viernes, 14 de septiembre de 2012

El Jotero que no podia cantar.

Érase una vez, un Jotero, que vivia allá en la Rabal de Calamocha, a los pies del Santo Cristo, que cada vez que queria cantar una Jota, perdia la voz....
 
 
Era la tarde del 14 de agosto, ya de vuelta al Barrio, llegaba entonces también Paquito de frente a nosotros, apurando él la costera hacia arriba, aunque no vestido de sanroquero, venia de dar un garbeo, de oxigenarse por el Ajutar tratando de echar el mal pelo fuera a marchas forzadas de cara a las fiestas, en la puerta de su casa, pidió agua:
 
“No puedo más, parezco a mi abuelo Paco cuando llegaba a estas mismas horas de dar la vuelta, con las cabras, la gayata y la pata galana del cuete, no podía más el hombre, yo hoy ni aun hablar, llevo un trancazo del copón, y mañana son las Jotas, todo el año esperando ese día, y no tengo ni voz ni ganas de rondar,…  a mi ver, se que hacen la vuelta al revés, a terminar en el Santo Cristo, no sé como saldrá la cosa, con lo bonito que era bajar Rabal abajo,… pero casi mejor para nosotros, porque en pasar las Cuatro Esquinas quedaran tres y el de la guitarra...
 
Querría cantar una jota y dedicársela a Doña Pili, la maestra, la Mantenedora, la vecina de todos nosotros aquí en el Barrio cuando éramos críos… Ya no se qué pensar ni que decirte, si es un trancazo o es el miedo escénico, como cuando los equipos de provincias van al Bernabeu… no voy a poder cantar nunca una Jota, me voy a tener que conformar con escribir”.
 
La mañana del 16 nos vimos en San Roque, yo sentado bajo la sombra del Hospital, y el que rompía filas tras bailar la bajada, me vio y se acerco, pasadas las Jotas de la noche del día la Virgen, milagrosamente había recuperado la voz:
 
“Nada, yo no fui a las Jotas, ni las oí, imagino que pasaría la ronda por la esquina del Barrio, pero Paquito estaba en la cama, la voz ha vuelto, va a ser miedo lo mio, el trancazo sigue aunque he podido defenderme para bailar,… te voy a dar la Jota que tengo escrita para que la pongas en internet, que se quede aquí en el bolsillo es una pena, ya le dije a Doña Pili que la iba a cantar, y no quiero quedar mal… Escucha, escucha, que te la voy a cantar, ahora que nadie nos oye”.
 
Y entonces, pudo cantar...
 
 
 
Y la canto, y se marcho a tomar un refrigerio, y aún más le hubiera gustado ir a mear, pero no lo hizo, se aguanto como cada año, “no quiero joder ningún panizo, que a poco te cargas dos matas y un kilo menos, ni joder el huerto de nadie, no estaría de más unos váteres o una zona yerma,….”.
 
"Estoy cavilando, escribiendo ya para el año que viene, otras muchas Jotas, que nunca cantare...Un año de estos, nos arrancaremos todos en el Barrio, que tiemble el Santo Cristo, el Barrio sale de Ronda. Tenemos que ir terminando la botella de anis, porque para aprender a tocar la guitarra ya es tarde"
 
 



Fin
 
14 de septiembre de 2012
Exaltación de la Santa Cruz
Fiestas del Santo Cristo de La Rabal



domingo, 2 de septiembre de 2012

Mensaje en una botella.

A veces encuentras una foto que ya no recordabas, y lo celebras con la misma alegría que tal vez Colon sintiera al descubrir América y otras veces recuerdas una foto, tratas de buscarla, remueves Roma con Santiago y no la encuentras, te desesperas, no te lo explicas, te rindes… la das por perdida, cajas llenas de fotos y total para qué. Te sientes fatal y piensas, más se perdió en Cuba.

