La novela, autobiográfica en su mayor parte, se convierte página a página en toda una experiencia vital, en un constante querer tirar para adelante, avanzar sin mirar atrás, sin detenerse en un triste presente que adivinaba un futuro no menos triste. Un canto al trabajo de quienes nos precedieron, a su esfuerzo callado por tratar de dejarnos un futuro mejor, padres y abuelos, de todos y cada uno de los habitantes de Fuentes Claras, auténticos protagonistas.
Dara buena cuenta Francisco de como era la vida en aquellos años de su niñez y juventud a orillas de un añorado rio Jiloca, oficios perdidos, mujeres costureras, medico, practicante, cura, alcalde, costumbres olvidadas, fiestas, travesuras, hambre. El primer manjar que probo, la leche condesada, regalo de un moro del ejército de Franco, los viajes a un Teruel destruido previos a la muerte de su padre.
Didáctico cien por cien, requiere leer y pensar, recordar según la edad del lector, pues a los mas mayores todo les sonara y les llevara a los a pesar de todo felices años de la niñez y a los más jóvenes sin duda les costara creer que un día no muy lejano la vida fue así, un eterno mirar al cielo, con los huevos como única moneda y con un huevo frito como cena para toda una familia, comiendo más, quien mas trabajaba.
Entrañable retrato costumbrista, escrito como se habla, de un modo sencillo, cordial y ameno, a veces poético, sin rencor, sin ajustar cuentas con nadie ni con nada y que contiene muy probablemente los mejores párrafos que uno haya leído a propósito de la tan traída y llevada memoria histórica “sin política, todo va bien”.
El libro transcurrirá llegado el momento en apariencia lejos de Fuentes Claras, pero en realidad, su autor aun hoy en día “sigue allí” nunca se marchará, cuando recuerde como aquellos niños nacidos en medio de la guerra, los gerumines, en su mayoría darán la espantada, enviaran dinero a sus casas, volverán por fiestas, pero al fin y al cabo emigraran físicamente para siempre, entre ellos él, sin tierra ni trabajo. Hubo quien estudio.
Eternamente agradecido él y tantas familias, la mía también a la sagrada cabezonería de los frailes de La Salle de Monreal empeñados en que aquellos niños estudiasen, sin pedirles nada a cambio, como forma de huir de la pobreza. Y Francisco lo hizo, y aun hoy lo sigue haciendo, excelente trabajo el de aquellos religiosos, La mili, la inquietud por ser algo, las buenas personas que uno se encuentra en la vida, los estudios de practicante, después medicina, la aventura americana, la vuelta a España y llegada la jubilación, los estudios de derecho, escritor, poeta, padre, abuelo, excelente dibujante, a ratos pintor, el mismo ilustra sus libros con unos preciosos dibujos, casi oníricos. Lo dicho, un jovenzano de Fuentes Claras, donde reside el acento más bonito del Jiloca, muy a tener en cuenta, imprescindible.
Otros libros del mismo autor ademas de Gerumin, Autoedicion 2019 son:
El gilipollas nacional, Circulo Rojo 2017 Divertida obra, de caracter enciclopedico, que conviene tener a mano para su obligada consulta diria, teniemo presente que gilipollas somos todos.
Pensamientos realistas, Circulo Rojo 2017 Como su titulo indica todo aquello que se le pasa por la cabeza a cualquier que haya nacido en Fuentes Claras y alrededores.
Sinfonía de la poesía, Autoedicion 2019 Por momnetos entreñable, de caracrte poetico, contiene poemas en torno a la tierra que le vio nacer, a la Virgen de los Navarros y a la niñez.