Recuerdos del Club Deportivo Calamocha en
torno a una vieja fotografía
Por Carina Cimadevilla Ribes y Jesús Manuel Lechón Meléndez
Verano del año 2019
Gracias a Jesús Blasco y José María de Jaime
Cuando Carina respondió a un primer correo
en el cual le había hecho llegar, un puñado de archivos tomados de El Baúl de la Memoria del Jiloca
referentes a su familia, junto con un retrato de los años cuarenta donde su
madre, mi madre y otras calamochinas posaban con apenas unos años. Ella me
envió una vieja fotografía en cuyo reverso había escrito su madre: “Papá futbolista. Calamocha”.
La emoción me desbordó. ¿Quiénes eran los
protagonistas, más allá de su abuelo Demetrio Ribes?, ¿dónde y cuándo fue
tomada? Casi al instante se la hice llegar a Jesús Blasco para que tratase de
poner nombres a las caras. Y también se la envié a José María de Jaime. ¿Por dónde
empezamos? le pregunté. Y los tres, en realidad cuatro, apasionados del balompié que no recordamos cuándo fue la última vez
que vimos un partido de fútbol nos pusimos en marcha.
Y lo hicimos por
una parte en torno a los recuerdos de la maravillosa fotografía de la familia
Ribes Ruiz y por otra parte en torno a una primera lectura de las crónicas
deportivas de la hemeroteca turolense de los años treinta principalmente
escritas por don José María Gargallo Aguarón. Jugador, árbitro, cronista.
Quien, escondido bajo el seudónimo de Tiburcio
dio buena cuenta de aquellas primeras tardes de fútbol, tan pronto olvidadas. Muy
probablemente sea uno de los protagonistas de la fotografía. Al tiempo
trazaremos algún apunte de la vida en Calamocha de una persona fascinante, don
José Gómez de la Serna y de Santiago, también casi con toda probabilidad
retratado en la vieja fotografía junto al mencionado Demetrio Ribes de quien
Carina nos contará entre la ficción y la realidad su llegada a Calamocha desde
su tierra valenciana.
Tenga por tanto presente el lector que en
cuanto lea a continuación encontrará de todo menos fútbol.
Hubo un tiempo ya olvidado del cual nunca
nadie recordó nada. De ello hace ya casi un siglo que allá en Calamocha
sucedían cosas extraordinarias. Una de ellas fue el fútbol a comienzos de la
década de los años treinta, cuando era realmente un espectáculo, cuando se
jugaba por parte de unos pocos con tanta pasión como ilusión lograban
transmitir a un pueblo, a una comarca entera. Cuando no había liga alguna y se jugaba muy de vez en
tanto con los equipos cercanos y lo que menos importaba era el resultado o quien
marcase gol.
Cuentan las crónicas, la primera de ellas
a fecha de hoy conocida, que unas fiestas de San Roque del año 1930, en el día
de San Roquico se jugó el que probablemente a decir de lo escrito haya sido el
partido más visto de la historia del hoy Club de Fútbol Calamocha, entonces
Club Deportivo, o simplemente Deportivo. Siempre de rojo en su camiseta, de dos
a tres mil espectadores, sí querido lector, ha leído bien, más de dos mil
personas, dos equipos vecinos y entregados, unos luchadores venidos de la
ciudad de Daroca frente a unos calamochinos, más técnicos, pero desacertados
que debieron notar las fiestas y por supuesto polémica. Inevitable cuando
arbitraba un aficionado local, el mismo entrenador o un representante de cada
equipo en cada una de las partes.
En cualquier caso
no deben entenderse aquellas polémicas con su significado actual, el fútbol era
una fiesta. Ninguno de los cuatro que tanto nos emocionamos al ver la
fotografía nos habríamos perdido tales partidos de haber sido contemporáneos a
los protagonistas. Habríamos asistido seguro como todos, por la novedad y la
fiesta que suponía, “ ver qué es eso” de
ver correr en pantalón corto a un grupo de hombres.
Las crónicas, sustento de buena parte de
todo lo escrito, son magistrales de principio a fin. En su mayoría llevan la
firma de Tiburcio. Excelentes,
soberbias, con un lenguaje tan brillante que parece conformar un idioma nuevo a
mitad de camino entre el español, inglés y el cariñoso calamochino. Tras el
seudónimo se escondía como ya hemos dicho, José María Gargallo Aguarón. Hijo
del recordado maestro Alejandro Gargallo, quien con veinte años recién
cumplidos a la par de cronista también era jugador del equipo, Gargallo en las alineaciones, juez y
parte diríase, y a veces, árbitro.
Evidentemente era un apasionado del
balompié de los pies a la cabeza que debía leerse las crónicas de los grandes
partidos que traían los periódicos a los que tan aficionado era su padre como
lector y articulista ocasional. Desde hace años en Calamocha tenemos un concurso
literario en torno a las epístolas amorosas, y no a las crónicas deportivas. A
buen seguro Gargallo lo habría ganado año tras año. Lo que nos contaran sobre
todo él, no es deporte, sino vida, ilusión, esfuerzo en el que la recompensa no
siempre se alcanza. Sin que ello signifique rendirse o enfadarse con el rival o
con uno mismo. Desprendiendo su escritura espíritu deportivo a raudales.
Magistral.
Se casó nuestro gran y desconocido hasta
hoy cronista deportivo en 1934 a la edad de 25 años en Teruel donde comenzó a
trabajar en el Banco Zaragozano, y para colmo y pesar nuestro casi un par de
años antes, dejó de publicarse El Mañana.
Periódico que apenas duró cuatro o cinco años y con lo uno y con lo otro se
acabaron las crónicas de Gargallo y aquel fútbol amateur. Luego llegaría el
jaleo, la guerra y aquellos días de fiesta y fútbol cayeron en el olvido más
absoluto que pudiéramos imaginar. ¿Cómo es posible que todo cuanto nos cuentan
las crónicas de aquellos históricos partidos, no jugados sino celebrados como
lo que eran: una fiesta se olvidasen?
No había entonces liga y las crónicas
darán buena cuenta de que en un principio no era necesaria, eran otros tiempos,
sin duda mejores. El fútbol era cosa de un puñado de calamochinos acomodados,
que llegaran a contar, (se podrá leer en las crónicas del día a día del club. Afortunadamente
para la historia del mismo no todo será el transcurrir de los partidos, también
el día a día de sus primeros pasos), con 150 socios y 50 protectores. Un primer
y segundo equipo. Vuelva de nuevo querido lector a leer el párrafo, meditar y
tal vez comparar con el día a día actual, del todo impresionante.
“Podemos
asegurar que no hay vecino de Calamocha pudiente, que no contribuya al
desarrollo y efervescencia del Club”
Año 1931 Junta general extraordinaria en el domicilio de don
Martin Lucia
Desde estas columnas pedimos sean nombrados honorarios los
siguientes señores, don José María Vicente, don Luis Tello y señor Blasco del
Sastre, jugadores del primer equipo que también se han portado con el Club.
Y señores, no solo las sociedades han de dedicarse a un
deporte. La junta saliente en pleno propuso lo siguiente: Presidente don Julio
Negro, secretario don Demetrio Ribes, tesorero don Joaquín Benito, vocales don
José Gómez de la Serna, don Pascual Serraller y don Pablo Mazón. Tiburcio
Muy a
la moda de entonces el Deportivo organizará también carreras ciclistas,
campeonatos de natación y pedirá la construcción de un frontón
Se asegura para septiembre u octubre, la inauguración de un frontón de postín. Todos los calamochinos contribuirán con arreglo a sus fuerzas, a la construcción de una cosa tan necesaria en todo pueblo. Golazo
Fue gracias a la gente bien cómo nació definitivamente
el fútbol en Calamocha. Equipo que ya en los años veinte dio sus primeros pasos
y jugó algunos partidos, de los cuales los periódicos solo nos darán el rival y
el resultado. Por decirlo de otro modo, nació gracias aquellos que tenían
tiempo libre. No debería ser difícil por tanto identificar a los protagonistas
de la fotografía, cuando ya probablemente a tres de ellos los tengamos localizados. Junto con los forasteros,
que alguno que otro debe haber. Gente de paso por el pueblo.
