jueves, 11 de diciembre de 2025

NOSTALGICO RECORDAR


A la espera de fecha para su presentación en una villa donde “la cultura nunca duerme” hoy venimos a reseñar una nueva publicación escrita por el “calamochino” don Fermin Ezpeleta. Autor infatigable, viene a completar su anterior publicación en torno a don Ricardo Mallén. Esta vez en su menos conocida faceta como cronista. ”Desde Calamocha. Obra periodística de Ricardo Mallén”

 

Ya recordado como docente en “El Maestro Ricardo Mallén” Aliaga 1892 Calamocha 1987 lugar este en el cual desarrollo la mayor parte de su vida profesional 1927-1958 El desentendimiento de los padres ha dejado a los maestros solos” (1957) Tras haber comenzado como maestro a los 15 años. Campos, Miravete de la Sierra, Alcotas (Manzanera), Aliaga, Moscardón y Tobed.


En 1959 se le concedió la Orden de Alfonso X El Sabio y don Amable Moragriega, en su faceta de cronista, contemporáneo del premiado diría de él: “Lo suyo fue una labor educativa del más alto significado cultural y social” Recibiría también el Premio Batallador en su primera edición poco antes de morir por parte de la siempre entrañable y atenta Peña La Unión. Culminación a toda una vida a la que quizás tan solo le falto haber sido reconocido como mantenedor de las fiestas. Méritos hizo para ello. De sobra conocido, el colegio lleva su nombre.


Llega la presente publicación a completar todo lo que por el momento sabemos de don Ricardo, hablándonos Fermin principalmente de un maestro cronista, como corresponsal que fue de Heraldo de Aragón y ocasionalmente del Diario Lucha.



Podremos leer sus primeros artículos, soberbios, de plena madurez a pesar de su juventud, en torno al magisterio y también a su pasión por el esperanto. “Si el idioma es el lazo que mejor une a los humanos, ¿por qué no se adopta un idioma único para todo el mundo?” (1935) Sin rehuir el escribir de política apostando por el lógico derecho del maestro a votar libremente, así como su también lógico deber de mantenerse al margen de aventuras políticas para con sus alumnos.


La lectura se torna una maravilla mayor ya con Calamocha como protagonista. Su larga vida y pasión por escribir hizo el resto, dejándonos al detalle la crónica de la villa que vivió. Fermín viene a otorgarle el titulo de Cronista con todo el merecimiento.


Una crónica halagadora, “Calamocha siempre lucha noblemente respetando personas y entidades que no comparten su punto de vista” (1930) donde el maestro sueña con ver a la villa convertida en una pequeña ciudad industrial, comercial y lugar de reposo de cara al incipiente turismo. Calamocha, tierra prometida de nuestros anhelos” La llegada de la luz, el agua corriente, el cemento en las calles. Una Calamocha culta, humana, no debe ignorarse que los animales son seres dotados de sensibilidad, sienten y sufren (1934) a propósito principalmente de las caballerías sustento de esa vida agrícola preocupada por traer nuevos cultivos, campesino al cual admira como “artista de la tierra” Y entre sus páginas los nombres de sus más humildes protagonistas que hoy harán las delicias de sus descendientes.


Tormentas, bodas, funerales, misas y sermones, calamochinos misacantanos, futbol, escuela, instituto, san Cristobal, feria de todos los santos, y por supuesto, su pasión: San Roque, donde año tras año pide cuidar de Dicheros y Bailadores “acortando” la procesión del 16 Más de medio siglo después la crónica de los pasados sanroques dice lo mismo, doy fe de ello. Sin duda, debió ser Mantenedor:Lo que puede mejorarse debe hacerse, aunque altere un poco la tradición, si se respeta su esencia”


Y quien es cronista de un lugar, también lo es de su tiempo En los medios rurales no hay luchas políticas de ideas, sino de personalismos” (1933) Vivimos a velocidades vertiginosas llenos de orgullo insensato. Nos odiamos inventando cada vez más poderosos medios de destrucción (1962)


Sin duda, seguimos necesitando de hombres como don Ricardo, sigamos sus pasos: Pasear, caminar sin prisa, con frecuentes paradas, dirigiendo una mirada y un saludo afectuoso con cuántos nos cruzamos


Publicado en El Comarcal del Jiloca, diciembre 2025

 

lunes, 8 de diciembre de 2025

La loma de los tanques

Leo, termino, La loma de los tanques de Juan Urquiza Viedma, escritor y militar de profesión, lo cual nos garantiza una lectura de acción y rigor a partes iguales, también de milicia y familia. 

