CAMANDULERO I
HERMANOS, medio hermanos, padre, tío
Frailes, santos y demás
Ajustes de herencia. Cosas de familia
Leo Los Hermanos Karamazov
Y su autor, Dostoievski
A uno de ellos lo llama:
Camandulero
Mi Tía Nati, pronunciaba camandulero
Con el acento más bonito del mundo
El de Torrijo
Me pregunto cómo se escribirá en ruso
Camandulero
Es más, como se pronunciara
Y si, sonara igual de bien
Hipócrita, astuto, embustero y bellaco
Dice el académico diccionario que significa.
¡Qué crueldad! Para tan bella palabra
A falta de lo que diga Doña Maria Moliner
Para una palabra tan bonita ¡Qué crueldad!
Mañana pasare por Calamocha
Allí, hay palabras, que parecen
Decir otra cosa
EL SUEÑO ETERNO (II)
DE camino hacia el charco
Aparco frente casa
Cansado, apuesto por cerrar los ojos
Se acabó
En la calle, el sol parece desgarrarme la piel
Hay un silencio triste
¿Cómo será la cosa en invierno?
Ni coches, ni gente, nada
El sol me quema los brazos
En un rato nos vamos
Calamocha de paso
Pasa Cachurro de vuelta a casa
Apurando la sombra
El perro con la lengua fuera
Tira de él, parece tener prisa
A QUE NO SABES QUIEN… (III)
NO me gusta oír esa frase
Y me la repiten una y otra vez
Parecen no cansarse, no tener fin
Aunque lo hacen sin más remedio
Obligados
Esta vez es mi madre quien me habla
No me gusta esa frase
Porque si sé, lo que voy a oír
¿A que no sabes quién se ha muerto?
Tú no la conocías
Llega a parecer que la muerte de alguien desconocido
Es menos muerte. Pero nunca es así
No quiero oír quien se ha ido, aun no sabiendo quien es
Pienso que un día, me puedo cruzar el Peirón con ella
LEER (IV)
Ya no te leerá más
Me paraba en la calle y hablabamos de la familia
De los años pasados y de lo que todos fuimos
Lo escrito por ti le parecía haberlo vivido
Le gustaba leerte y recordar
Esta tarde iremos al entierro
Si no estuvieses de paso
Esta tarde iríamos todos al entierro
Tú también
¡Cuánto te quería!
Se ha marchado en unos meses
Y yo aún no me lo creo
No sé que me parece
Aun pienso que me la encontrare por el pueblo
Y nos pararemos hablar
De lo escrito por ti y vivido por todos
Le gustaba leerte
Y ya no lo hará más
MALAS HIERBAS (V)
ENTRE el cemento, junto al desagüe
En lo que fue el corral de las gallinas
Tocinos, conejos y algún cordero
Antes machos y vacas. Barro, tierra y fiemo
Hoy cemento y sol
Ha nacido una mala hierba, un morrotocino
Es tan grande, que resulta imposible no lo hayan visto
Sin preguntar me dicen: déjalo estar, que se de vida
Mira el plantero que tengo
Sobres de simiente que compro, constantemente
Simiente que nunca plantare
Este año, vamos a probar, con esto, y aquello, y eso otro
Y mi padre prepara el plantero en viejas macetas
Apio no cale que pongamos, Santafe tiene, ya le cogeré
CAMINO DE NAVARRETE (VI)
VAMOS también de paso
Al cementerio de Navarrete
Me fijo en el tanatorio
Allí donde están los mejores calamochinos
Alguien acaba de llegar
Abrazos en la puerta
Tristeza alrededor
Pienso en lo dicho por mi madre
No me lo puedo quitar de la cabeza
Siempre con prisas, siempre de paso
Ya no la conoceré
Hinchada por el calor, la puerta no se abre
Finalmente cede y podemos entrar
¿Quién fue Don Justino Bernad? Me preguntan
Luego os cuento. Respondo
¿No sabes quién fue?. Voy a buscarlo
Claro que sí, pero a qué hemos venido
¿El cementerio es suyo?
No, no es de nadie. Apaga el móvil.