Forastero, palabra que en las crónicas se
lee en abundancia, sin connotaciones negativas. Uno de ellos era nuestro protagonista
principal con permiso del mencionado cronista, Demetrio Ribes Momblanch.
Foto:
La única crónica en la que hay constancia de que los equipos se hicieran
fotografías corresponde al partido celebrado el 12 de octubre de 1930 en
Calamocha entre el Deportivo y el Rapid
Turolense, uno a dos a favor de los de la capital. Es posible que la fotografía
sea de aquel día y estos sus protagonistas calamochinos.
Los equipos luego del disparo de varias placas fotográficas se alinearon en la forma siguiente:
Deportivo: Vicente, Tello, Muñoz, Lopez, Gargallo, Abad, Paulino, Royo, Ribes, Lucia y Benedicto Entrenador: Gómez de la Serna
A propósito de Demetrio Ribes Momblanch, su nieta Carina nos cuenta:
FUERON DOS DÍAS DEL AÑO
1931: TODA UNA VIDA
Ya medio amodorrado vuelvo a
asomarme a la ventana para ver si la noche es clara y por fin asoman las
estrellas. Necesito saber que día hará mañana ya que tenemos un partido de
fútbol decisivo.
Soy jugador del Club Deportivo
Calamocha, equipo de amigos, foráneos o de estas latitudes, en la práctica del
balompié a tiempo parcial. No somos profesionales aunque nuestra entrega es
total. Ejerzo también como secretario del club. Me eligieron el día once de
enero de 1931, en la Junta General Extraordinaria, para ocupar dicho puesto;
honrado me sentí y temeroso también, por si no llegaba a cumplir con las
obligaciones de dicho cargo o con las expectativas que todos los compañeros
habían depositado confiadamente en mí.
Desde nuestra Valencia de origen nos
hemos llegado a este lugar, no tan lejano como podría parecer ni tan cercano
como aparenta. Es en 1928 cuando acompaño a mi hermano mayor Francisco Ribes
Momblanch para trabajar, en pos de los caminos de hierro, en la construcción de
la nueva estación de ferrocarril de Calamocha y las consiguientes estructuras
de la vía del tren que irá desde Caminreal- antiguamente importante cruce de
caminos con el Camino Real que atravesaba la Comarca del Jiloca- hasta
Zaragoza. Él acude como empleado, y yo, Demetrio, como su ayudante. Francisco
consiguió estudiar solo dos cursos de
arquitectura ya que tuvo que abandonar sus estudios al fallecimiento de nuestro
padre.
Fue nuestro tío Demetrio Ribes
Marco, mi padrino y reconocido arquitecto de la hermosísima Estación del Norte
de Valencia, entre otras muchas obras, el que nos facilitó, años ha, la
oportunidad de estar en contacto con la empresa de los Ferrocarriles del Norte
de España. Los Ferrocarriles de Aragón, propietarios del proyecto aunque con
directrices de Ferrocarriles del Norte y capitales extranjeros y subvenciones
del Estado, han contratado a más de doscientos trabajadores lo qué supone un
hormigueo constante de laboriosos obreros que van de un lugar a otro y la
posibilidad de hacer nuevos contactos y amistades.
Vivimos en una hermosa casa
solariega en el número dos de la Plaza del Peirón de Calamocha, en la provincia
de Teruel. Fue una de las casas pertenecientes al feudo de los señores de
Rivera, comerciantes que fueron en otros tiempos de lana y cobre, entre otras
mercaderías, y con las que hicieron su fortuna. Dicha importante casona
contaba, entre su planta baja y su sótano, con huerto, cuadras, almacenes, una
era empedrada y bodega. En su primer piso se halla la llamada planta noble en
la que nos hemos instalado, y en el último piso está el espacio de lo que fue
cambiando de uso a lo largo de los años y según las necesidades de sus
habitantes: de granero a buhardilla y de ahí a desván. Por la gran extensión de
la primera planta tenemos una serie de estancias desocupadas, que nos sirven
para acomodar a los diferentes jefes e inversores que, de vez en cuando, nos
visitan para supervisar las obras del ferrocarril.
Mi familia me cede mi propia
vivienda dentro de nuestro hogar. En un extremo de la casa dispongo de dos
habitaciones las cuales he adaptado a mis necesidades y en las que me encuentro
muy a gusto; son un dormitorio y una cocina, con hornillo y pila. La cocina
sirve a la vez de comedor y salón, como para que el calor no se enfríe en esos
días duros del invierno o como para evitar que los ambientes se dispersen en
demasía; de hecho, manejarme ahí resulta cómodo y fácil ya que con una mano me
caliento el café y con la otra me pongo la mesa.
Foto
Demetrio Ribes Momblanch
Al mes de estar instalados mi
hermano hace venir a su esposa. Fue bautizada con el nombre de Josefina
Escolano pero su seudónimo de escritora es Mª de Gracia Ifach; ya de
adolescente escribía cuentos y ambos forman una pareja de considerados
escritores, de gran talento y muy a tener en cuenta por sus mentalidades
abiertas y progresistas. Serán frecuentes los artículos de opinión o de ensayo
que escribirá mi hermano en el diario La República, entre otros muchos escritos
en otros medios. Llega también nuestra querida madre Josefina, hacendosa como
pocas, cocinera estupenda, muy presumida, con sus tijeritas y la lima de
arreglar las uñas siempre colgadas del cuello en una delicada cadena, y también
de ideas adelantadas al respecto del pensar común de las gentes de esta época.
Es este un terreno singular: densos
bosques, marjales y dinosaurios han dado paso hoy a una amplia estepa que se
levanta en la distancia hacia las estribaciones y las cumbres de los Montes
Universales, cuajados de espesos bosques de árboles centenarios. Estas son
tierras de labranza, de minería, de pastoreo. Abunda el cultivo de secano, el
cereal, que contrasta por sus colores con las zonas de regadío, verdes áreas de
ricas huertas a la vera del Jiloca y alimentadas por las dulces aguas del río a
través de las acequias, herencia de su pasado árabe.
El trabajo del campo es duro, las
jornadas son largas y el tiempo por estos lares es inclemente. En verano los
calores te pegan a la tierra hasta convertirte en polvo donde, si acaso, solo
te protegen los tallos del cereal crecido; mucha sombra no dan pero a primeras
horas de la mañana extienden las gotas de rocío, con el bamboleo de sus tallos
y al son de una suave brisa, las cuales refrescan un poco el ambiente. En
invierno el frío te revive a la vez que su intensidad te agota y la helada de
la noche llega pronto, casi antes que su crepúsculo. No obstante, la magnífica
vega de Calamocha sigue, en el trascurrir de los años, igual de rica y variada.
La abundancia de los cultivos refresca en verano y caldea los fríos aires del
invierno.
El día de hoy ha sido intenso y
extenuante. Desde bien temprano y después de un café con leche tibia, de
reciente ordeño, y dos buenas rebanadas de pan con aceite y riquísimo jamón de
la zona, nos hemos puesto a trabajar a pie de obra. Había que encontrar espacio
para la descarga y almacenaje de las nuevas traviesas de madera, para vía
ancha, que nos traían. Como no se me dan mal las matemáticas, una de mis
funciones es la del control de los albaranes de entrega y su cuadre con los
materiales recibidos, lo que me hace ir siempre de acá para allá.
