en el pueblo con una hija prácticamente
recién nacida cuando es llamado a filas.
El resto, del libro,
es su periplo novelado de un modo ameno en la desgracia, vital, muy bien
escrito y documentado, tópicos que no se deben olvidar, cariño, (a decir de su
autor en base a Florenci Olle, de quien ya tengo en marcha sus escritos), el
camino que va desde Jorba en Barcelona hasta el país del Jiloca con capital
esta vez en Singra. Desde que son llamados a filas un 15 de abril de 1937 al 25
de enero de 1938 cuando murió intentando tomar Singra para el ejercito
republicano. Liberar el Jiloca
Sus restos nunca
fueron encontrados. Los últimos momentos, al recibir la orden de avanzar,
debieron ser terribles, el frio, una llanura inmensa y pelada, mal pertrechados
y al fondo en lo alto Singra. Da miedo solo de pensarlo. Tomar dicha posicion habria sido algo mas que un milagro, y los soldados, me temo, bien lo sabian.
Muy recomendable, una
joya, solo queda desear suerte a la familia. La búsqueda continua.