Entre naranjos
Decía el autor valenciano Max Aub que
uno es de donde cursa el bachillerato claro está que si uno lo hace donde ha
nacido puede buscar otro lugar de donde ser. En mi caso Castellón ya que desde
el siglo pasado vivo aquí y aun siendo cronista de la villa de Calamocha uno es
del lugar desde donde escribe y lo hago desde la avenida Valencia de Castellón
Un año más han comenzado de nuevo las
fiestas de la Magdalena y desde el primer año a este siempre nos ha encantado
acudir a la Fira Alternativa y claro esta uno ya lleva ya tanto tiempo aquí que
puede mirar atrás y concluir que cualquier tiempo pasado, no solo para el cronista
sino para la Fira fue sin duda mejor.
Ya son varios años, seamos francos de desilusión,
que al pasear entre ellas me sucede que no encuentro nada que me llame la
atención, no me apetece comprar prácticamente nada, no tanto por lo expuesto
como por el ambiente, ya no me gasto ni un euro cuando hace años el ir a la
Fira suponía prácticamente llenar el maletero del coche comprar un montón de pingos
y pongos que aun andan todos por casa.
Hoy la artesanía de la Fira mayormente o
te lo llevas puesta o no te llevas nada. Digo te la llevas puesta porque
prácticamente todo son puestos de comida y en esto también parece hay clases,
puestos de comida que llevan viniendo y puestos nuevos que parecen auténticas
multinacionales que ocupan y ocupan y ocupan un montón de espacio. Así que de
artesanía ya no tiene casi nada. El olor a comida se impone, variopintos olores
todos buenos cuando tienes hambre, pero no cuando buscas arte. Los puestos,
para colmo, mezclados, se me antoja están colocados al azar
Echando la vista atrás recuerdo
aquellas primeras firas cuando comenzaban a mitad de Magdalena con montones de “artesanos
de verdad”, ahora quedan cuatro, sobre todo recuerdo, ahora que tengo dinero
para poder comprar, los puestos de pintura, los cuadros castelloneros que
siempre soñé con colgar en salón de casa ya dejaron de exponer y como los
cuadros pues un montón de figuras de artesanía de platos de cerámica en fin un
desastre total, llegan artesanos a rebufo de Valencia con todos los escudos de
futbol menos el que nos importa… el del CD Castellón, el Fadri o la Madalena.
En aquellas ferias venían hasta de Monreal Azafranes Monreal… sin duda ha
cambiado
En aquellas firas de media semana, en
uno u otro lugar, los puestos estaban tan juntos, había tanta gente, que
acercarte a mirar era casi imposible, como lo hecho de menos. Y el olor era
claramente otro, a que huele la artesanía, no lo sé, esa es la verdad, pero no
a lo que pude sentir ayer tarde noche, con todos en el Pregó, los puestos
hablaban entre si, no preveían una gran semana. Parecían quedar media docena de
puestos por llegar.
Lo mejor de la Fira fue sin duda cuando
ya nos retirábamos a casa desilusionados sin haber comprado res, aunque
volveremos el viernes, y ya algo hemos visto, ese día iremos con hambre a comer
un perrito caliente y en el puesto de siempre
Se me acercó, me suele pasar en todas
las fiestas sea aquí o en Calamocha, un vendedor y me regaló una pulsera con un
elefantito muy mono, valga el juego de palabras y con los colores de la bandera
del Senegal una y otra vez se empeñaba en regalármelos, obviamente me los
estaba vendiendo, así que eche mano a la
cartera y saque el primer billete que encontré, dado que no me había gastado
nada, me dio lo mismo y se lo ofrecí. Le costo agarrarlo, tuve que insistir.
Me sentí estupendamente al ver su
alegría incluso me regaló otra pequeña pulsera para la mujer se defendía muy
bien en español aunque dijo llevaba cuatro días y nos desease unas Felices Fallas
dijo no tener papeles, y yo le dije que a veces uno no necesita saberlo todo, y
sonreía porque aquella noche podría cenar kebab.
En fin un desastre habría que buscar
otro nombre para esta nueva etapa de la Fira de los Olores Sabores y Artesania,
por ese orden, el orden es importante, seguro que hay artesanos a patadas en
Castellón y provincia que deberían estar allí iba a decir por un precio
simbólico pero simplemente gratis.
Una desilusión tremenda ahora tengo la
pulsera aquí bajo la pantalla del ordenador junto con una colección de
elefantes del Senegal y pulseras varias de varias fiestas que al fin y al cabo
me parecen ya lo más típico de Castellón y también de Calamocha, Bruscas me
regalo la última allá en Calamocha, y echo de menos también en la Fira esa
amalgama de músicas, donde se puede escuchar de todos menos la dulzaina y el
tambor que debería oírse sin parar por megafonía para saber que estamos en Madalena
y no en fallas
Volveremos el viernes, ya con los deberes
hechos pasaremos primero por Materia Colectiva a ver la coleecion castellonera
de Neus Sanguesa, por que una Madalena sin comprar artesanía no es lo mismo, y
luego a comer y si veo al senegalés sin papeles, yo se los dare, le pagaré de
nuevo el kebab sin pedirle nada a cambio mas que una sonrisa y un poco de conversación
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