lunes, 9 de agosto de 2010

La capa de San Roque.


Hace ya un tiempo, en aquellos días de abuelos y de la niñez… Mi tía Carmen y mi tío Álvaro, a caballo entre Calamocha, La Puebla de Valverde y Valencia, pasaban, como cada año, las fiestas de San Roque, en casa de mis abuelos allá en el Perion.
La hermana mayor y la hermana pequeña, como las parejas de la Guardia Civil de antaño, de las de capa y  mosquetón, inseparables, y los cuñados, unidos por las almendras, el jamón, la cerveza y algo menos por el porrón.
Mi Tia Carmen, gracias a dios aún entre nosotros, no así los demás, tenía la ilusión de regalarle una capa a San Roque, pasadas ya las fiestas, habían quedado  para concretar la ofrenda, y al regresar a casa, allá en el Peiron…
Exaltación : Uy redios, que mala cara traes niña
Carmen: No me hables
Xaltación: ¿Qué ha pasado?
Carmen : Menudo sofocón ahora viniendo a casa, me doy cuenta que no llevo las medidas, que si tu, que si yo, … toda tarde de un lado para otro para al final, … perderlas, collons
Xaltación: Pues mujer, en algún sitio estarán, andaros a buscarlas, preguntar.
Carmen: A cáscala a la Luco podíamos irnos, no te fastidia la tía esta, ahora, después de toda la tarde de un lado a otro, de hablar con unos y con otros, vamos a ir a decirles que no tenemos las medidas, … pues si, solo faltaría eso,… que iban a decir, pues no es tonta la tia esta ni nada, que nos saca a todos de casa con esta sofoquina  porque tiene el capricho de hacerle una capa a San Roque y va y me pierde las medidas… que vergüenza maña, que vergüenza más grande. Con viento fresco, a cascala.
Alvaro: Toma, aqui tienes las medidas, …
Carmen: Esas no son, ese no es el papel que llevaba
Alvaro: Niña, si son tres números, si fuera otra cosa, pero acordarse uno de semejante cosa, …
Carmen: Anda, vete, que no te quiero ni ver, que pareces tonto tu también, la culpa es tuya,
José: Álvaro, mándalas hacer hostias, déjalas estar, que se jodan como puedan las dos, … sal al corral, ya se cansaran, que te volverán loco las tías estas.
Álvaro: José, ya voy.
José: Sácate unas cervezas y unas almendras y el plato del jamón … y luego cuando baje el calor, nos iremos a la Vega los Postigos a por los tomates.
Álvaro: Ya, llevo las cervezas en la mano, cuñao tenemos que sacar la caja a la calle, para cuando pase el camión comprar más,  menuda sudada llevo… para no haber hecho nada.
Carmen: Res de res maño, ale tira fuera, vete a saber que habrás hecho con el papel, tanto palique con unos y con otros
Álvaro: Ni lo he tocado, cuñada.
El disgusto que llevaba mi Tía Carmen era considerable, tenía la ilusión de ofrecerle una capa a San Roque había hablado con unos y con otros, aquí y en Valencia, conseguido las medidas, pensado como hacerla, la más bonita de todas sin duda, y comprometido a tenerla lista para que el Santo la estrenase el año siguiente,…  Y fuese lo más comentado de la procesión, en lugar de la “dijenda” en que llevaba camino de convertirse.
Y ahora le faltaban las medidas y la vergüenza necesaria para volver a pedirlas, … Su hermana mayor, mi abuela, no paraba de indizcarle, le animaba una y otra vez, vamos que a cada frase que decía, la hundía un poco más, disfrutaba sin duda, toda ironía…
“Pues vaya una forma de hacer el paripé,… pues vais a quedar como cagancho, … dirán, estos valencianos que vienen aquí a enseñarnos hacer paella, … pues menuda sanantonada, … que par de tontos la virgen”.
 Hasta que se canso de hablar y ver a su hermana a punto de llorar,…
“En fin, maña, más se perdió en Cuba, que sea lo que dios quiera no le des más vueltas,  apáñate con las medidas que te ha dado Álvaro, total el santo no se te va a quejar, ni por corta ni por larga, ni por bonita ni por fea,  ni nadie te va a decir nada, que a caballo regalado, … eso si tu coges la más bonita y más cara, bordada en oro y veras que bien, y más vale que sobre que no que falte, y si no mira ( le dijo señalándome a mi ), San Roque y el chico van parejos, no será más grande uno que otro, vamos que son iguales, ahí lo tienes”.
A mi Tía Carmen le cambio la cara, “a ver Jesusín, ponte de pie, date la vuelta, anda un poco, a ver, … coñe maña, sabes que si lo subes en una peana es lo mismo que San Roque, calla, ya veras, … donde tienes el metro, venga trae, y un papel y un boli, y tu, ale cariño, mone súbete encima la mesa”.



