domingo, 1 de enero de 2012

El Camino de Las Beatas.

En el verano, la vivencias de las estiradas Beatas de la capital, llegadas de otras provincias, a pasar unos días de retiro en la Casa de Ejercicios de la Fuente del Bosque, y a las que tanto les costaba devolverte un saludo, eran, un tema recurrente de conversación entre nosotros en la hora de la fresca, en concreto sus vivencias de puertas a fuera, reducidas la mayor parte de las veces, a los paseos, que en grupo, “en rebaño y sin mardano, ni pastor”, daban por los alrededores del pueblo.

Siempre seguían el mismo camino, la misma senda, la ruta luego descrita y detallada por Miguel, siempre la misma, en uno o en otro sentido. Daba para tanto el tema, nos divertía tanto imaginar lo que ocurría, las historias, sus vidas, que jamás nos preguntamos, por lo que sucedía de puertas a dentro, enzarzadas “a mi ver” en eternas horas de rezos, tenis, piscina y misas…

No ponían un pie en el pueblo, no se gastaban una perra gorda ni aun por saber morir, eran otros tiempos, “estas gastan menos que tu y yo en corbatas, no las veras nunca entrar a comprar nada, poner un pie en la calle Real” decía Gargallo a Perico.

 Aún hoy me imagino a mis abuelos, a la Carmen, a Perico, en el Cielo y a todas estas mujeres en el Purgatorio, paseando, tratando de encontrar las puertas del Cielo. San Pedro, se bueno, déjales pasar, no llevan el “calzerio” apropiado para tan largo camino, no hagas como mi padre, que en cuanto las guipaba llegar  por lo de Eduardo, soltaba el agua al camino.

El Camino de las Beatas.

La ruta, la senda, en detalle, por MiguelS.C.V., de esta misma Navidad, asimismo las fotos tambien son  suyas, y los recuerdos, son un poco de todos. Clik en los enlaces para no perderese en los Paseos por Calamocha. 



Recuerdo días de verano interminables, donde el sol, por Santa Bárbara, no acababa nunca de esconderse, si mirabas, te cegaba, el horizonte se volvía rojo infernal, y el cemento del Barrio ardía… imposible sentarse en la acera, había que buscar el refugio de una almohada, de una silla.

Aún habiéndose escondido el sol, había tanta luz como al mediodía, las puertas empezaban abrirse y mi abuela salía a la calle con un pozal de agua para remojar el cemento con el fin de que refrescase, sentías como el calor evaporaba el agua, y tu creías que te ibas para arriba con él, que de un momento a otro te esfumabas, te evaporabas.

Mecagúen San Dios maña, le decía la Moracha a mi abuela, no te escondas y agarraba la silla pequeña que tenia siempre a mano en el patio de casa y se venía a nuestra puerta.

Joder que calor, tol puto día encerrada en casa como los hurones sin hablar con nadie, hoy no me he bajao ni al Peiron… en mi puta vida he visto yo tanto calor como hoy, que sofoquina, y que bochorno hace.

Se asomaba Perico a la puerta con su padre ya sentado a la fresca y la Carmen al verlo empezaba a provocarlo, “Ve por la sombra Perico, que pol sol los bombones se regalan, ven pa aquí, deja ya de trabajar, que tu siempre llevaras albarcas”… “Ahora iré, gitana, ahora iré, coño, deja que me refresque un poco, si quiera el lavijo el gato, hemos estao de cosecheo en la Retuerta y no veas cómo le cascaba allí, menos mal a las maquinas, que si hubiera sido como ataño mari castaño, con la hoz y la zoqueta, hoy se hubiera muerto en el tajo, hasta el apuntador, mecagüen el turron, maña”. “Hay que ver lo curioso que es Perico, sentenciaba mi abuela, siempre se está lavando, no he visto jamás hombre como él, de curioso y limpio”

No tengo ganas ni de hacer la cena, se me ha ido el Bicho, seguía la Carmen siempre con la palabra en la boca, a las siete en cuanto ha bajao el calor un poco y aun no ha vuelto, que estará haciendo este desustanciao, le habría de dar un soponcio y pa la Canadilla, bien que le estaría por tonto, que para ir al huerto a por unos pepinos que se ha dejao esta mañana, no te creas tu que no vale, que nunca está en casa. Coñe y tu, le decía mi abuela. Yo no cuento, aseguraba. Míralo, ahí viene.