 

Han sido tres tardes de sábado, de ardor guerrero, quienes aun guardamos las botas con las que  hicimos la mili, quienes gustamos de la vida militar, y aquellos apasionados de la literatura bélica, sin duda disfrutaran con una de esas historias reales, que mejor leer que vivir.

 

Obra coral, minuciosa, a veces lenta en su desarrollo, como la misma vida militar, la espera previa al paso ligero, a la acción y en medio la vida, muchas vidas, y entre ellas la de su mayor protagonista, don Mariano García Esteban, camino de aquel 5 de junio de 1923 cuando con su Compañía de Carros de Asalto, y al mando del carro n.º 9…

 

Merece la pena leer y recordarlo, conocer la vida del soldado

El protagonista nació en Báguena en 1894 y murió en Teruel en 1971 militar caballero laureado de San Fernando y Medalla Militar individual, llegando a alcanzar el empleo de General de Brigada




Teruel dio el nombre de Laureado García Esteban a una de sus calles, y en Báguena, le fue dedicada otra y levantado un busto en su plaza de la Iglesia 

 

Y la Compañía de Carros de la Academia de Infantería de Toledo adopto el nombre de “García Esteban”, como primer militar español que se hizo acreedor a la Cruz laureada combatiendo en unidades de carros de combate.

 


martes, 18 de noviembre de 2025

Primera helada del año en curso... 2025-2026

 

  • Martes 18 de noviembre de 2025 (-0.3ºC)

Primera helada del año comienza la segunda estación: El invierno, de una villa que antes tenía tres, incluso llego a tener cuatro estaciones: Verano, Invierno y la del Tren. Ahora solo quedan dos.

Si bien las mínimas en torno a cero grados ya se han dado días atrás, y por supuesto lejos del abrigo de la Estación Meteorológica de San Roque habrá helado.

El Mallorquin y el Valenciano, los sanroques recién llegados estarán pensando donde se han metido, quizás ahora la villa no les parezca el paraíso agostero que es cada verano. La cosa no ha hecho nada mas que empezar, pero bueno, no hiela como antes.

Ya el Maestro Ricardo Mallén a caballo entre los cincuenta y sesenta del siglo pasado en su faceta como Cronista dejo escrito que, para la feria de todos los santos, lo mismo se celebraba con nieve que con un clima primaveral, prefiriendo este ultimo por mas que el calendario estuviese avanzado.

Lo dicho se baja de cero, y ya se puede hablar de grados negativos al gusto de los gurus del tiempo actuales

Dicen los entendidos, que viene el frio en noviembre… que nos abriguemos que vamos a llegar allá por el viernes a los cuatro o cinco negativos.

¿A dónde iremos a parar?, ¡que barbaridad, que será de nosotros! El acabose.


Caseta Meteo del Criet 2015


Primera helada del año

Año 2025

Martes 7 de mayo de 2025 (-1.1ºC)

Martes 18 de noviembre de 2025 (-0.3-C)

El verano fueron 195 días. Y 170 el invierno

HISTORICO

Año 2024

3 de mayo 2024 (-0.9C)

27 de noviembre de 2024 (-1.3ºC)

El verano fueron 208 días y el invierno 157 dias

Año 2023

17 de mayo de 2023 (-0.7ºC)

7 de noviembre de 2023 (-1.7ºC)

El verano duró 174 días y el invierno 191

viernes, 14 de noviembre de 2025

Hoja Parroquial Santa María La Mayor de Calamocha Año 2024


Fiel a su cita cada primavera aparece la Hoja Parroquial Santa María La Mayor de Calamocha, crónica del devenir de la Parroquia a lo largo de los últimos meses. Tal cual la incorporo cada año a la Crónica de la Villa en los anexos finales. Siendo en Semana Santa cuando al entrar a la iglesia tras saludar al Nazareno lo primero que hago es buscarla y guardarla, luego pasan los días, el tiempo, y un día como hoy por fin la leo.



Dice así en sus primeras líneas:

Como todos los años, desde esta revista queremos compartir con vosotros nuestros mejores deseos y unirnos a vuestras inquietudes. Toda la parroquia, tanto el Consejo Parroquial como los Sacerdotes y las personas que estamos en ellas, os mostramos nuestra mejor disposición a atenderos y serviros en lo que podamos.