Un año después…
Llegado el verano, y con él los veraneantes, llegaba San Roque, y mis tíos también … la capa ya estaba lista. Así que a mi abuela, al verme le falto tiempo, “Carmen, saca la capa de la caja y vamos a probársela al zagal por ver que tal sienta,  mejor que la estrene el que es de casa, que uno de fuera como San Roque no te parece”
Y así fue, me colocaron la capa y me hicieron subir al rellano de las escaleras para verme desde lo alto.
Mi abuela, toda satisfacción, debió de decir algo así como “redios maña, que bien le sienta al niño, que guapo esta y que bonita es”
Carmen: Ya puede ser bonita ya, con lo que ha costado, …
Xaltación: Qué bien cosen las monjicas y que gusto tienen para estas cosas, le viene que ni pintada, les darías propina
Carmen: Si, seguro, buenas son las jodidas, …. Y un ojo de la cara también les di. Pero yo se la veo un poco pequeña, no sé, un dedo más hubiera sido mejor
Xaltación: Date, date la vuelta que te veamos y anda un poco. Eso es que habrá crecido el chico, pero tranquila, San Roque no habrá crecido, le valdrá.
Carmen: Copón bendito que par de tontas que somos
Xaltación: Maña, que no es la cosa así.
Carmen: Pues no le va a estar bien la capa al chiquillo si son sus medidas, o es que ya no te acuerdas que lo subimos a la mesa y lo medimos… mecaguen el turrón, veremos si a San Roque le queda la mitad de bien, o se la tiene que poner al perro, que solo falta que no le esté bien… que jodienda todo el año pendiente de esto, una y no más Santo Tomás.
Xaltación: Calla tonta.
Carmen: Venga, quítatela, la meto en la caja, la llevamos y me olvido de todo, que igual le viene larga que corta, … virgen santa que sin vivir llevo este año con la dichosa capa, harta estoy, de verdad te lo digo.
Xaltación: Tranquila niña, que San Roque va a caballo y no se le manchara de barro, … y el no se te va a quejar, … y la gente nada puede decir por qué es bonita de verdad. Quieto ahí tú, no te bajes, ni te la quites.
Y  mi abuela se levanto, se santiguo y su hermana la miraba con extrañeza,  hizo que se santiguara también, que se levantara del sillón “pero estas tonta o que, que vamos a rezar el rosario ahora, o le vas a echar un dicho y bailar, cualquier cosa, que tía esta”, y así fue, la Xaltacion se puso a rezar, con su nieto como santo, responso, dicho, incluido, pero no bailo “Y la capa te protegerá a lo largo de toda tu vida”, dijo para terminar., “mare de deu tu, haces la de aquel, que mientras tenga vida, no se muera”.
Xaltación: Mone maña, que ya está bien, recógela, y dásela al cura o a quien sea, que se la queden… y sino el chiquillo ya tiene capa
Carmen: Si, seguro, para él iba a ser
Xaltación: Pues bien guapo esta o no
Carmen: Chica olvídame, que se la queden y descansamos todas.
Xaltación: Ale, me voy a limpiar la borraja para sopar que dicen los valencianos.