Es la una de la tarde,
El sol cae cruelmente sobre todos nosotros
Pero tenemos suerte de que así sea
El cementerio, que no es de nadie
Parece serlo de los pájaros
Allí anidan, cantan, y supongo mueren
Hemos venido a ver la lápida del abuelo
A quien enterramos aquí
El día de San Valentín
Iñaki el de Corbatón la puso hace unos meses
Una puerta al cielo
Yo creía haberla visto, pero me dicen que no
Desde que la coloco no habíamos vuelto
Ni siquiera de paso
Ni por Calamocha ni por Navarrete
Y hemos entrado al cementerio
A ver la lápida del Yayo Antonio
Su puerta al cielo
Se marchó y nos dejo
“Todos los besos del mundo”
LA COSECHADORA (VII)
OJALA nada cambiase
O lo que es lo mismo
Ojala todo siguiese igual
Aunque creo que no sé, muy bien lo que digo
A lo lejos Zaragoza nos espera
Su camino se hace eterno
Vamos detrás de una cosechadora
La carretera Navarrete
No ha cambiado en décadas
Es una vuelta al pasado
Retiro lo dicho
Siento el calor de los días de cosecha
En el vadillo, en el riachuelo
El fin del agua en la botella
El beber o no beber del caño
La vuelta a casa
El polvo de la paja pegado al sudor
La garganta seca, la nariz taponada
El pelo rubio, lo oídos tapados
El olor a paja recién cortada
Los sacos de basta tela llenos, el grano seco
Retiro lo dicho
Segar de sol a sol, dormir en el tajo
La gavilladora, trillar, la ablentadora
¿De qué me quejo’
Retiro lo dicho, mejor todo cambie
Aunque la carretera Navarrete
No lo haga
SANTO CRISTO (VIII)
DE nuevo en Calamocha, camino de casa
Mi madre me busca con la mirada
Y me dice con admiración
Mira que hay, quien le tiene devoción
Aun queriéndolo yo
Nunca podre tener la devoción
Que otras sienten
Y no sé por qué será
El domingo lo esperamos
Solo por ver la puerta del Santo Cristo abierta
Y entrar, y charrar
Tienes que preparar una foto
Y regalársela
A quien tiene más devoción que nadie
Por el Santo Cristo del Rabal
¿Sientes lo que te digo?
LA OVEJA NEGRA (IX)
Un día el Tío Colín, la que pasaba entonces
Llego a un acuerdo con el pariente Cerillas
Allá en el Peirón, puerta con puerta
Y yo que era un crío, entraba en el trato
Cambiarían un tocino por seis ovejas
José le paso el tocino, lo convenido
Esto no está claro, dijo el Tío Colin
No te daré síes ovejas
Te daré cinco ovejas y una negra
Anda Auge, llévate las que quieras
Tu que sabes y entiendes más que ninguno aquí
Y me las lleve, ese día y todos los días
Y al volver a casa, ellas solas se iban
Al pesebre del pariente
La negra bien lo sabía
Que el Tío Colin ya no era su amo
De paso por su puerta, ni lo miraba
Cuando cayó el tocino con el frío
El Tío Colin no paraba de decir
Que bien sabe a cordero
Que tocino más bueno
A QUE NO SABES QUIEN… (X)
¡CLARO que lo sé!
Ya no se acuerda, pienso, de lo hablado ayer
Y eso me tranquiliza
Quedémonos todos aquí
Y deje Calamocha de ser un lugar de paso
Mi madre me busca con la mirada y me dice
¿A quién no sabes quién se ha muerto?
Ayer ya me lo contaste
Respondo tranquilo
Aquella mujer, que tanto le gustaba
Y ya no podrá.
Leer los recuerdos de la familia
Aquella mujer con la que te pasabas horas
Hablando en la calle
Capazo tras capazo
Ahora lo hará en el cielo
Déjame hablar, déjame que te cuente
Esto se acaba para todos
De ella hablamos ayer
Pero, aquí estamos de paso
Y en un día, llevamos tres entierros
Déjame hablar, déjame que te cuente...