También os comunicamos que necesitamos de vuestra colaboración en las muchas necesidades que tiene la Parroquia. Desde materiales hasta de personal. Como ocurre en general en nuestra sociedad y en concreto en nuestra provincia, la población está envejeciendo, algo que se nota más en las poblaciones rurales como la nuestra, que poco a poco se van despoblando.

En las parroquias esto se nota también, pues se van quedando cada vez más vacías y apenas hay relevo generacional para continuar con la labor pastoral y de celebraciones litúrgicas.

Las consecuencias ya las vemos, escasez de sacerdotes y seglares comprometidos, poca demanda de sacramentos como bautismo, comuniones o matrimonios, menos donativos.

Todo ello unido al clima de indiferencia religiosa e individualismo que hace que nuestra parroquia y todas las de las Diócesis en general, vayan en declive.

El problema más urgente de todos es el sostenimiento del templo. Desde hace unos años presentaba daños en la cubierta, pero en los dos o tres últimos la situación se ha agravado y las vigas, con las lluvias y la humedad se están deteriorando de forma peligrosa. La primera respuesta es buscar ayuda en el Obispado e instituciones como el Ayuntamiento.

Pero esto sirve de poco si no tomamos conciencia de que la Iglesia es de todos, porque todos la usamos en los acontecimientos más importantes de nuestra vida y del pueblo, como fiestas, Semana Santa, bodas o por desgracia funerales, a parte del valor artístico y monumental que representa para la villa.

El templo está para servirnos y permanecer en este servicio por los siglos como hasta ahora ha hecho. Con esa intención se construyó, por nuestros antepasados. Si no nos preocupamos por él dejándolo todo en manos de otros, al final un día tal vez nos podamos lamentar.

Pero lo más importante es que la Iglesia la formamos todos los bautizados. Está formada por un templo de piedras vivas que somos nosotros. Todos podemos aportar algo como nuestro tiempo e ilusiones, remando juntos en la misma dirección para conseguir lo que deseemos.

Atentamente, el Consejo es Parroquial, Esperant, Emmanuel y Paco. (Extracto)



Con sus lógicas idas y venidas por avatares de una u otra índole, la Hoja Parroquial de Calamocha ya se publicaba, entonces con mayor periodicidad hace más de cien años, al menos desde 1916.

Fermin Ezpeleta en el Cuaderno Nº9 del CEJ allá por el cada vez más lejano 1996 nos lo conto. Además, se puede consultar en las hemerotecas digitales. Su formato y sus preocupaciones, eran muy similares a las actuales, salvedad hecha que por aquellos años de un siglo atrás, bautismos, bodas y comuniones eran más numerosas. Editorial, fe, devenir, sucesos, horarios, viajes, y las cuentas claras, el balance de gatos e ingresos, siempre escasos.

Pero volvamos al presente, en las líneas iniciales se plasma la realidad tanto de lo divino como de lo terrenal… y en ambas situaciones vamos camino de la pardina…

Si bien en lo divino la queja ya era manifiesta en los años veinte, en lo terrenal, la iglesia se cae, literalmente a cachos

Cualquier tiempo pasado fue eso, pasado, pero quien sabe si no mejor, o cuando menos diferente. Allá por los años sesenta los calamochinos, unos con dinero, otros con su trabajo le dieron un buen repaso a su iglesia, los que tenemos una edad bien lo recordamos en mi caso no por haberlo vivido sino por haberlo escuchado de mis abuelos, que con mayor o menos fe, con mas o menos ganas trabajaron en ello

En aquellos sesenta, dos curas Mosén Salustiano y Mosén Feliciano consiguieron movilizar a toda la villa, así lo cuentan las crónicas, una de ellas podemos leerla más abajo recopilada por Jose Maria de Jaime de la hemeroteca del Lucha, publicada de modo anónimo pero hoy sabemos escrita por don Ricardo Mallén, maestro y cronista de Calamocha, tal y como nos descubre Fermin Ezpeleta en su último libro en torno al maestro. Desde Calamocha. Obra periodística. Hoy la solución se antoja mucho mas complicada y no creo que sea por toparnos con la iglesia.