Hasta el ocaso no me ha dado tiempo
a darme cuenta del trascurso de las horas. Toda la jornada ha sido húmeda y
nublada por los chubascos intermitentes y, afortunadamente, a última hora ha
empezado a despejar, lo que me tranquiliza de cara al partido de mañana. La
puesta de sol ha estado velada por el correr de una gran nube, negra como el
alquitrán, y cuyas postreras gotas de lluvia han dado paso a un lejano pero
inmenso y luminoso arco iris; puente que, sobrevolando el rio Jiloca, parecía
comunicar sus dos riberas: una de sombreadas huertas y arboledas y la otra de
campos de cereales, en ese momento agostados por los fríos del invierno.
Después de llegar tarde a casa ceno
en solitario embutido en conserva y dos huevos fritos, de las gallinicas del
corral, con unas pataticas fritas de la huerta. Consigo sentarme en el sillón
orejero que nos trajimos desde Valencia y que, regalando unas carantoñas a mi
madre, me apropié en su momento.
Vuelvo a pensar en el partido. Hemos
conseguido vernos un par de tardes para entrenar algo y ponernos de acuerdo en
estrategias y alineación. Don José Gómez de la Serna, entrenador y árbitro a
tiempo parcial, y de amplia labia, se junta con mi hermano Francisco,
imaginativo donde los haya, y entre los dos nos organizan el partido. Sobre la
vitalidad de mis veinte años no tienen nada que añadir u objetar. Los
compañeros siguen queriendo que esté en la delantera porque dicen que mis
piernas tienen buen arranque cuando me llegan los pases y que tengo certera
puntería para acercar el balón al resto de los delanteros que tiran a gol.
El campo de fútbol es de piedras y
de terruño molido y polvoriento, pero es dónde, al fin y al cabo, podemos
practicar nuestro entretenimiento favorito. Entre tanto trabajo el ocio es
importante para despejar la mente y el cuerpo.
En esta tierra de extremos el
verdadero carácter se forja desde el exterior hacia el interior. Todas las
pasiones están latentes, no se muestran, se intuyen pero no se ven, hasta que
de repente, en un momento inesperado y sorpresivo, el sentir se derrama, el
sentimiento brota y la calidez y la mirada límpida, con sonrisas extendidas, te
acogen y te abrazan y te hacen sentir que perteneces a esta tierra y a tu
grupo, aunque fueses forastero venido de lejos y por poco tiempo.
He conseguido sintonizar el
noticiario “La Palabra” de la emisora Unión Radio; ésta suena lejana, no por la
distancia sino por la calidad del sonido que, además, se empeña en ir y venir
cuando quiere. No obstante, consigo enterarme de algunas de las noticias más
recientes y notables. Después de treinta minutos de emisión espero al espacio
musical para poder relajarme.
Ansío que llegue mañana, domingo;
todos tenemos muchas ganas de jugar ya que el mal tiempo nos impidió hacerlo la
semana pasada. Además, ¡he quedado con ella!
Fue hace casi un
año. Un día los amigos me insistieron en que les acompañase a comer a la fonda.
Nos sentamos en una mesa de un rincón. Mientras esperábamos el servicio, me
entretenía curioseando a la diversidad de las gentes que allí estaban. Algunos
hombres eran oscuros por bronceados, otros achaparrados de musculatura fuerte y
enjuta, los había fibrosos como un junco o de hombros pesados y cuellos de
toro. Mujeres habían pocas, solo las que atendían las mesas y en cocinas. De
repente, una de las mocicas me dejó sin respiración: brillaba por si sola, de
piel blanca y pelo negro. Marfil y ébano. Era preciosa, ¡qué criatura tan
hermosa!. Nunca antes la había visto y me deleité observándola con creciente
interés. Creo que me enamoré de ella nada más verla y en el instante en que la
vi comer: su delicadeza al tomar los bocados, la humildad de su postura y su
aparente tranquilidad hacían que toda ella desprendiera paz.
Desde ese momento
solo ansié con gran intensidad saber quién era. Al preguntar, me contestaron:
es la Trini y tiene dos hermanas. Ella es la menor y la más guapa. Son las
hijas de Antonio Ruiz, de la finca “El Reguero”. Me comentan que la finca posee
una gran era, buenas viñas, con las que se hace su propio vino, y mejores
huertos y rebaños de cabras y ovejas que le cuida un pastorcillo, espabilado
zagal. Plantan azafrán y una variedad de trigo creada por él, de espiga y grano
más gordo, distinto del habitual. Tienen en el corral un pozo de aguas buenas,
claras y frescas y una acequia que le corre al pie de la pared del campo. La
madre, Martina Muñoz, es muy conocida, muy de misa, muy fina y educada, culta y
de buena letra; enseña a leer a todo aquel que en el pueblo quiere aprender.
Algo debió de notar ella
porque levantó la cabeza y me miró. Su mirada, de tan transparente y profunda,
quebró mi aparente serenidad. Esos ojos, de espesas pestañas, me recorrieron
con delicadeza y sé que entre ambos una chispa se encendió
Foto Trinidad Ruiz Muñoz
Mi momento de paz antes del sueño ha
llegado. Lienzos de traslúcidos colores me arropan; los añiles, oros y platas
del atardecer me han ido cubriendo lentamente a través del balcón. Ya se van
oscureciendo las habitaciones del mundo para que los humanos podamos penetrar
en la esfera de los sueños. Mañana será un buen día.
DOMINGO
29 de marzo
¡Hoy hemos ganado! Ha sido un gran
partido: definitivo y rotundo. ¡Tres a cero al Olímpica de Teruel!
El sol cae hacia su lecho en un
ocaso esplendoroso que envuelve la tarde. Yo ya estoy preparado, ansioso de
nuevo, como siempre. Al cobijo de la noche, de la oscuridad, me haré sombra con
las sombras, cruzaré las huertas hasta llegar a vernos. Nuestros encuentros son
posibles en las ausencias de los padres y en nuestras pausas entre trabajos y
recados. Cuando la madre, de sobrado espíritu religioso, se llega a la iglesia
dos o tres veces al día: si por oír la misa, o por comulgar con el párroco, o
arreglar las flores, o limpiar la sacristía. Su dedicación al “Señor”, como ella lo llama, es completa. Las
faltas de su casa son reñidas por su marido, el padre de mi amada. Él siempre
está fuera en los campos y cuando llega a su casa, y aunque las tareas de la
casa están hechas y las comidas servidas, quiere descansar su vista y sus
pensamientos, acompañado de su esposa.
Son esos momentos los que nosotros
aprovechamos, en nuestra jovial juventud, para estar juntos. Me cuesta llegar
hasta su casa desde la mía pues eso implica recorrer el pueblo esquivando
calles, cruzando barrios, saltando acequias y trepando tapias. Oculto a ojos
extraños, con miradas cautas y atentas, con pasos sigilosos, acelerados, sin
prisas pero sin pausas, así me voy llegando a nuestra cita. Cualquier excusa es
válida para que nos podamos encontrar: ir a buscar la leche a la cuadra, o los
huevos al corral, o unas verduras al huerto, o quizá para atrancar las puertas
de la casa y el patio llegada la noche. Eso sí, debe de estar todo muy bien
organizado para que no nos descubran ya que su padre no quiere que nos veamos.
Ardo en deseos de rozar con la yema
de mi dedo el perfil de su mejilla y el contorno suave de sus labios, de
acercarme al aroma de su pelo o a la esencia de su piel. Lleva en sus ropas y
en su cuerpo los perfumes del campo y del jabón de lavanda, del romero recién
cogido, del tomillo, la hierbabuena y la manzanilla y de la paja fragante y
seca. Cierro los ojos y aspiro, sintiéndome en la gloria. Al abrirlos de nuevo
veo sus ojos oscuros, tiernos, amorosos y brillantes, tan bellamente iluminados
como si fueran de luz de luna. Con su sonrisa de medio lado, y la cabeza un
poco agachada, se ve tímida y coqueta, receptiva y asustada; sin miedo a
mirarme a los ojos pero con miedo a que mis ojos la coman. Nos miramos, nos
miramos mucho; aún en la profunda oscuridad de las noches nos vemos, pero sobre
todo nos sentimos: poco a poco, cada vez más cerca, primero con vergüenza,
después con ilusión, más tarde con fuerza. Ya en la corta distancia le cojo
primero un dedo, después otro, más allá de los tres ya son cinco y luego son
diez.