Mi Tío Antonio me hablaba constantemente de la carpintería de su inseparable amigo Enrique allí junto al rio: “Un día nos acercaremos a verla, verás cómo te gustara, te traes la cámara y nos haces un retrato, lo ves todo, charramos y pasamos la tarde, una tarde que no tengamos nada que hacer, cualquiera ya a nuestros años, una tarde al salir del Casino y estemos todos por Calamocha un verano de estos, a ver cuando llega el día”.

Ese día, esa tarde en la que les retrate llego por fin a principios de los noventa.


(La fotografía ha aparecido, hoy cuatro de abril del 2016) 


“Venga niño, levanta la tarjadera, suelta el agua, déjala correr y veras tu maño, que poco es menester para producir electricidad y lo cara que va, ahora en cuanto tu Tío suelte el agua, la turbina esa se pondrá en marcha, generara electricidad y la bombilla se encenderá”. El agua empezó a correr y el Sr Enrique a chillar, “Antonio, estas tonto o que… has levantao la tarjadera de la sierra, no la del motor… cuida no capuces, venga cierra y abre”. El agua empezó a correr o nadar lo que quiera que haga el agua y mi Tío se acerco a la bombilla y a Enrique con cariño le dijo, “no me toques los cojones, no me chilles, la próxima vez te agachas tu, que tuya es la turbina, dale al interruptor, que se encienda la bombilla”.

El Sr Enrique no decía nada, miraba caer el agua, el motor, la bombilla… “que le des a la llave, Enrique esto no chana” le insistía mi Tío, “. La cosa pintaba mal esa era la verdad, “cállate que te trabo y te meto debajo la sierra, y te enjareto a escape, cállate que los de la capital sois todos muchismo listos… cállate que esto es la primera vez que pasa,  jamás en la vida, …igual se ha fundido y no tengo otra, para una vez que enseñamos lo poco que tenemos. Mecaguen la puta maño, no va a poder ser”. La cosa no parecía ir con mi Tio, que no perdía la calma y si acaso trataba de esconderse con la sonrisa en la boca “de todas formas, lo que hablamos comunicamos, desde el 36 que no habrás cambiao la bombilla, ya toca”. Sentenció el de la capital.



De pronto fue al Sr. Enrique al que se le encendió la bombilla “Mecaguen la madre que te pario, navarretino desustanciao, que siempre me hagas lo mismo, preta la bombilla cabron, pretala, a ver si te quedas enganchao y te subimos al cementerio y yo mismo te tapio el nicho, será tontolaba el tio, que siempre me haga lo mismo. Y cuando las flojao, pues si no te he guipao”. A lo que mi Tio muerto pero de risa contesto:  “coño pardal, el verano pasao seria, la última vez que estuve aquí venga haznos un retrato”.

Y allí los fotografié, en justicia retrate, me tome mi tiempo, había poca luz a pesar de la bombilla, no levaba el flash, así que luz, iso, velocidad  y un par de fotos, para luego poder elegir,  con la bombilla por fin encendida de fondo, y el agua a sus pies, con el Sr. Enrique con el semblante serio, después del mal trago que le había hecho pasar su amigo del alma y con mi Tío Antonio, medándose de la risa y literalmente… 

Y esa es la foto que no encuentro, siguiendo el protocolo habitual, haría dos copias, una para cada uno y yo me guardaría el original. “Ale niño, que para una foto no es menester tanto, acaba ya que me voy a mear, y tu Enrique, corta el agua no se te gaste lo mismo que la bombilla, guárdala para la próxima guerra, para otro 36 y pon en marcha la sierra, no estés tan serio hombre”.

El Sr. Enrique pareció hacerle caso, cerró la tarjadera y abrió el paso del ingenio que antaño movía la sierra y comenzó a explicarme el funcionamiento de la serrería al tiempo que paralelamente le llegaban los recuerdos:

 “Deja la guerra ya, ¡qué paciencia hay que tener con tu Tío maño!, y vete a cáscala desustanciao, no sé cómo te aguantan en casa… tira a mear, abuelo, la guerra, la guerra, la guerra, nosotros éramos unos críos, ocho, diez años, … la guerra para el que le toco, para los pobres que murieron, …fíjate en la sierra, ya se mueve, con esa poca agua, y ya podemos cortar, hacer lo que queramos, trabajar, nada hay como el agua, para beber y para todo …