Video

El sonido de San Roque

Click en el enlace:


( Gracias a L`Alqueria de Febrer )
Final de la procesión de San Roquico año 2009.

PD Desconozco si la capa en cuestión es la que lleva San Roque en la foto ( año 2009 ) ... De Blanco y Oro era,  pero no recuerdo más ... si a caso a la hora de comer, lo tipico: "Pues San Roque llevaba hoy la capa de la tia".

lunes, 19 de julio de 2010

El Agostero.


El agostero, dallando el alfaz para los conejos en la Vega los Postigos.

Agosteros, que andaban de pueblo en pueblo, buscando faena en la siega, con la hoz en una mano y en la otra la zoqueta, las alforjas vacías, y la bota hasta arriba de mocle, llena de balde.

"¡Que vienen los agosteros!".

Con ellos, contaban, llegaba lo mejor de cada casa, provistos de una buena mano izquierda, de aquellos que  luego si te he visto no me acuerdo... lógico era que la faena les cundiese lo justo.

Había, pues que estar al tanto.

Cuidar de la cartera, el reloj.... y hasta de las herraduras de los machos, no se las fuesen a llevar, sin querer.

Por lo que se ve, no eran muy de fiar. La fama les precedía.

"Menudo agostero esta hecho ese". 

Cuando Gargallo o Perico, en las noches de fresca, hablaban así de alguien, mal asunto, había que tomar nota, quedábamos advertidos, quedaba sentenciado, no le estaban halagando precisamente.

Aunque, a veces, también, lo usasen en términos cariñosos, con nosotros, entonces unos críos.

Es el caso de la foto, tomada en los años 60.

Ayer use la palabra, sin mala intención alguna por mi parte, al ver llegar a un vecino, no se por qué, como si me encontrase paseando Rabal arriba, fue un lapsus, le llame "agostero" a continuación debí explicarla.

"Razón no te falta", concluyeron.

jueves, 8 de julio de 2010

Los Topos





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A principios de los ochenta, la joven Juanita, profesora de lengua y directora del instituto, nos “obligo” a leer Las Ratas de Miguel Delibes. Gracias.

Hace un par de meses volví a leer Los Santos Inocentes, y buscado el libro de Las Ratas, libro que tarde o temprano aparecerá. De la editorial Destino, creo recordar, blanco, negro y amarillo.

El calor era agobiante, no recuerdo el porque, pero estábamos en el Peiron, en casa de mi abuela Xaltación. Ella estaba allí, en el corral, bajo la sombra de la uralita al pie del pozo y la gloria, el único lugar donde se podía respirar, a resguardo del calor. Haciendo ganchillo, interminables colchas, puntos que las abuelas copiaban unas de otras, como siempre, con el matamoscas a mano, en el regazo del delantal, …
 

 

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José María: Nosotros nos vamos, mañana volveremos a ver que tal va la cosa
Xalta: Calla hijo parece que han abierto la puerta
José María: Será la Encarna
Xalta: Con el calor que hace, es aun pronto para que se atreva a salir de casa, se fatiga mucho, gorda que esta, como yo, redios, que dos.

Era el hermano de mi abuela, el único chico entre un montón de hermanas, el pequeño, el consentido, el que pasaba los veranos y tantos días como podía en el pueblo.

Antonio: Joder que sofoquina, buenas tardes.
Xalta: Maño que mala cara traes
Antonio: La tuya maña tampoco es muy buena, no estamos para estas calores
Xalta: No, siéntate ande puedas, a la ombría.
Antonio: La cara no se como la tengo, pero la pierna jodida
Xalta: Si vienes a merendar, subes al granero y cortas tu el jamón, no esta José.
Antonio: Si lo se no vengo, coño, para jamón estoy yo, no me ves la cara o que maña, que no puedo tatear, como para subir al granero, tres pisos, la tía el copón no sé para que vengo a verla.