Ella me avisa:
- ¡Cuidado que nos pueden ver!
Y yo le respondo:
- No temas, estamos al resguardo del
amor y sus secretos.
Cuando percibo su ligero roce en mi
hombro me estremezco, me recorre como un rayo; es una brisa cercana al corazón
seguida de un cosquilleo de mariposas en el ombligo. En ese toque de atención
la noto preocupada y le pregunto:
- ¿Qué te pasa?
- Pues que mis amigas me han hecho
una jotica y estoy nerviosa por si la oyen mis padres y por lo que puedan
comentar las chismosas del pueblo.
- Pero Trini, ¡no será tan grave !
¿cómo dice la jotica?
- La jotica dice así:
Labrador no lo quieres,
rico no lo tendrás,
y con el hermano del
ingeniero
chasco te vas a llevar
Yo, disimulando una sonrisa por no
ofender su preocupación, le contesto:
- ¡Pues vaya par de dos! ¿sabes a mí
cómo me llaman? me apodan el Saltatapias
- ahí sí sonrío con orgullo y de oreja a oreja-, pero no te preocupes cariño,
que nuestro amor siempre podrá con todo.
Me pregunto qué quiero hacer esta
noche si soñar o leer. Escojo soñar, porque soñando palpita de amor mi alma.
Postdata: Mis abuelos se casaron a
principios de 1936 en Madrid. Fueron muy felices y se quisieron siempre como el
primer día, con toda su alma.
Carina Cimadevilla Ribes
A domingo 29 de septiembre de 2019
En cuanto a Ribes como jugador a decir de
lo escrito por Gargallo fue un fijo en todas y cada una de las primeras
alineaciones. Sabía jugar y a buen seguro había competido antes de llegar a
Calamocha. Una vez en nuestro pueblo se uniría a los aficionados locales y
forasteros. Jugaba de delantero, tenía carácter y cuando el equipo flaqueaba se
lo echaba a la espalda y animaba a los compañeros realizando un partido
extraordinario aquel día en que por fin se “inauguró” un campo propio. Al
parecer nunca hizo ningún mal partido y asimismo, como casi todos, a la vez de
jugador fue directivo.
Los pioneros se divertían y divertían a
los demás, pero también nadaban contra corriente en unos primeros tiempos en lo
que no resultaba fácil continuar y cada derrota parecía iba a traer la
desaparición del equipo. Rogamos no se emocione en exceso el lector pues lo
normal es que nuestro querido Deportivo terminase derrotado. Así era y es el
fútbol. Jugaban bien, peleaban y perdían mientras los contrarios parecían estar
a años luz de los calamochinos que por no tener, no tenían ni campo propio en sus
iniciales encuentros. De hecho los primeros partidos resulta imposible saber
dónde se jugaron, “en alguna era”.
Sin embargo, en
ese par de años, asistiremos a la inauguración del primer campo, situado camino
de Teruel a la derecha, duro, pedregoso, con algo de desnivel frente al Santo
Cristo, cedido por doña Modesta Polo y hasta conseguirán tener su propia sede
social en la Calle Justino Bernad 24 gracias a Martín Lucia.
Como aficionados los equipos se invitaban
unos a otros y se ponían de acuerdo en las fechas, devolviéndose las visitas. Las
fiestas y días señalados, solían tener su partido de fútbol, a las tres y media
de la tarde en invierno y dado que era un acontecimiento novedoso si las
crónicas no mienten (y no creemos que lo hagan) asistían, miles de personas,
llegados de todos los pueblos de alrededor, que envolvían el campo sin dejar un
hueco y aplaudían y vitoreaban a locales y forasteros por igual. Célebres
fueron los primeros duelos del Club Deportivo Calamocha con el Rapid Turolense
tanto en la villa como en la capital. Y la asistencia de mujeres, todas ellas
guapas, era desbordante. Luego vendrían rivalidades más próximas con
poblaciones vecinas.
El equipo forastero llegaba momentos antes
del partido y era recibido por la directiva y jugadores. Se cambiaban en la
sede social subían a los coches y llegan al campo ya lleno de seguidores. Cada
tiempo del partido lo arbitraba un aficionado de cada equipo, a veces el mismo
entrenador, otras uno cualquiera que conociese algo de fútbol dando igual quien
lo nombrase. Y tras el partido, vuelta a bajar al pueblo a merendar. Finalmente,
los jugadores forasteros eran despedidos como héroes. Fácil es comprender tras
leer las crónicas porque hace tiempo que en mi caso deje de ver fútbol.
En Calamocha por aquel entonces el
registrador de la propiedad se llamaba don José Gómez de la Serna y de
Santiago, (Muy probablemente primo hermano, en cualquier caso familia, de Don Ramón,
el célebre escritor de las greguerías).
Debió vivir en nuestro pueblo prácticamente una década y a decir de las notas
de sociedad de los periódicos del momento donde se reflejaban las idas y
venidas de los viajeros, no vivía solo dado que lo acompañaba su familia. Quizás
era algo mayor que el resto, o quien sabe si más torpe ante ellos y ya no
estaba para jugar, pero sí para formar parte de la directiva, arbitrar y sobre
todo entrenar. Él era quien dirigía el equipo en muchas de las crónicas que se
pueden leer y muy probablemente podemos reconocerlo en la fotografía, de paisano
no de futbolista, posando desenfadadamente junto a los jugadores. Más adelante
podremos incluso acercarnos casi con toda seguridad a la fecha y al partido de
la fotografía.
José Gómez de la Serna y de Santiago
además de registrador de la propiedad escribía de vez en cuando en los
periódicos y se presentaría a diputado en cortes por el Frente Popular. Y así
el comienzo de la guerra le pillaría en Calamocha, en zona nacional. Se marchó
del pueblo, se puso a salvo y en agosto de 1937 su casa en la calle Real se
desprecinto para que la ocupasen mandos militares del ejército de aviación. Todavía
puede leerse en el archivo del ayuntamiento el inventario de todo lo que dejó. Sin
duda no parece que estuviera de paso en Calamocha, todo el mobiliario era de su
propiedad. Lo dejo todo, también algún cuadro, una estufa de lujo, un reloj, un
gran sillón, todo en buen uso, cama de matrimonio y una individual. Con lo
puesto se debió marchar con su ropa y poco más. Curiosamente el inventario no
reconoce la existencia de ningún libro, tal vez se los llevo o tal vez los
guardaba en el despacho del registro el cual siguió activo sin precinto tras su
marcha.
Unos meses antes el 21 de octubre de 1936
el ayuntamiento de Calamocha a requerimiento del Gobierno Civil de Teruel
emitió un informe de todos y cada uno de sus funcionarios y al llegar a don
José Gómez de la Serna y Santiago, dicho informe transmite una escueta
tristeza, la inutilidad de la guerra es manifiesta. Los días de fútbol frente
al Santo Cristo se habían terminado. E incluso los recuerdos de aquellos días
parecieron borrarse y de no haber contado con la suerte de encontrar la
fotografía y los escritos de Gargallo nos habría costado creer lo que aquellas
tardes de fiesta y deporte sucedía.
Observaciones:
D José Gómez de la Serna
Registrador de la propiedad se presentó Diputado a Cortes por el Frente Popular
La conducta privada de todos
ellos (En la lista había
alguno más) es buena sin que me conste
nada en contrario
Este es el juicio que le
merece cada uno al informante y en prueba de todo ello, lo firma y sella en
Calamocha a veintiuno de octubre de mil novecientos treinta y seis
El Alcalde Presidente
Emilio Benedicto (*)
(*) Puede verse a don Emilio Benedicto en
las alineaciones de la época del CD Calamocha a las órdenes del mismo De la
Serna
En 1943 levantaron el embargo de los
bienes de don José Gómez de la Serna y de Santiago, y citan las fuentes como su
domicilio en ese momento la ciudad de Manacor. Había accedido a la plaza de
registrador de la propiedad en 1926 y su último destino conocido en 1967 fue
Barcelona, concretamente Granollers. Se jubilaría en 1969. A buen seguro su
familia guarda en algún rincón olvidado parte de la historia de aquel equipo
calamochino.
