El silencio del barrio,
apenas roto por el paso de algún coche, o algún camión tardano de aquellos que
bajaban con paja hasta los topes, del campo de Bello y la laguna de Gallocanta,
camino de Valencia, tenía en la llegada de la noche, sus propios ruidos, de
todos conocidos,… entre ellos, el cerrarse de las puertas de las casas, el dar
por acabado un día más.
.- Mi abuela Rosa: “Coño, ya serán cerca
las diez, que estranochada más larga, se siente la puerta de Perico, que se irá
a la cama ya, menudo fresco debe hacer”.
Perico, como todos en
el Barrio, como uno mismo hoy en día, no se podía ir a la cama, sin asomarse a
la puerta y mirar el cielo. Entreabría lo justo para asomarse a la calle, la
madera del portón rechinaba y emitía un sonido que se propagaba por toda la
calle, con un pie dentro y otro fuera, para salvar el escalón, del patio de su
casa, por debajo del nivel de la calle, … miraba al suelo, y luego alzaba la
vista, mecánicamente al cielo, como dando gracias, por vivir, como queriendo
averiguar, lo que ya sabía, el tiempo, que no traía nada bueno, a esta tierra
calamochina, la mejor del mundo, que sin embargo tenía en el mal tiempo, su
mejor amigo.
En frente, unos metros más
allá, camino del cuartel, Gargallo vigilante, quitaba la cadena de la puerta,
la entreabría, chirriaba estrepitosamente,… nos enterábamos igualmente todos, …
“la hostia, pensaba para sus adentros, que poco gastamos en aceite, se jodan civiles y maestros como
puedan, si se despiertan, no viven poco bien los sinvergüenzas estos, que
tiempo más cabrón, redios”…
Veía a Perico en al
puerta, fija la vista en el cielo, como rezando, como hablando con Santa Barbará
pare evitar lo imposible… y en tono serio y apocalíptico, Gargallo, le hablaba
desde lo alto, desde el pedestal de entrada a su casa, esta, por encima del
nivel de la calle, a refugio del agua, que en los días de tormenta, buscaba la
salida por el callejón de los Condas, a unos metros de donde estaba Perico.
.- Gargallo: “Niño, ande vas sin la
boina con el hielo que va a cascar esta noche, no salgas, quieto en el blocao…
todo se va joder, se ha de helar hasta el Santo Cristo y el copón bendito, ya
te puedes apretar bien en el catre ya, pa no joderte de frio”.
Perico, entre
distraído, ensimismado, adormecido y
jodido de frio, amodorrado, al oírlo, con indiferencia, la cortesía del saludo
le obligaba aun con cierta desgana a charrar.
.- Perico: “Mecagüen san dios, tu
habías de ser, botarate sinvergüenza, no me seas payaso, a tu se te había de
helar aunque na mas fuera la bicicleta, pa que te jodieras y te hubieras de
comprar otra, anda, anda, vete a la pajera ya, o mejor, échate a la alberca con los
mimbres a dormir, que si salgo te avio. Fijate lo que te digo, debía ahora la
Gitana de darte con la puerta en los morros por no decir en otro sitio y dejarte
al raso… “
.- Gargallo: “Hombre, me iría a
dormir con tu, no me ibas a dejar en la calle verda, después de tantos años”.
.- Perico: “Ya veríamos, pequeño
eres, pero a mi ver, según dice la Moracha, solo haces que tirar patadas a
todas caras, que eres muchismo malo pa dormir, siempre lo ha dicho… Tira pa dentro a cascala, que yo me subo al catre, que
la tele es una pena, nunca echan nada, … y es donde mejor esta uno, en la cama.
Tira pa dentro sinvergüenza, así se te hielen a tu las albarcas y te jodas”
.- Gargallo: “Coño, fíjate tu lo que te digo, me joderia mas
que me se helasen las albarcas, que la bicicleta, la ultimas de Leon Muñoz me
lleve este verano, ya se ha acabado el calcerio para los señoritos como nosotros, con esas ya tengo bastante pa lo que me quede… vamos a la
cama, que es ande menos se gasta….
.- Perico: “Apretate, apretate a la gitana”
.- Gargallo: “Yo también me voy a
subir, y la tía esta, que se joda como pueda, y suba cuando le de la gana, no
se qué coño está viendo en la tele, si no se entera de nada, mas sorda que una
tapia. Y ya lo creo que me apretaré que soy muchismo friolero, ya lo sabes. Hala tira a cáscala, deja al cielo en paz y no hagas cuenta, que esta noche todo se nos hiela,
no ha de quedar nada en la tierra”.
.- Perico: “Ale, tira, mecagüen la leche jodida, mañana dios
dirá, todo se ha de fastidiar, una pena”.
.- Gargallo: “Todo pardina maño,
todo pardina…”