Xalta: Yo con lo mío ya tengo bastante, no me vengas con esas, has ido al medico o no
Antoni: Que si coño, que pesadas las mujeres
Xalta: Y que te ha dado
Antonio: Los buenos días
Xalta: Pero algo te habrá dado, te lo tomas o no, niño.
Antonio: Cállate ya cojones, que me siente, unas pastillas me ha dado, que no estaba el medico, que esta de vacaciones no tenia otro dia para irse, y hay en su puesto una mujer que no tendrá ni veinte años.
Xalta: Hombre, pero sera médica
Antonio: Yo que hostias se, simpática y guapa mucho, y si, pesada, que pareces a la Pilar, ya me he tomado una pastilla esta mañana, que aquí llevo la caja, y en el Casino me he tomado otra, y luego me he ido con Enrique a La Sierra allí que se esta fresco, pero se ha tenido que ir que lo han llamado, no he querido que me acercara y vengo andando desde allí, que parecía que ya se me había pasado pero esta puta pierna, me tira unas garrampas de tres pares de cojones, no se que hacer ya, ni ande meterme…
Xalta: Venga descansa niño
Antonio: Me ha dicho la Miercolas que no la esperes, que no se atreve a salir de casa no vaya a ser que nieve.
Xalta: Que la has visto o que
Antonio: He entrado a pegar un trago del botijo, no podía ya ni con el pelo

José María: Pues nada, nosotros nos vamos. Dijo mi padre
Antonio: Ande vais pues, si no se puede ir a ningun lao, ha de caer un tronando estas fiestas, que no ha de salir San Roque.
José María: A regar las patatas a Los Molinares, si tenemos suerte y cogemos el agua, para tenerlas aviadas antes de fiestas.
Antonio: Coño, niña, la nasa aun esta por el granero
Xalta: Allí estará, redios con que me sales ahora
Antonio: Pues esperar un momento, que subo al granero a por ella, o anda ve tu, sabes lo que es…
Xalta: Pero y para que la quieres
Antonio: Coño, si no pueden regar, que miren de cazar algún topo por aquellos caños, y me echare un par de patas de topo al bolsillo para que se me pase esta jodida patera que llevo encima.
Xalta: Mecaguen el copon bendito, no me subes al granero a cortar jamón y te vas a subir a por la trampa, redíos, cuanta tontería tienes y has tenido siempre … pero como te crees eso.
Antonio: Calla.
Xalta: El tio el copon, siempre igual.
Antonio: La Virgen del Pilar, cállate tu maña, ahora en el Perion he estado con … redíos, ahora no me sale como le dicen, este que esta en Madrid, y el también lleva un par de patas en el bolsillo, ya me has puesto nervioso, si es que no se para que vengo a verte.

Así que mi padre, la nasa y yo, subimos al Citroen 8 blanco, al Cadillac como le llamábamos,  y camino los Pardos abajo nos fuimos a los Molinares, a regar, a cazar, …dispuestos a todo.

Tuvo suerte mi tio, siempre la tuvo, no teníamos el agua, así que, limpio el campo de bledos y mocos de pavo de esos que al pasar los vecinos te delatan como vago, haragán y maltrabajador, nos dispusimos a cazar topos en el caño de la fuente, mientras nos llegaba el agua. Primero el trabajo, después la devoción.

Jesús: Papa, tu has cazado topos alguna vez, la nasa es vuestra, del abuelo
José María: No sé de quien será la nasa, nuestra supongo, vieja y usada si que esta, ya seria de mi abuelo, pero yo ya no me acuerdo, y si he cazado alguna vez, seria de crío, como tu, por divertirnos, o algún ratón en el zafran, eso si…átate los pantalones a las botas, no vaya a ser que se te meta algún topo.
Jesús: Mira uno, mira, … por allí se ha metido
José María: Venga, coge el barrón, vamos a por el






Jesús: Y esto que será, ¿cazar o pescar?