Con la proclamación de la República el
periódico El Mañana de Teruel
(diciembre de 1928-abril de 1931) dejó de
publicarse y en su lugar acorde con los nuevos tiempos apareció La República. Con origen también en la capital de la provincia y cuya
existencia desgraciadamente para nosotros, (los apasionados del fútbol en blanco y negro y campos de tierra), fue tan efímera con
la de su predecesor. No llegó a tres años.
(mayo de 1931-noviembre de 1933).
En tan
republicano periódico continuarán por un tiempo las crónicas, si bien, ya tan
apenas serán unas líneas. Da la impresión de que conforme avanzaba la república
también lo hacía la decepción en torno a la misma y la política lo absorbía todo llevando lo demás a un segundo
plano incluido el mundo deportivo y en concreto el futbolero. De hecho, unos meses
después desaparece de la letra impresa toda información deportiva.
Aun así
y todo, podremos leer como el Deportivo Calamocha, vive igualmente días
gloriosos y convulsos a un tiempo hasta en apariencia su desaparición. Durante unos meses sus
componentes se dividen tal y como hará España y asistimos al nacimiento
del Athletic Calamocha, conformado al parecer por los
más jóvenes. Mientras
nuestros héroes en su mayor parte siguen fieles al Deportivo.
Finalmente
imperara la cordura, (en realidad sucede todo tan rápido) y en un partido épico se pondrá fin a la división sin necesidad de guerra alguna entre hermanos en el ya mítico Campo del Arrabal así
nombrado en las crónicas donde se enfrentarán por el Trofeo Calamocha el
Deportivo y el Athletic, los veteranos frente a los jóvenes.
La mayoría de las crónicas aparecen ahora con el seudónimo de Golazo, salvo alguna de ellas, firmadas
por Espinilla o el muy calamochino
Tracatra y un tal López quien pone fin a las
mismas. Con tristeza y desde Teruel nos llegarán las crónicas más
numerosas escritas por Ramosa quien
es de suponer sería trabajador del periódico además
de un apasionado del fútbol y en especial de su público femenino.
Tal vez Tiburcio, Jose Maria Gargallo, siguió escribiendo las crónicas en el nuevo
periódico haciendo borrón y cuenta nueva bajo Golazo como nuevo seudónimo. De no ser así lo hizo un buen discípulo suyo pues estas,
aunque menos entusiastas y menos extensas, son
igualmente de marcado espíritu deportivo. Divertir, pasar
un buen rato, practicar deporte, el resultado siempre será lo de menos, las
patadas sobran y el ganar a toda costa descartado. Siempre en tono conciliador,
tanto frente a los rivales, como a todos los calamochinos, pues una parte de
ellos comienza a pedir lo que parece imposible, ver ganar al equipo
todos los partidos.
En la
última crónica firmada por Golazo podríamos
decir que hay de todo menos fútbol y suena a despedida en tanto que nombra a
todas y cada una de las mujeres de su quinta que asisten al baile del Casino,
ellas son muy probablemente aquellas morenas guapas y sonrientes que asistían a
los encuentros de fútbol.
Debido al mal tiempo se han suspendido los festejos deportivos. El día
17 en el Casino se celebró un gran baile amenizado por una orquesta darocense,
entre las numerosas y bellas señoritas que asistieron recordamos:
Maria Cruz Escartin, Amelia Benedicto, Laura Maicas, Pilarin Loma,
Esmeralda Garrido,Avelina, Manolita y Narcisa Layunta, Aurelia Garcia, Tomasa
Abad, Pilar Lucia, Paquita Abad, Presentación Cameo, Pilar Polo, Hortensia
Martin, Mercedes Catalán, Agueda Serrano, Lolita Lopez, Pilar, Angelitos y Lola
Serraller, Carmen Royo, Pepita Peris, Adela Tomas, Rosario, Gonzalez,
Carmencita Lopez, Consuelo Mara, Carmen Benito, Rosita Mateo, Paquita y
Guadalupe Agudo, Jerónima Miguel, Antolina Gonzalez, Rosario, Manolita y Salud
Romance, Carmen Buj, Maria Abril, Rosita Villar, Maria y Carmen Caron
En
cualquier caso el tiempo contado en meses, parecen años, y transcurre en el
mundo futbolístico calamochino y de la provincia muy rápidamente. En apenas unos
meses todo cambia. La afición va dejando paso al
deporte “profesional”, a los piques, a buscar la victoria más allá de pasar un buen rato, a jugar los partidos, no a
celebrarlos. Y el trasfondo político empieza a
pesar.
En
Teruel todo parece indicar se jugó una primera competición. Un campeonato entre los equipos punteros de la capital de
modo que el Deportivo tuvo que buscar otros rivales igualmente amateurs a los
que invitar y enfrentarse, Cariñena, Calatayud sin éxito, Daroca y equipos menores de Teruel entre ellos El Terror. Cuya sede social estaba
en la céntrica calle de la Amargura aun paso del Torico, no cabe mayor
romanticismo. A la espera de que el campeón turolense aceptase la invitación de
venir a Calamocha un día señalado y tener así un partido de primer nivel. La
rivalidad con el Daroca será manifiesta dentro
y fuera del campo, también en los periódicos. Y
los partidos cada vez más de acuerdo al fútbol
moderno, más duros. A última hora llegarán los encuentros frente a
Monreal.
Y así
esos comienzos tan gloriosos como entusiastas, anunciados con infinitos
carteles, alguno de ellos dibujado por M. Maicas van viendo su fin el público
quiere más, quiere partidos de primer nivel y sobre todo desea ver a su equipo ganar. Lo
cual como simples aficionados empieza a ser
imposible. A su vez el segundo equipo del
Deportivo compuesto por los jóvenes quiere jugar y de un modo u otro en
Calamocha por un tiempo conviven (como ya hemos avanzado dos equipos) viendo
los tradicionales rojos del Deportivo como parte de sus integrantes conforman
el nuevo Athletic Calamocha de camiseta blanca.
Las
crónicas no dicen mucho hasta el momento de cómo surgió el Athletic, pero habría que
entenderlo más como una escisión de una peña sanroquera tradicional. Al fútbol
solo podían jugar once y jugaban los
fundadores del equipo y entrar debía ser difícil. Aún no se habla de cambios o
sustituciones en los encuentros siendo como si se habla de que en las segundas
partes ya nadie puede correr carentes
de una preparación física adecuada.
Se
fueron para jugar, como el que se va de una peña porque quiere traer otras
orquestas. En unos meses unos y otros se desengañan y se enfrentan en el
Trofeo Calamocha por la supremacía del fútbol
en la villa. En
las crónicas se podrá ver la gestación del partido, los prolegómenos con
mascotas incluidas, la copa donada por un buen aficionado. Su desarrollo, resultado
y su final en papel impreso, en lo que habrá sido el partido más largo jamás
jugado en Calamocha. De hecho, aún está por acabar. Y muy probablemente también sea el único partido en la historia del mundo futbolístico
donde uno de los equipos se presentó a jugar y
jugó con el mono de trabajo. Con un
mono de mecánico para ser más exactos, créame querido lector, que cuanto
contamos es tan cierto como maravilloso. Si el Club de Fútbol Calamocha de hoy
anda buscando una segunda equipación con la que sorprender las tardes de
invierno ahí la tiene, su historia le avala.
