martes, 7 de enero de 2025

La ruta del azafrán, dragón de fuego

 

·       Miércoles 1 de enero de 2025 (-6ºC) Año Nuevo

Comienzo el año V de la Crónica de la Villa de Calamocha en Zaragoza donde hemos venido a pasar Noche Vieja, y lo hago leyendo a Francisco Javier Bernad Polo, hoy además es su cumpleaños, para frio Zaragoza.

Bien lo sabemos quiénes hemos vivido aquí algunos años, te jopabas del pueblo a estudiar que te comias el mundo y a escape te paraban los pies y de pronto te dabas cuenta que no había suficiente ropa de abrigo para vivir en el charco, no bastaba con lo que llevabas en Calamocha, ere menester más, ese cierzo, esa niebla esa humedad, no ver el sol, y sin apenas helar, para que te quieres incomodar. Considera tu no va hacer mas frio en Zaragoza que en Calamocha, cualquier lo sabe.

No me apetece salir a pasear, por Calamocha han despedido el año, corriendo, que manía, siempre corriendo, y sin pollos que alcanzar, como si el final no fuese a ser el mismo para todos. Y con una verbena donde no cabía un alma, más impresionante, más gente que en San Roque.



La ruta del azafrán, dragón de fuego, es el libro que leo con entusiasmo, no cale correr, te hace imaginar, viajar, sentir. Lleva su autor unos cuantos libros, y a cual mejor.

No escribe por escribir. No solo tiene algo que contar, sino que además lo hace bien, cada vez mejor, entretiene, es una prosa elegante, florida, cariñosa, ….

Tiene la rara habilidad de superarse libro a libro, y gracias a dios, aún no ha tocado techo, y no creo que lo haga… tarde o temprano quien sabe si no renovara la mitología calamochina de don Francisco Lomba Barquero, le dará forma, color… El caso es que lo necesitamos. A ello esta llamado.

La novela forma parte de algo grande. Para quienes somos de un país llamado Jiloca, la vida debería ser “amor y azafrán” nada de pan y cebolla ni aun cañao y jamon, el amor puedes encontrarlo a la vuelta de la esquina, hoy incluso sin salir del casa, y eso será lo único que quedara, “al final solo queda lo que hemos amado”

El zafran, ya es otra historia, y esa es la que nos cuenta, la ruta del azafrán, o trata de hacerlo, pues todo está por conquistar, o casi todo, el azafrán frente al amor, termina por desaparecer de una forma u otra… Unas novelas atrás estábamos nosotros los cristianos repartiendo estopa por Daroca, y en esta nos han parado los pies a las puertas de Damasco, a pesar de todo no nos va tan mal, siempre nos quedara Aragón, la novela nos lleva y nos trae…

“Solo queda el amor con el que has vivido y que has dado” Del resto no queda nada, como nos contara en un capitulo final, que sin duda, es lo mejor que este cronista haya leído jamás. La cosa, promete, continuara, y parece que por tierras aragonesas.

 

lunes, 6 de enero de 2025

Un día de Reyes en el Convento de San Roque de Calamocha a finales del siglo XVII principios del XVIII

 

Cuando los niños de Calamocha y alrededores recibían como regalo de Reyes: Memoria, Entendimiento, y Voluntad


Devoción, introducida por el Venerable Padre Fray Ignacio Garcia, fue la de pública adoración del Niño Jesús en el día solemne de los Reyes.

Es una función tiernísima, y devotísima, para lo cual viene mucha gente al Santo Seminario, de los lugares circunvecinos de la Villa de Calamocha; y se hace con admirable Solemnidad.

Baja la comunidad a la Iglesia, y se reza la Corona de la Virgen Santísima con pausa, y devoción. Acabada la Plática, se da a adorar la imagen del Santísimo Niño Jesús a todo el Pueblo.

Y el Venerable Padre enseñaba a todo el Pueblo como habían de adorar al Santísimo Niño Jesús, ofreciéndole cada uno su corazón, y las tres Potencias de su Alma, Memoria, Entendimiento, y Voluntad, en lugar de los tres Dones de los Santos Reyes, que fuera Oro, Incienso y Mirra.

Así ilustraba su Memoria, iluminaba su Entendimiento, e inflamaba su Voluntad.

 


EPITOME DE LA VIRTUOSA, Y EVANGELICA VIDA DEL REVERENDO PADRE FRAY IGNACIO GARCIA, (Calatayud, 1641- Calamocha, 1719) LECTOR JUBILADO,FUNDADOR, y dos veces Guardián del Insigne Colegio Seminario de Misioneros Apostólicos de la Regular Observancia de Nuestro Seráfico Padre San Francisco de la Villa de Calamocha, en esta Santa Provincia de Aragón.

(Extracto)