José María : ¿Esto?, Hacer el tonto

Mi padre coloco la nasa en la entrada del caño y yo empecé a clavar el hierro en la tierra para intentar asustar al topo y que este saliese, entrase en la jaula y quedase atrapado. Repetimos la operación varias veces, capuzamos, nos llenamos de zanago, nos cortamos con el cañizo, olíamos fatal, sudábamos la gota gorda, los mosquitos de la tarde se nos comían, perdimos la botella de agua que dejamos a refrescar en el caño justo donde manaba la fuente, lo enturbiamos todo, nos parecía ver cientos, pero no salía ni uno… hasta que oímos una voz salvadora. La del Navarretino.

¡Josemaria, … ahí os va el agua!

José María: Venga, dejemos a los topos tranquilos que así están bien, nada nos han hecho, ya esta bien con la tontería del tío Antonio, de capital tenia que ser, y vamos a lo que hemos venido, qué hacemos, regar uno sin otro, o todos así si hay suerte y llueve en San Roque como dice tu tío, no regamos mas. Ale, bájate abajo, y si te sale un tajudo le das con la viñeta, que mas dará un pata de topo que de tajudo.


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Al día siguiente, bajamos de nuevo al Peiron, a dar vuelta de los abuelos y devolver la nasa, no había caza de la que presumir.

Antonio: Coño Jose María, no me digas que no cazasteis ninguno.
José María: Nada, en esta familia, ya lo sabes, no somos cazadores, no quiso entrar ninguno, nos pusimos de zanago hasta los huevos, y nada, solo había un topo y nos toreo, sabia mas que los ratones coloraos. A cascala, se tome las pastillas, y au.
Antonio: El caso es que la pierna me sigue jodiendo, y ni pastillas ni leches, este año tampoco le bailare a San Roque.

Xalta: Callaros, se ha oído la puerta, y es pronto para que sea José, que se acaba de ir a la Vega los Postigos y la Encarna no creo que venga. Dijo mi abuela.

Valentín: Buenas.
José Maria: Coño, ya tienes quien te cace los topos, el maestro Valentín.
Antonio: Ande vas pues Valentín
Vaelntín: A dar vuelta de los tomates, que habrá un vagón ya, no sea cosa de que se los lleve algún cabron sin querer antes de las fiestas y a regar que nos toca el agua.
Antonio: Que no miraras de cogerme un par de topos, que estos no han podido
Valentín: Bueno, bien,…estos, que van a saber de topos, si fuera de otras cosas, pero de topos, nada, pardina…
Antonio: Bien, ya me duele menos
Vaelntín: Y para que los quiere, que le va hacer la Pilar arroz de topo, que morro mas fino o que.
Antonio: Joder, que ocurrencias, le llevo yo a la Pilar los topos para que me haga un arroz y me manda hacer hostias, ahora, que bien a gusto me lo comería. Es para las garrampas que me dan en la pierna, para …
Valentín: Ah, para llevar las patas en el bolsillo
Antonio: Redios, para eso mismo.
Vaelntín: Mi padre también lleva, la semana pasada le cogí dos como conejos, no se si se los comerían o que, ahora me echo la nasa, que así es mas fácil y cojo una parejica o que, o más…
Antonio: Tu veras
Valentín: Bueno pues para un arroz.

Al cabo de un rato, visto y no visto, Valentín, sudando la gota gorda, igual fuera verano que invierno, volvió con el carretillo lleno de tomates y dos topos, mi tio Antonio estaba radiante de felicidad. Mi abuela lo miraba y le advertía con la mirada, como se te escapen te doy con el matamoscas …

Valentín : Hay una barbaridad de topos, ni venenos ni hostias, mas que el copon, estos le hacen a todo, he traído dos machos jóvenes, los otros y las hembras los he soltao, dicen que para las garrampas son lo mejor, ahora los despeleto y ya puestos en canción me los llevare que me haga la Pilarin un arroz, para mi solo, menuda alegría le voy a dar,  porque nadie querrá comer, ande esta el machete de aviar los conejos.