En
agosto de 1932 Golazo parece
despedirse en una última crónica a la que ya hemos hecho referencia y con él desaparece cualquier noticia en torno al fútbol en Calamocha, ni siquiera Ramosa comenta nada ni en un sentido ni en otro y lo que es más
alarmante el periódico La
República deja
de dar noticias deportivas. Dando así la impresión que
en agosto de ese año tras suspenderse en apariencia por el mal tiempo el partido
de San Roque frente al Calatayud el equipo del Club Deportivo Calamocha
desapareció.
En estos
momentos desconocemos el por qué en tan solo
unos meses, el fútbol en Calamocha paso del
todo a la nada, precisamente en un año 1933 en el cual se empieza a organizar
el primer campeonato de la provincia de Teruel, sin una presencia por todos
deseada, la del Deportivo. Calamocha estaba
sin equipo. Aquel primerizo campeonato
organizado por el diario Acción,
heredero de los anteriores, aun siendo su línea editorial claramente de
derechas, en el seguirá escribiendo el cronista Ramosa. A buen seguro la finalización de las obras del
ferrocarril y la marcha de sus trabajadores tuvo algo que ver, el mismo
Demetrio dejo Calamocha.
Meses
más tarde en agosto de 1933, un tal López, desde Calamocha se lamenta de la falta de un equipo de fútbol en el pueblo siendo como había sido un referente para el
balompié de la provincia en el pasado y apostaba por la pronta constitución de un equipo. Y pondrán todo su entusiasmo para conseguir, formar un “once” entre
nuestra juventud, logrando así apartarla del vicio y llevarnos al nivel que
debemos estar, máxime cuando Calamocha ha sido uno de los primeros pueblos
turolenses que tuvo un buen equipo
Pero la prensa se Teruel no era nada
optimista al respecto. Y como Calamocha no puede tomar parte en el campeonato por
carecer de equipo (circunstancia verdaderamente lamentable) esperamos que tan
pronto como Alcañiz e Híjar designen sus delegados quedará constituida la comisión para concretar condiciones, formar
el calendario, y laborar en bien del deporte provincial.
Calaceite, Puebla de Híjar, así como
Calamocha, no han contestado si están dispuestos a tomar parte en la contienda.
Entendemos debe ultimarse este detalle, dando
un plazo a esas localidades para que indiquen si piensan entrar a disputarse la
posesión de la copa ACCION pues como todavía hay que confeccionar el calendario
sería muy conveniente comenzar a realizar esa gestión.
Así como vamos, sin celebrar encuentros y sin
poder hacer nada sobre el campeonato por faltar los nombres de dichos
delegados, la afición al fooball va desapareciendo Ramosa
Dos largos y tristes años
deberán pasar para encontrar de nuevo alguna referencia del Club Deportivo Calamocha en las hemerotecas que a fecha de hoy
se pueden consultar en la red. Un pobre equipo de aficionados a quien todo el mundo parece
ganar será el que podamos ver allá por 1935, unos meses antes de la llegada de
la guerra y de la desaparición del fútbol. Dos partidos, dos derrotas,
frente a Agrupación Deportiva Monrealense, en lo que parece más un partido de
solteros contra casados que esos primeros encuentros de años atrás.
Mientras
la provincia de Teruel desde la prensa seguía lanzando constantes guiños sin
resultado alguno al inexistente fútbol calamochino abogando por la creación de
un campeonato donde jugaran las principales localidades. Pero las diferencias
entre unos y otros equipos empezaban a ser ya considerables y lo peor de todo,
para jugar, había que encontrar un buen puñado de pesetas.
Sabemos existe el propósito de que tomen
parte los equipos de Santa Eulalia, Monreal y Calamocha, por su proximidad con
la población, pudiendo añadir parece ser que el tantas veces repetido
campeonato será para hacerlo entre equipos de la misma categoría. Como nunca se
ha celebrado en esta provincia un campeonato de futbol, sería muy conveniente
llevarlo a cabo a fin de que no solamente se celebren encuentros, sino que esta
parte de Aragón tuviese su campeón y pudiese incluso llegar a codearse con
otros de su talla.
Más tropezamos, para hacer un campeonato provincial, con el inconveniente que supone la gran distancia existente entre la capital y los pueblos de la Tierra Baja.
Claro está que por encima del inconveniente de las distancias está el de las pesetas.
En Calamocha el siguiente partido del que por el momento
tenemos constancia se jugaría en la primavera de 1940. Pero eso ya es otra
historia tan bonita como desconcertante y
merece un capítulo aparte. Llegó la guerra
sobre aquellos días de ilusión tras un balón, y más tarde el olvido sobre las
tardes de fútbol de
los años treinta del siglo pasado. Mientras tanto: ¿Jugarían algún partido los
soldados alemanes frente a los italianos?
ANEXO
I
El fútbol en
Calamocha (1930-1935)
Protagonistas, sin orden alguno
Vicente (Jose Maria),
Tello (Luis), Muñoz, Lopez, Gargallo
(Jose Maria), Abad I y II, Paulino,
Royo, Ribes (Demetrio), Lucia I y II,
E. Benedicto, A. Benedicto, Rivera, Palacios, Ramo, Sastre (Blasco del Sastre), Alfredo, Cucalón,
Carrión, Susano, León, Grandes, Valderrama, Latorre, Parrilla, Lopez, Malo,
Caballería, Esteban, Catalán I y II, Castro, Escoriaza, Loma, Saturnino,
Benito, Antonio y José Corbatón, Alfredo, Pignatelli, Serrano, Emilio, Jericó,
Liarte, García, Caro, Carenas, Blasco, Emilio
y Melchor
Estadísticas
CALAMOCHA
|
Jugados
|
Ganados
|
Perdidos
|
Empatados
|
Goles a favor
|
Goles en contra
|
Deportivo
|
16
|
6
|
8
|
2
|
22
|
32
|
Athletic
|
3
|
0
|
2
|
2
|
2
|
4
|
Goleadores Club Deportivo Calamocha
Grandes
4, Sastre 2 Valderrama 1, Serrano 1
Goleadores Athletic Calamocha
León
1, Emilio 1
Partidos y resultados
19-08-1930 Club Deportivo Calamocha 2 -
Sporting Daroca 1
13-10-1930 Club Deportivo Calamocha 1 - Rapid
Turolense 2
09-11-1930 Rapid Turolense 2 - Club Deportivo
Calamocha 3
31-03-1931
Club Deportivo Calamocha 3 - Olímpica de Teruel 0
12-04-1931 Club Deportivo Calamocha 2 - Rapid
Turolense 4
04-06-1931 Olímpica de Teruel 2 -Club
Deportivo Calamocha 1
15-08-1931 Club Deportivo Calamocha - El
Terror de Teruel (Gana CDC)
08-11-1931 Cariñena 6 - Club Deportivo
Calamocha 0
00-00-1931 Rapid Turolense - Club Deportivo
Calamocha (Gana CDC)
09-02-1932 Athletic Calamocha- Athletic
Teruel (Empate)
01-03-1932 Athletic Teruel 3 - Athletic
Calamocha 1
06-03-1932 Club Deportivo Calamocha 1
-Athletic Calamocha 1
12-04-1932 Club Deportivo Calamocha 0-
Juventud Catolica de Teruel 1
24-04-1932 Club Deportivo Calamocha 6 - Sporting Daroca 2
10-05-1932 Sporting Daroca 3 - Club Deportivo
Calamocha 0
07-07-1932 Club Deportivo Calamocha 2 - Balompédico Teruel 2
15-09-1935 Asociación Deportiva Monrealense 5
- Club Deportivo Calamocha 1
07-11-1935 Club Deportivo Calamocha 0 -
Asociación Deportiva Monrealense 1
ANEXO II
Alineaciones y apuntes de la hemeroteca
19-08-1930 Club
Deportivo Calamocha 2 - Sporting Daroca 1
Aquel primer gran partido unas fiestas de San Roque ante
“miles de espectadores”
C.D. CALAMOCHA: Abad, Muñoz, Tello, Royo, Rivera, Lucia, Benedicto, Ribes, Palacios, E.