Dejaba aparcada la bici Gargallo en la puerta, y con la silla pequeña, bajo el brazo se acercaba.

Más te valía habernos traído un botijo de agua de la fuente, que eres muchismo egoísta, y los pepinos ande están pues, si has venido con una mano delante y otra detrás, que has hecho con ellos sinvergüenza. Era menester date una somanta palos en los morros. Y ande has estao tanto rato… La Carmen lo miraba con una cara de mala hostia, como si quisiera matarlo allí mismo, mientras él le miraba y se reía como diciendo, si no fuera porque te conozco.

Coño, ande van a estar los pepinos, las beatas de la Casa de Ejercicios los tienen, que se los he dao, a ellas, les hacen más falta que a tu. Y si he tardao es porque me he entretenido con una, ahí en el lavador, que nunca tenía bastante. Pregúntale, pregúntale a Perico, que me ha visto.

Venga cállate, olvídame que no es mi santo. Que más quisieras.

Que te dice Carmen, que te dice el peón, que estaba de careo con una del opus, mentira, estaba por lo menos con media docena larga.

Redios, que pocas faenas tienen algunas, ¿verdad niña?.

Pues, te lo creas o no, te has de joder, toda tarde he estado con ellas, desde que me he ido de casa, y de los pepinos, ni me he acordao, esa es la verdad,… joder que tiarronas tu Perico, la virgen, carne dura, pero prieta, bien puesta bien, y a falta de corderas, buenas son ovejas. Maña.

Conque toda tarde he ido detrás de ellas, yo siguiendo la senda de los mimbres, y ella el Camino de las Beatas.

 He salido de casa muchismo pronto, con toda calorina, y me iba cara la pieza y he pensao bajar a la fuente a echar un trago, … y al momento las he sentido que salían de la Casa de Ejercicios y han bajao por la fuente, como las ovejas cuando van borrachas, de lao a lao, camino del Puente Romano, y yo entre mi, a cáscala los pepinos, me voy detrás de estas, a ver si cae algo, y de paso vigilo las mimbreras porque habrá que ir pensado en cortar mimbres. Otra faena no tengo.




 Luego en el puente, hostia no había ni Dios en ningún sito, que calor tu, con la bici a cuestas me he metido por la senda a vigilar los mimbres a salir a la Fuente los Chichorros allá a lo de Germes, el que me haya visto habra dicho, ande ira este tontolaba, que no hay nada por ningún lao, que cuando no son las maquinas, son los venenos, que cuando no le pegamos fuego, … que no queda un mimbre por ningún lao, vamos a tener que hacer lo que dice Perico, coger las patatas como los valencianos, con una caldereta.

Coño, a pozales las cogen que te lo digo yo, que lo he visto, no ves a que esos mal trabajadores de los valencianos, el cesto les pesa, que tienen menos cojones que una burra capada, vagos que son todos unos muchismo mal trabajadores. Y para huerta buena, la de Calvete, hasta de las peladuras de las patatas nacian patateras, que eso se lo he sentido yo al pobre Casimiro contar muchismas veces.

Vaya, pobre hombre aquel, bajando un año de Santa Barbara se mato al volcar el carro. Y entonces no habia autos, que matase uno, bien poco se necesita. Muchismo buena era aquella tierra, maninpleada para dar gusto a tuesta gente.



Deja, esas historias,deja, así que he salido al camino de la fabrica Mantas y ya he visto allí a lo lejos a mis amigas que pin pan pin pan, seguían apacentando,… y Gargallo detrás, a ver todas esas mimbreras del Camino de los Pardos. Nada, no hay mimbres ni para echar un culo, ni aun para una caracolera.

