En la
sección Jiloca de aquel día, el Lucha, lo que hoy sería el Diario de Teruel,
hablaba de paisaje, de reforestación como forma de evitar la erosión y ganar
pastos, un éxito sin precedente ya alabado, remarcaba, tanto por contrarios, como
por “adictos” de cultivo en tierra
baldía y laderas siguiendo la lógica de las curvas de nivel, de poesía, de
historia. Decía así uno de sus párrafos:
Reforestación
… Por otra parte el elevado número de jornales
invertidos en la misma quedan en poder de los más menesterosos que con su
trabajo, están llevando a cabo la importante tarea de reforestación.
Por medio de nuestro periódico Lucha, hacemos un
llamamiento a todos los pueblos, que sus aguas afluyen al Rio Jiloca, para que
siguiendo el ejemplo de estos pueblos, no vacilen en llevar a cabo la
repoblación, con la doble finalidad de aumentar sus riquezas y a la vez evitar
que las tormentas, y precipitaciones produzcan los efectos, tan desastrosos que
hemos conocido en estos últimos años, en la fértil vega del Jiloca, donde
muchas familias se ven obligadas a la emigración, al ser arrasadas sus
cosechas, y echadas abajo las ilusiones de todo un año de trabajo, aparte de
los innumerables desastres que se producen en las vías de comunicación y
propiedades.
XXX
Han pasado
más de cincuenta años y seguimos en las mismas, cuando no por una cosa por
otra, la casa sin barrer, en este caso, el rio sin limpiar. Lo mismo que hace
medio siglo. La cosa no cambia, ni cambiara, no lo esperes.
Queda el
consuelo, para eso están las hemerotecas de cajón, los periódicos viejos con
los que nuestras abuelas cubrían el fondo de los cajones, aquí un ejemplo, que
ahora si saber ni cómo ni porque uno se pone a leer, aburrido de leer tantas y
tan importantes cosas como nos cuentan hoy los periódicos.
Habrá estado ahí todos estos años, desde la
década de los cincuenta, pero ni caso, lo mismo que al rio, ni caso. No le he
hecho ni caso, no le hacemos ni caso. Pero tanto el periódico como el rio, han
logrado llegar hasta nuestros días, lo cual me da pie a pensar, que me
sobrevivirán sin esfuerzo.
Sin firma, o
firmado como X.X.X eran otros tiempos, nada fáciles a la hora de criticar ni
menos aun, a la hora de pedir lo que hoy llamaríamos responsabilidades, ¿a quién?,
vete tu a saber, al Maestro Armero. Sin embargo lo hacían. Un llamamiento a todos sus pueblos…
Ahí están
los trozos de periódico viejo, para recordarnos que poco o nada ha cambiado,
que ya entonces había quien clamaba al cielo y al Maestro Armero a un tiempo, como
lo hay ahora, por que hiciesen, hiciésemos, algo por ese rio llamado Jiloca, que nos dio la
vida, riqueza que poco a poco se nos escapa de las manos.
Pd
Entre las fotos, veinte años de diferencia, como dice el tango, “veinte años no
es nada”.
AÑO 2013
AÑO 1995
AÑO 2013
AÑO 1994
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