Benedicto y Paulino
E.C. DAROCA: Pérez, Moreno, Sanz, Navarro, Jimeno, Gómez, Garcia, Rubio, Yagüe,
Moreno y Pascual
Los capitanes de ambos equipos se cruzan
hermosos ramos de flores, (ovación), y la lindísima señorita Carmencita López Lanz,
hace el “saque de honor”, aplaudiéndosele instantáneamente. TIBURCIO
13-10-1930 Club Deportivo Calamocha 1 - Rapid Turolense 2
Esta
es la única crónica en la que hay constancia de que los equipos se hicieran
fotos y no una sino varias, de modo que es posible que la fotografía sea de
aquel 12 de octubre de 1930 y estos sus protagonistas calamochinos.
Los equipos luego del disparo de varias
placas fotográficas se alinearon en la forma siguiente:
Deportivo: Vicente, Tello, Muñoz, Lopez,
Gargallo, Abad, Paulino, Royo, Ribes, Lucia y Benedicto Entrenador: Gómez de la
Serna
Rapid: Graff, Ripoll, Álvarez, Romero,
Aranda, Herrero, Baguena, Fermín, Novella, Ferrando y Rodríguez (Goleadores
Novella y Aranda)
Hay cambio de ramos de flores que entregan:
el capitán del Rapid a un grupo compuesto por las bellísimas señoritas: Emilia
Clemente, Carmen Benito, Jeronimita Miguel, Míguela Mateo y Marina Gargallo. El
del Club a los no menos bellas y simpáticas señoritas Pilar Alcalde, Pilar
Vicente, (¡Viva la Virgen del Pilar!) y Flora Lucio. TIBURCIO
09-11-1930 Rapid
Turolense 2 - Club Deportivo Calamocha 3
La alineación será:
Club Deportivo: Vicente, Abad y Tello,
Lucia, Gargallo y Muñoz, Ramo, Benedicto, Sastre, Alfredo y Ribes
Rapid: Galve, Romero y Ripoll, Herrero,
Fermin y Aranda, Baguena, Corbalán Novella, Vicente (T) y Ferrando.
Reservas: Brun, Batanero y Martin
Dice el articulista de referencia (Gargallo)
que hubo un pugilato y no precisamente por los calamochinos, Es extraño que
“pegando” solo los del Rapid, ¡solo un jugador de estos! y el portero! Fuesen
verdaderamente lastimados. Un Jugador
31-03-1931 Club Deportivo
Calamocha 3 - Olímpica de Teruel 0
Y el Deportivo debutó en su campo a lo grande, con una
histórica victoria. Fue un día para el recuerdo de principio a fin con gente de
toda la comarca asistiendo como espectadores, participando de la celebración y
la fiesta a pesar de los malos augurios iniciales.
Si el Deportivo pierde este partido el
fútbol calamochino decaerá quizá para no levantarse más. Hay que vencer o
quedar en un lugar airoso, en bien de la prosperidad del Club.
C.D. Calamocha: Vicente, Abad y Tello,
Lopez, Ribes y León, Grandes, Carrión, Sastre, Gargallo y Lucía (Goleadores
Sastre (2) y Grandes)
Olímpica Turolense: Martínez, Fernández y
Torres, Monja, Fermin, Ripollés; Aguilar, Yus, Garzaran, Villalba, Sancho
El señor Gómez de la Serna árbitro con
autoridad y acierto. El público, como siempre, correccionalismo.
Después del partido todos los jugadores
acompañados de sus directivos y de algunas señoritas, se dirigieron al Club
Deportivo, donde se había preparado un gran lunch.La “olímpica” ha tenido la
gentileza de regalar a nuestra Sociedad, un bonito banderín primorosamente
bordado. TIBURCIO
12-04-1931 Club Deportivo Calamocha 2 - Rapid Turolense 4
Días
de gloria con un equipo en forma, un campo nuevo y victorias. Tan es así que
todos quieren jugar contra el Deportivo, pero los calamochinos eligen la
rivalidad con el Rapid. Su clásico. Los demás tendrán que esperar. Sin embargo,
el fútbol es así, llega el Rapid a jugar a Calamocha frente a un Deportivo en
forma, y pone las “cosas en su sitio”.
Al llegar al punto de destino, vemos la
extraordinaria animación que en las calles de Calamocha reina con motivo de este
encuentro.Suena el pito, impulsado por el joven aficionado José María Gargallo
y los equipos quedan alineados en la forma siguiente:
Club Deportivo: Vicente, Abad., Tello,
López, Ribes, Muñoz, Lucía, Grandes, Sastre, Carrión, Valderrama (Goleadores Valderrama
y Grandes)
Rapid: Trople, Baguena, Ripoll, Romero,
Aranda, Novella, Fernando, Baldomero, Soria, Teodomiro, Lara . (Goleadores Teodomiro, Fernando, Baldomero y
Soria) RAMOSA
04-06-1931 Olímpica de
Teruel 2 -Club Deportivo Calamocha 1
15-08-1931 Club
Deportivo Calamocha - El Terror de Teruel (Gana CDC)
El
Terror de Teruel visitará Calamocha, es el partido de los modestos tras la
derrota, ganará el Deportivo pero desconocemos el resultado
Deportivo: Vicente, Esteban y Tello, Abad,
Ribes, Lopez, Grandes, Catalán, Gargallo, Sastre y Valderrama
Terror: Cano, Baguena y Pascual, Ripoll,
Saez y Esteban, Bronchal, Roig, Maorad, Aranda, (P) y Velázquez RAMOSA
08-11-1931 Cariñena 6
- Club Deportivo Calamocha 0
Espinilla,
un calamochino más transmite ánimo el Deportivo es invitado a jugar en
Cariñena. Algo serio. Pero desde luego que cuando las cosas empiezan a torcerse
Desconocemos el equipo a formarse, pero por si lo quisieran tener en
cuenta ahí va uno, y que no es flojo: Vicente, Abad y Tello, Valderrama, Ribes
y Carrión, Grandes, Gargallo, Castro, Sastre y Paulino, o bien, cambiar este
último con el medio derecha. ESPINILLA
El Cariñena venció seis a cero al Calamocha, además de un penalty que
le regalaron.
00-00-1931 Rapid
Turolense - Club Deportivo Calamocha (Gana CDC)
09-02-1932 Athletic
Calamocha- Athletic Teruel (Empate)
Por
Calamocha el fútbol va de mal en peor, sin embargo, Ramosa periodista turolense
lo celebra como una gran noticia y se hace eco del nacimiento del Athletic Club
Calamocha
“En
Calamocha ha surgido un nuevo equipo de fútbol llamado Athletic Club y
compuesto por entusiastas calamochinos. Aunque en este equipo figuran algunos
elementos del “agonizante” Club Deportivo no está a la altura de este debido a
que son todos gente nueva” Probablemente los calamochinos que vestirán camiseta
blanca y pantalón negro, alinearan el siguiente equipo.
Athletic local: Escoriaza, Paulino, León,
Parrilla, Benedicto, Catalán, Lopez, Susano, Saturnino, Loma y Valerrama
Athletic Turolense: Ripoll, Paricio, Vidal, Aguilar, Pastor, González,
Navarro, Casinos, Catalán L, Lafuente, Catalán J RAMOSA
01-03-1932 Athletic
Teruel 3 - Athletic Calamocha 1
El
Athletic Calamocha va en serio y como el circo en plena nevada devuelve la
visita a sus tocayos de Teruel
Estos vinieron por verdadera cortesía ya que
de Calamocha salieron con una fuerte nevada.
