Érase una vez, un Jotero, que vivia allá en la Rabal de Calamocha, a los pies del Santo Cristo, que cada vez que queria cantar una Jota, perdia la voz....
Era la tarde del 14 de agosto, ya de vuelta al Barrio, llegaba entonces también Paquito de frente a nosotros, apurando él la costera hacia arriba, aunque no vestido de sanroquero, venia de dar un garbeo, de oxigenarse por el Ajutar tratando de echar el mal pelo fuera a marchas forzadas de cara a las fiestas, en la puerta de su casa, pidió agua:
“No puedo más, parezco a mi abuelo Paco cuando llegaba a estas mismas horas de dar la vuelta, con las cabras, la gayata y la pata galana del cuete, no podía más el hombre, yo hoy ni aun hablar, llevo un trancazo del copón, y mañana son las Jotas, todo el año esperando ese día, y no tengo ni voz ni ganas de rondar,… a mi ver, se que hacen la vuelta al revés, a terminar en el Santo Cristo, no sé como saldrá la cosa, con lo bonito que era bajar Rabal abajo,… pero casi mejor para nosotros, porque en pasar las Cuatro Esquinas quedaran tres y el de la guitarra...
Querría cantar una jota y dedicársela a Doña Pili, la maestra, la Mantenedora, la vecina de todos nosotros aquí en el Barrio cuando éramos críos… Ya no se qué pensar ni que decirte, si es un trancazo o es el miedo escénico, como cuando los equipos de provincias van al Bernabeu… no voy a poder cantar nunca una Jota, me voy a tener que conformar con escribir”.
La mañana del 16 nos vimos en San Roque, yo sentado bajo la sombra del Hospital, y el que rompía filas tras bailar la bajada, me vio y se acerco, pasadas las Jotas de la noche del día la Virgen, milagrosamente había recuperado la voz:
“Nada, yo no fui a las Jotas, ni las oí, imagino que pasaría la ronda por la esquina del Barrio, pero Paquito estaba en la cama, la voz ha vuelto, va a ser miedo lo mio, el trancazo sigue aunque he podido defenderme para bailar,… te voy a dar la Jota que tengo escrita para que la pongas en internet, que se quede aquí en el bolsillo es una pena, ya le dije a Doña Pili que la iba a cantar, y no quiero quedar mal… Escucha, escucha, que te la voy a cantar, ahora que nadie nos oye”.
Y entonces, pudo cantar...
Y la canto, y se marcho a tomar un refrigerio, y aún más le hubiera gustado ir a mear, pero no lo hizo, se aguanto como cada año, “no quiero joder ningún panizo, que a poco te cargas dos matas y un kilo menos, ni joder el huerto de nadie, no estaría de más unos váteres o una zona yerma,….”.
"Estoy cavilando, escribiendo ya para el año que viene, otras muchas Jotas, que nunca cantare...Un año de estos, nos arrancaremos todos en el Barrio, que tiemble el Santo Cristo, el Barrio sale de Ronda. Tenemos que ir terminando la botella de anis, porque para aprender a tocar la guitarra ya es tarde"
Fin
14 de septiembre de 2012
Exaltación de la Santa Cruz
Fiestas del Santo Cristo de La Rabal
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