Bajaban a casa la madera de la parte de Albarracín, madera y más madera y luego avisaban en casa, dos, tres, cuatro, … los que fuesen, los que hiciesen falta, que nunca hubo bastantes, para todos. Y venga a fabricar cajones, ataúdes, para los pobres soldados, que llegaban muertos del frente camino del hospital, de las Escuelas Viejas…

El peor trabajo del mundo, teníamos ahí mismo, como si lo viera, un arcón lleno de botellas vacías de cristal, que ibamos replegando, llegaba el muerto, o íbamos a buscarlo, con el cajón y la botella, lo entraban al pobre en el cajón, y dentro de la botella metíamos sus papeles, lo poco que había, si había algo para que cuando llegase al cielo, supieran dar traslao de quien era, sino como el Tio Sino, tuviese un nombre, tapábamos la botella la echábamos al cajón, lo cerrábamos y al cementerio, un responso que echaría el cura para todos, si le venía en gana, una cruz sin nombre y fin…

Todas esas tumbas, que hasta hace cuatro día el Chato el Esquilador tenia sin una hierba, alli en la esplanada central de cementerio, limpias como una patena, son de esa pobre gente…Y no te creas tu, que no tenia cojones la cosa, los del otro bando iban a la fosa común con una mano delante y otra detrás, una pena todo, total para juntarse luego todos arriba".

"Venga dejate de historias y vamonos a merendar que ya pasan de las siete" A mi Tio se le hacia ya largo el rato y era como un reloj en todo... "Ya me callo, para que puedas ir a joderle la merienda a tu hermana" Respondio el Sr Enrique cerrando todo. "Enrique maño, que lleva dos años en el cementerio, mecagüen el copon, que parece que chocheas" le dijo mi Tio al timpo que salia a la plaza, "joder maño, que me memoria tengo". Concluyo el Sr. Enrique. 

De los Años de la Cazalla. Los Amigos.

lunes, 20 de agosto de 2012

La noche de los Fuegos.


Hombre ya están aquí los agosteros para las fiestas, pasar maños, pasar,… que en la calle hace muchismo calor, menudas fiestas se van a preparar, habrá que ir por la sombra el día del Baile…

Aquí estoy que me ha traído Isidro, el de la Aragonia, el programa de fiestas, que se lo he cambiao por unos tomates y pepinos ya sulsidos, que habíamos de tirar por no tener ni gallinas ni tocinos y me estoy volviendo loco, porque ya me lo he leído dos veces y no he visto que hagan Fuegos Artificiales, se los habrán dejado de poner, porque no puede ser que no haya,… trae ese otro programa el pequeño, que lo lea a ver si en ese lo pone.

Joder, pues esta sí que va a ser gordisma, que no hay Fuegos en San Roque, que aquí tampoco lo pone, mecaguen el copón bendito, que diría el pobre de Perico,…  Camino de los ochenta que estamos ya y que yo recuerde siempre ha habido fuegos,… ya desde chicos, siempre vamos, siempre,… ahora sí que es verdad que está la cosa jodida, que no hay una perra para nada, ni menos aun para pegarle fuego.

Bueno, y que más nos da, si tampoco íbamos a ir, hablar por hablar… que se gasten esas perras en la comida de la vaca, que aprovechara más…Venga ternera al plato.

Joder, no haber fuegos, menudas trápalas cuando éramos zagales, …  "niños, enteraros bien de cuando son los cuetes y venir avisar", nos decían, … y ya todos días al tanto, y venga corriendo por el Peiron abajo toda la chiquillería gritando, “que son los fuegos, que son los fuegos”, y toda gente a salir a verlos, y mi madre, "venga pasar corriendo a casa la Marcelina y que salga que nos vamos para la plaza, y avisar a la Miercolas y el Tio Colin… si están es casa, que no estarán", y todos a ver los fuegos. 