  1.     Es costumbre viciosa en nuestra Administración ejecutar con mucha calma las disposiciones. 1914 (Don Ricardo Mallén)

 


 

Así lo recordaba el calamochino Antonio Sanchez Gamas semanas atrás en Radio Calamocha:

Sí, empezaron a tocar las campanas todo el mundo con los cubos corriendo para sofocar el incendio. Y se quitó también, el suelo. Todo era de madera de la parroquia. Lo levantaron todo, o sea, después del incendio me parece que fue cuando hicieron la restauración de la Iglesia. Levantaron todo el suelo de madera y hasta aparecieron tumbas que hay en toda en todo el pasillo central de la parroquia y después la repusieron. Todo el mundo aportó algo, los que no podían en plan económico, pues ponían los carros, ponía los burros para llevar el escombro todo el mundo se volcó

 


miércoles, 12 de noviembre de 2025

Paseo por Zaragoza.

 

Un año más en vacaciones paseo y charro con mi tío Vicentín. El otrora prometedor lateral derecho de CF Calamocha, con el cual llegó a rozar la gloria una tarde de domingo en Soria frente al Numancia, (ya lo contamos), es hoy en día una de las rutilantes estrellas que más brillan en el universo de la petanca zaragozana; Y sigue sin reblar en su empeño por visitar el interior de la casa de la estación de tren de Calamocha donde se crio.

Habla de su padre, jefe de la estación, y se emociona, recordando hoy, como la Guardia Civil le saludaba militarmente, y como está pasaba constantemente por la estación en sus rondas. Recuerda la amistad con el Capitán y como cada vez que venía algún civil nuevo era menester tantearlo para saber de qué pie cojeaba y por donde tirar.

“A diario pasaban, se fijaban en todo, y a escape veían como los conejos que teníamos no eran de corral sino de monte. Guipabas el caño, te plantabas a esperarlos y en cuanto salían, mangazo y al saquillo”

Un día vino un guardia nuevo, con galones en los morros y pillo en plena faena a mi padre, y su cuadrilla: el Tío Miércoles, el Tío Parrilla y el Señor del Poyo. Entretenidos todos, atrincherados, al acecho, a la espera de que el conejo asomase las orejas y cascarle. Y lo que les asomo fue un tricornio como dios manda. El recién llegao, con el culo pelao, no tardo en pedir su parte. Dejando a escape claro lo que ya sabían, no se podían cazar conejos. Además, para rematarlos, el gachó les señalo las conejeras”

“Habrá que darle algún conejo al Caimán. Enseguida mi padre, como la máxima autoridad, al que fuera de los tres que osara decir semejante barbaridad, le soltó: Maño, estas tonto o qué. El que quiera peces que se moje el culo, conejos no sobra ninguno, ¡ni uno!, ya te lo digo yo. Somos muchos a repartir, luego llega la Virgen de Loreto o algún oficial de Valencia y dejamos al Ejército de Aviación sin paella. Una cosa es que un Capitan en confianza te pida un conejo de vez en cuando y otra que un cualquiera recién llegao se meta ande no le llaman. Y entonces mi padre tiro a dar y dijo: lo que sobran, con tanto ratón como hay en el Silo, son gatos”



“Yo era un zagal, un escagazao, a la Guardia Civil le teníamos un respeto enorme. Pero ahí estaban mi padre y los demás tan campantes, a lo suyo, pensando en joderlo, ¡con la de conejos que tenían! En fin, eran ferroviarios y hecho una guerra y ganado sin querer. Sabían defenderse y ¡les iba la marcha! Echaron a sacar cuentas de los cuadrantes, se las sabían todas, los pájaros, y dijeron: el jueves volverá, ese día, lo aviamos, le espelatamos un gato”

“Me acuerdo, como si fuera hoy, yo era un gabache y no pensaba que se atreverían, y, es más, no sé si hago bien en contártelo, me tiembla todo, no vaya a ser que aun viva aquel al que daban gato por liebre, venga a buscarme y me arre dos leches; Verlo venir días después y preguntar por su conejo. Y mi padre como lo más normal del mundo, como el caballo de Espartero: Ahí lo tiene, en el cambio de agujas, joreandose, se lo lleve, y ya sabe, para cualquier cosa, estamos a la orden”.

“En adelante cuando se paraba a charrar, todo eran elogios al conejo de monte: carnoso y gordo, no había visto otro como aquel. A saber, los que se comería por cuenta de los ferroviarios, ¡Buenos eran!”