El resultado fue tres a uno a favor del
local, y marcados por Ortiz, León marcó el de su equipo. Jugaron mucho la
defensa de los nuestros y Gargallo de Calamocha RAMOSA
(Goleadores
Ortiz (3) y León)
06-03-1932 Club
Deportivo Calamocha 1 -Athletic Calamocha 1
Duelo
al sol del invierno. Los dos equipos calamochinos se medirían en el campo, y se
jugarán la Copa Calamocha por la supremacía del fútbol local
El próximo domingo día 6 se enfrentarán en
el campo de deportes el nuevo equipo “Veterano” y el “Athletic club” ambos
locales para disputarse la copa “Calamocha Deportiva” espléndido trofeo
regalado por un entusiasta de este varonil deporte cuyo anónimo le hace ser más
digno de encomio. La expectación que produce este encuentro ofrece la seguridad
de verse concurridísimo el campo, para presenciar el emocionante partido que
espera ser reñidísimo. Ambos equipos se saludarán con sus receptivas “mascotas”
Merece publicarse la alineación del
“Veterano” que es la siguiente: Francisco Lucía, Gargallo y Benito, Antonio
Corbatón, Ribes y José Corbatón, Lopez, Ramo, Alfredo, Pignatelli y Serrano
GOLAZO
Muy
probablemente único partido de la historia mundial del fútbol donde uno de los
equipos se presentó al campo y jugó vestido con el mono de trabajo. Tracatra, única de sus crónicas, será el
primero en contarnos como ya nuevamente unidos los equipos en uno solo, se
juegan el prestigio y la Copa Calamocha en un encuentro jóvenes frente a
veteranos donde parece quedar clara la igualdad y se firman tablas con un
dudoso penalti a favor de los más jóvenes El
próximo domingo se jugará el desempate. (Goleadores Serrano y Emilio)
La
Copa Calamocha, el encuentro más largo jamás jugado, aún está por terminar,
aquel partido de desempate sigue pendiente casi cien años después si bien los
veteranos se dieron por derrotados públicamente por seis a cero, dispuestos a
empezar de nuevo todos juntos.
Estos días se hablaba de una fusión Club
Deportivo-Athletic Club, equipos locales, ambos por sí solos mediocres, pero
que unidos podrán darnos un apetecible conjunto, digno de enfrentarse a los
equipos de la provincia. El sábado se llegó por fin a un acuerdo entre las dos
directivas y hoy en Calamocha no existe nada más que una sociedad llamada Club
Deportivo, ya que esa es la única legalmente constituida. Llevará el mismo
jersey, esto es rojo. Los elementos del primer equipo son:
Paulino, Escoriaza, León, Emilio, Ribes, Gargallo,
Valderrama, Grandes, Lucia, Abad, Jericó, y Cucalón, con numerosos reservas,
que entrenados serán los que constituirán el primer equipo.
Nosotros creemos un deber decir que este
equipo derrotó al veterano por seis a cero GOLAZO
12-04-1932 Club Deportivo
Calamocha 0- Juventud Catolica de Teruel 1
La
historia seguía igual, ni aun así todos juntos, parecía poder ganarle a nadie
ningún equipo calamochino, ironía a parte
No sabemos la alineación que presentaran los
locales, pero creemos un deber recomendarles la siguiente: Liarte, Abad y Paulino, Jericó, Ribes y
León, Catalán I, Grandes, Benedicto, Gargallo y Valderrama. Después de la
fusión con el Athletic local es el primer partido que juega. Buena suerte y
aprender a jugar al fútbol que ya es hora. Y el Domingo vendrá Daroca. Este
último el más interesante para Calamocha será de gran emoción. GOLAZO
24-04-1932 Club
Deportivo Calamocha 6 - Sporting Daroca
2
Como
parecía decir Golazo “que venga el Daroca que le ganamos” Después de un partido donde se vieron preciosas jugadas por ambos
bandos, terminó con la victoria del Deportivo por la diferencia de 6 goals a 2
viniendo a completar todas las esperanzas de los calamochinos y tomando la
revancha del partido celebrado hace tiempo en la villa de Daroca, en la que
resultó vencedor el equipo de esa localidad. MEDIO
10-05-1932 Sporting
Daroca 3 - Club Deportivo Calamocha 0
El Deportivo alineó el siguiente “team”:
Liarte, Abad, y García, Emilio, Caro y Ribes, Paulino, Grandes, Carenas,
Gargallo y Valderrama empezando el partido con fuerte viento a las órdenes del
señor Gómez de la Serna. El equipo calamochino con un poco más de entusiasmo y
serenidad, hubiera vencido o por lo menos empatado. El público demasiado
apasionado se olvidó algunas veces de que tenían delante a unos muchachos
forasteros. ”, el corresponsal de Daroca reseño un partido en el que los
jugadores del Calamocha no quedan bien parados. Es un artículo lleno de vanidad
por su triunfo, donde después de alabar a sus jugadores, dice frases molestas para
los calamochinos: “GOLAZO
07-07-1932 Club
Deportivo Calamocha 2 - Balompédico
Teruel 2
Empate,
escasa emoción, y goles pocos, casi, casi, futbol moderno, nadie quiere perder
Bajo las órdenes de don Francisco Lucía se
alinearon los equipos eligiendo Teruel a favor del sol. Calamocha lo hace así,
Liarte, Abad y Ribes, Cucalón, Emilio, Parrilla, León, Grandes, Gargallo,
Benedicto y Valderrama (Goleador Grandes (2)) A partir de empate ya no se ve
casi ningún interés en los equipos, a excepción de algunos avances muy
peligrosos de los balompedistas. Y cuando ya parecía que nos colaban el
tercero, Lucia siempre oportuno pitó el final. Ha sido un partido falto de emoción
GOLAZO
Pitido
final de las crónicas de Golazo, ya no habrá más, el fútbol parecer desaparecer,
aquellas fiestas al final no hubo partido, pero sí baile en el Casino, del cual
GOLAZO nos da la alineación completa
de las que parece ser eran aquellas morenas guapas que iban al fútbol. El Club
Deportivo Calamocha ya no tendrá quien le escriba.
En
agosto de 1933 Lopez, a todas luces un calamochino más, avanza el programa de
las fiestas de San Roque, y se lamenta de que la juventud se haya dado al vicio
en lugar de al deporte, clamando por que vuelva el futbol
Este vecindario tan amante del deporte como
lo ha demostrado, siempre que se celebró algún partido de balompié, siente
mucho no poder presentar estas fiestas ningún partido de football si bien
espera que tanto el señor Sierra, como otros amantes de este viril deporte,
volverán a interesarse por ello, y pondrán todo su entusiasmo para conseguir,
formar un “once” entre nuestra juventud, logrando así apartarla del vicio y
llevarnos al nivel que debemos estar, máxime cuando Calamocha ha sido uno de
los primeros pueblos turolenses que tuvo un buen equipo LÓPEZ
15-09-1935 Asociación
Deportiva Monrealense 5 - Club Deportivo Calamocha 1
El
Deportivo Calamocha volvía a jugar un partido, algo que no lo hacía desde julio
de 1932 e iba a enfrentarse al Monreal por primera vez.
Las alineaciones fueron las siguientes: C.D.
Calamocha; Latorre; Abad, Blasco; Muñoz, Benedicto, Parrilla, Lopez, Lucia II,
Lucia I, Malo y Caballería.
Agrupación Deportiva: Garcia; Escuin, Calvo;
Gimeno, Sañudo, Sanchez; Giménez, Rivelles, Fañanas, Moya y Gómez.
07-11-1935 Club
Deportivo Calamocha 0 - Asociación Deportiva Monrealense 1
La
Agrupación Deportiva Monrealense devolvió la visita al Deportivo.
El equipo vencedor presento el siguiente
once: Tomás, Fañanas II, Calvo; Gimeno, Sañudo, Gómez; Giménez, Rivelles,
Fañanas I, Moya y Bermudez.
El arbitraje, a cargo del señor Gómez de la
Serna, resultó parcial y favorable para el Calamocha.
(Gol del Calamocha en propia puerta)
Sin
duda un triste final, toda una paradoja, para el último partido de los años
dorados del fútbol en nuestra villa, un gol en propia puerta.
(Todos los derechos reservados)