Y venga a correr con las albarcas hacia el Peiron o la Plaza de la Iglesia, donde fueran…. Pero que ningún día llegábamos, que siempre los veíamos por el camino….”si no duran nada, si no duran nada”… "ale no cale correr, vamos al baile". Y la puerta de casa, abierta se quedaba, no habia miedo a que se llevaran nada.

 Que afición llevaban los abuelos, por los cuetes, más que ahora…

 Nada, que no hay fuegos y se ha terminado. Me bajo a la bodega a llenar la bota.

sábado, 11 de agosto de 2012

La BarraCuba.

Aquel año, a última hora, votaron, en esa época se votaba para todo, y votaban todos, y así cambiaron el nombre de la Peña y en la pared recién encalada, allí detrás del Santo Cristo en el callejón que va a dar al Molina, pintaron en letras rojas, Peña La BarraCuba. Los años anteriores, la habían llamado, simplemente La Cuba. En realidad era un juego de palabras, un homenaje, en torno al viejo nombre y al Barrio de La Arrabal, al que dieron la vuelta.


Fue también aquel año, el último de la cuadrilla y peña como tal, aunque parejos en edad, había uno, dos tres años de por medio entre ellos, se hacían mayores y el Barrio donde vivían se les quedaba pequeño. Acabarían cada uno por su lado, veraneantes incluidos, ellos en concreto tan divertidos, con sus ideas e historias de la capital, siempre parecían caminar dos pasos por delante, sabiéndolo todo. Dicho así, tal vez parezca que termino todo como el Rosario de la Aurora, nada más lejos de la realidad. La amistad siguió.



No recuerdo la fecha con certeza, si otras muchas cosas de aquel verano, y como la más significativa que ellos solos se segaron todo el cañizillo entre el Ajutar y el Salto con la hoz, la zoqueta y el carretillo de la carpintería de la Fuente del Bosque, dejaron todos los caños limpios, acabaron con las manos cortadas, tajos por todos los lados, a mata caballo los últimos días para poder construir el salón de baile donde posaron. En aquello años, las peñas debían tener una barra de bar con ponche, un salón de baile con música y un reservado, que siempre estuvo vacio.

Salón, pista de baile, sacado de la nada, de un corral yermo, donde trazaron un circulo, y levantaron paredes y tejado con cuerdas, cañizillo trenzado y cuatro soleras de Lúcia, tablas por llamarlo de alguna manera, cortezas de pino en sí que ejercían de pilares, y que se llevaron la mayor parte del presupuesto, casi no les queda ni para vino a los pobres.


Obra a todas luces faraónica, de una magnitud descomunal, para sus medios y edad, conforme levantaban la pared, esta se secaba, había que regarla, parchearla constantemente, todo la última semana, metros y más metros. que el tejado aguantase les quitaba el sueño, amén de conseguir que alguien les dejase la luz y olvidarse así de conseguir baterías y bombillas de coche, y si le daba por llover, una tronada, una ventolera, sería el fin. El resultado bien puede verse en la foto, salió todo perfecto.

 

Decía no recordar la fecha si bien a juzgar por sus caras, y a pesar de la traicionera sonrisa del vino tinto con Fanta, aún estarían todos en la escuela, de modo que ya hará más de treinta años de aquel catorce de agosto, de aquellas fiestas de San Roque en Calamocha, en el que orgullosos esperaban pacientemente la llegada del Comisión, con las Reinas y Damas en su recorrido por todas las Peñas, con la ilusión de alcanzar el Primer Premio, no era para menos, la verdad, no recuerdo si lo lograron, alguno se acordara, ellos que ya van camino de los cincuenta, que los tienen a tres, cuatro, cinco pasos, sabrán, sería el fin de la década de los setenta. Algunos incluso, ya no están.

A pesar de las muchas historias que encierra la foto, siempre termina por recordarnos una por encima de todas, la música que sonaba de fondo mientras, supongo, el fotógrafo del pueblo, A. Martin, disparaba para dejar constancia de un puñado enorme de recuerdos.