De la Crónica de la Villa de Calamocha Martes 9 de septiembre de 2025

 

domingo, 2 de noviembre de 2025

La Chica de la Bicicleta que quiso ser Piloto

 En la muerte de Doña Pilar Bonet Pamplona, Pilarin, La Boneta

Calamocha 17 de abril de 1939 – Valencia 1 de noviembre de 2025

Apresurado recuerdo

La Chica de la Bicicleta que quiso ser Piloto


Recordaba, emocionada, añorando aquellos días de abuelos, bicicletas, avionetas, motos. Días de verano, niñez y días de Calamocha. Ella, que pudo elegir, y elgio nacer en Calamocha

A mi padre la guerra le pillo cumpliendo el servicio militar en Madrid, de permiso en Teruel, pero no le dejaron reincorporarse a su cuartel, lo reclutaron los nacionales, y sirvió y conoció como motorista mensajero al Coronel Rey D´ Harcourt. Preso por los rojos a la familia a mi madre la evacuaron a Valencia donde nos derrotaron de nuevo, perdimos dos veces la guerra, una como nacionales y otra como republicanos. En fin, nada más acabar la guerra, mi madre cogió un tren a Calamocha y allí en casa de mi querida, Tía Exaltación el parto se adelantó y llegue llorando de alegría por ver la luz en Calamocha. Entonces la Tía Paca, dijo, se llamara Pilar. Cuando vino mi padre a conocerme a Calamocha, se cabreo, primero por no ser un chico como el quería, y luego el nombre no le gusto nada, el quería Manolita como mi madre, pero ya era tarde y el no pintaba nada allí. La cuestión la zanjo, una vez calmado con las siguientes palabras ante mi madre:  “Pues es bien fea”.

La Xaltatacion salió en mi defensa y callo a mi padre, asi durante toda su vida, entre tu abuela y yo, hubo complicidad, un cariño muy muy especial siempre recuerdo que cuando iba a su casa me enseñaba la habitación donde nací

 




Te podría contar una anécdota de los vuelos Valencia - Calamocha.

En uno de ellos se atrevió a volar mi madre con la ilusión de ir en una hora a ver a su hija, a mí, y todo fue bien pero mi madre estaba acostumbrada a volar junto a mi padre y  tomar tierra en pista asfaltada, y claro en Calamocha…

El aeródromo de Calamocha era aquello como un sembrado, una era, con unos baches tremendos, tal fue el susto de mi madre al empezar el aterrizaje, que comenzó a gritar y a mi padre lo puso de los nerviosos y capotó un poco, bastante más bien, ya que se rompió la hélice que la tengo yo como recuerdo de aquellos días.

Ya sabes que las hélices no se pueden arreglar, gracias a dios,  no pasó nada solo un gran susto para ellos, sobre todo para mi madre.

Aquel aterrizaje recuerdo que a mí me pillo llegando al Campo de Aviación,  pues mi padre siempre daba un par de vueltas al pueblo, no había móviles ni aun casi teléfonos y esa era la manera de decir, ya estamos aquí, yo, todo el pueblo le veía, y yo corriendo acudía en bici a recibir a mis padres. Imagínate como me sentía.

Resumiendo el carpintero del pueblo  arreglo la avioneta, la hélice la trajo un camión nuestro desde Valencia y mi padre se volvió tan contento.

Hoy pienso que fue una locura fiarse de cómo iba la avioneta, pero mi padre, en realidad la familia, éramos, somos así

De todas aquellas historias, de aquellos días, de esos viajes, de la avioneta en su feliz camino de Valencia a Calamocha, fueron no uno si no varios los viajes que hicieron, me quedo siempre la tristeza de no haber seguido los pasos de mi padre.

Yo no fui piloto porque, mi madre que era lo contrario a nosotros, a mi padre y a mí,  gasolina en las venas nosotros, ella horchata, me lo suplico casi de rodillas una y otra vez, por Dios que no lo hiciera.

Pero si que he pilotado la avioneta, era una PIPER  EC. ADA Tres plazas, de mediados de los años cincuenta. Toda mi vida, me he arrepentido de no tener el título y volar, pues es precioso. Hubiera sido la primera mujer piloto de Calamocha.

Tiene su gracia, no estaba previsto que naciera en Calamocha, pero yo quise nacer allí. Tuve esa suerte, pude elegir y elegí Calamocha. Te cuento.

 

La habitación donde nació

La avioneta sobrevolando el puerto de Valencia