Y te digo, y no te miento, si no que me quede ahora mismo muerto,  que de allí de los Pardos ya me iba a volver para casa, y en eso, que me han llamao, que me veo a las beatas que me chillan. Coño, hoy es mi día… así que he agarrao la bici y al instante allí estaba uno para lo que fuera menester. Me ha faltao tiempo, como un rayo.

Ya habras corrido, ya, … habras perdido el poco culo que tienes, redios cara sinvergüenza.



 Cállate tu, coño estaban allí atascadas, a punto alguna de reventar por el calor, entre el Polvorin y la entrada del Tormo, que se les hacia largo, que se habían perdido, que ande podían abrevar, que les habían explicado por donde dar la vuelta, pero que no sabían para ande tirar…


 Que tiarrona tu la que llevaba la voz cantante, y que simpática, ahora que estaba yo equivocao, que pensaba que serian pecadoras de ahí de la parte de Valencia, y no, que eran de por allá arriba, de Vitoria…. “Que van bien, que van bien, por la senda del opus, ahora la vuelta que dan las de la casa, sigue por este camino, ya todo costera a mano derecha esa casa es el Tormo, ahí les darán de beber, pidan, allí esta San Juan Bautista y si no se amorren al pozo, o a la salida de la balsa y se refresquen…



... y luego para arriba, en pasar las encinas a la izquierda ya verán otra vez el pueblo, no se vayan pal otro lao, que se irán a cáscala al Luco, hacia el pueblo a la izquierda, la torre de la iglesia verán ustedes, y ya todo tieso, irán a parar al puente Romano, y de allí a la Fuente, o a casa, …o a misa”, y ahí las he jodido bien jodidas porque mira que las he visto pasar veces a la hora de misa que se cruzan con las beatas del pueblo y ni aun las miran, y nunca las he visto entrar, se ve que allí en la Casa, tienen de todo y no les falta de nada,”de todas formas, yo voy hacer el mismo camino, que voy dando vuelta de los mimbres, “que es usted es artesano” me ha dicho una,… Si señora, y de los buenos.”

Ah, pues por esos caminos un día como hoy, habrán tragao mas polvo y sierre por alli por ande la paidera Gabino, que en toda su santa vida.



Nada por allí por el Tormo cuatro mimbres, y ya cara la Serrana, poca cosa, … y espérate, que allí, había regao Manole y el Moreno, y estaban además las tablas puestas en el cajero del Auge y no veas el camino, todo embotao de agua…  con que yo he pasao con la bici como un señorito a caballo, pero las beatas de la capital se han puesto de barro hasta el moño, menos una, que ha cogido, se ha descalzao y a lo que ha llegao al huerto de Malaco, se ha metido a la zaica y se ha limpiao los pies, y yo digo, mira, mira, … esa si que sabe… nada, mira que les he provocao, pero no han querido montar en la bici conmigo, así no se hubieran mojao.

Esa llevaría albarcas de pequeña, se criaría por algún caserío, y luego al preñarla el señorito se haría beata.

Si, pues como todos.

A ver…


Ya estarán acostadas, con la cegivera que han llevao en el paseo, entre unas cosas y otras, no habrán ni rezao. Cenao, aun habrán cenao, que habrán hecho hambre, y mas si pagan…

Pero no te apures, que esas a misa no entran, esas van lo justo como todos.

Niña, concluia la Carmen, tu que vas echar pa cenar.

Coño, borraja. Sentenciaba mi abuela.
Pues yo hoy acelgas, y mañana borraja, con este calor, no me ha salido de los cojones escoger la borraja, anda a cascala.

Feliz año a todo el mundo,... este año, dicen lo vamos a pasar poco más o menos, como estas buenas mujeres en aquellos paseos,.. "vamos a pasar las de Cain".

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