Las canciones de amor italianas, "El Mundo", tal vez en la voz de Umberto Tozzi, "Te amo", "Gloria", la misma Rafaella Carra, la música disco de Boney M y los Bee Gees, . el Gavilán o Paloma de Pablo Abraira, el "Allá en el otro mundo" de Albert Hammond. y alguna que otra del olvidado Camilo Sesto, que conforman la banda sonara de aquellos años. Música que sonaba en aquel radiocasete que habían conseguido un par de años antes sorteando una cámara de fotos, vendiendo los boletos puerta a puerta por todo el pueblo. Nunca apareció el ganador.

Y aqui un montón de Carteles de las Fiestas de José Luis Sancho


 Carteles San Roque José Luis Sancho

viernes, 10 de agosto de 2012

¡VAMOS ROJOS!



Formación del CF Calamocha al cominezo de la segunda parte, ejerciendo de entrenador por un instante el único de todos, amen del quien hizo la foto, que ha nacido en Calamocha. Manolo G.


Partido de pretemporada 2012-13

CD Perpetuo Socorro de Almazora 1 - CF Calamocha 3


Almazora (Castellón)
10 de agosto de 2012

Más fotos y la crónica otro día.

Al comiezo del partido al equipo local le regalaron un jamon, pero eso no influyo en el resultado.

Esta noche cenan en el Menfis en Vila Real, luego van al Benicasin a un concierto de Habaneras y dormir. Mañana visita a San Pascual Bailon, tras la subida al Desierto de las Palmas continuando con la preparación fisica y despues a comer al Moli de Vila Real con Pepe el Tarambana, el mayor embajador de Calamocha por esta tierra.




Primer minuto y primer gol.



Minuto dos y ordeno y mando



"Si pillamos al CD Almazora, les hacemos una manita"


Deseperacion azul



El fútbol en blanco y negro es más bonito





El Defensa Escoba, y al fondo el Portero, tranquilo


Parte de la Hinchada Calamochina en el Gol Castellón


Achuchan los de Almazora



Peligro


Paso el peligro. Presión


Mia







¡ VAMOS ROJOS !



Cuando se enteren por ahi que regalan un jamón, les van a pedir amistosos todos los dias, al año que viene a por el glorisos CD Castellón y en unos años, a por el Villarreal.


Por aqui llego el gol local...













De nuevo el Gol Castellón

Habia algo mas de afición local, pero tampoco mucha, una pena enterarnos con tan poco tiempo. Una hora antes para ser exactos.



Vamos


"Estos tios son enormes, de donde dices que son de Vitoria, de Zaragoza, .... " Comentaba la afición local.



Presion, y mas presion.... "Dejarnos salir, que es un amistoso" Gritaba la afición local y con razón. "Parece la Roja, son unos cansinos, como la tocan, la mare que va"











Esto debio ser el segundo gol



Momentos finales de apuro y fin de la primera parte con 1-2 En la segunda ya no habia luz.

Fue un recital de futbol por parte del CF Calamocha, toque, presion, gritos, ordenes entre ellos, ... todo lo que la aficion del Perpetuo Socorro echaba en falta en su equipo "Estos tios no hablan"...Luego la segunda parte uno ya estaba cansado, no habia luz suficiente para las fotos, y no pude fotografiar al carril izquierdo.

Treinta grados a las diez de la noche, casi cien por cien de humedad ... cesped regado, pasamos la segunda parte de tertulia, recordando que yo haria ya mas de treinta años que no veia un partido del Calamocha, desde mediados de los setenta. Unos años antes jugaba el padre del Defensa Escoba, y recordaba a los compañeros, algunos ya no estan, y una vez mas me hablaba de lo bien que jugaba mi Tio Manolo, el número 6, a veces el 5 de aquellos años: "Repartia juego mejor que cualquiera de estos, jugamos de otra forma, pero mejor que estos, algo mejor, y tu tio daba juego a todas caras, con una elegancia, era bueno,bueno, y cuando las cosas se torcian, no te creas que no era fino, soltaba las hostias a todas caras, con la misma elegancia que cuando el juego venia bien. Eramos tremendos".