Xalta: Niño, coge otro, ese ni lo toques.
Valentín: Pues si no hay carne mas buena que esta
Xalta: Y vete a otro sitio a matarlos
Antonio: Venga, venga no le hagas caso a esta, que ya tengo aquí los pañuelos para envolver las patas, me pondré dos en cada pierna.
Valentín: Mi padre por las noches, se las pone debajo el colchón y duerme como un liron, nada de calambres… 
Antonio: A ver si descanso y puedo bajar a San Roque.
Valentín: Ale pues, listo, que esto se acaba pronto, voy a colgarlos que se joreen un poco.
Xalta: Quítame eso de hay sinvergüenza, iros los dos a tomar viento de aquí, desustanciaos, mas que desustanciaos….fuera, fuera.

lunes, 24 de mayo de 2010

La Batalla de Teruel.

Hace un tiempo, por casualidad, leí la esquela de una tía abuela, muerta en su día, como decían los obituarios de antaño, por causas propias de la edad, esto es, como consecuencia de los muchos años que tenía, después de todo, gran suerte la suya, nada más le podía pedir a la vida.

Esquela en la cual toda su larga existencia quedaba reducida a su correrías, por llamarlo de algún modo, y al parecer y tras lo leído, para todos ejemplarizantes durante el mes de julio de 1936 y posteriores días, a las barricadas en el Paseo de Gracia allá en Barcelona y a la revolución.

Quedaba así, la tía abuela retratada para la posteridad, como una luchadora por la libertad, un modelo a seguir, … Libertaria en suma, para ser estrictos, que en esto como en todo, también hay y ha habido clases.

Antifascista primero, luego, en unos meses, anti todo, y finalmente desdichada, sin patria… obvio es el decir, que la esquela había sido escrita por los suyos, por el sindicato, por la CNT, en las páginas de Cenit, poco antes de cerrar la publicación, ya en los noventa.

Tanto romanticismo belicista, revolucionario, vital, heroico en tan pocas líneas me hizo pensar, en lo que estarían haciendo mis abuelas, en contraposición, y ya se sabe que las comparaciones, …al parecer comportándose cobardemente, en aquellos meses, en el otro bando, en el entonces vencedor, entonces y hoy supuestas fascistas convencidas de los pies a la cabeza, de ningún modo dispuestas a luchar por liberarse de las cadenas, por la tierra, por la libertad, por sus hijos…

Y lo que hoy es peor, sin tener, años después a nadie que les escribiese una triste esquela aplaudiendo su proceder.

Ya no vive ninguna para recodarlo… si acaso se puede imaginar, pero no deja de ser una perdida de tiempo.

“Y en aquel verano del 36, la abuela cerró la puerta, le puso la tranca, echó la cadena y el cerrojo, también cerró la gatera, esta con cuatro tachuelas, y dejó entreabierto el ventano, y la hoz, sin la zoqueta, y la horca a mano, por si a caso y antes de seguir adelante se paró a pensar que hacer en lo sucesivo, entonces se puso a maldecir a todas caras, a caciques y señoritos, a curas y guardia civil, a falangistas y soldados, a italianos, a alemanes, y moros, … y cuidado no vengan los comunistas y sean ellos los que nos maten, buena se va armar, la que vamos a preparar … la madre que los parió a todos, un rayo los parta”.
En fin, aunque pueda parecer lo contrario, a veces no se puede elegir…




La fotografía, pintada, el retrato de un tiempo, tal vez solo comparable al Príncipe Baltasar Carlos a Caballo, de Velázquez, que por cierto también lo tengo en la colección, es un 30 por 40 cm, que hace unos días, maltrecho ya el lujoso marco original, me decidí a recuperarlo, lo enmarqué de nuevo y caí así en la cuenta de todo esto, de la heroicidad de nuestras abuelas.

Toda la vida lo tuvo colgado en la habitación, me pregunto, quien la haría, no lleva firma, salvo una anotación en el reverso, a lápiz, que reza así: “la señora dice, color especial, marco de lujo”.
Lo dicho, a veces si se puede elegir.

Seria el fotógrafo vecino del pueblo, seria un fotógrafo aventurero, un reportero desplazado al frente para ganarse unos cuartos, y que le llevaría a mi abuela en plena batalla de Teruel, con mi abuelo movilizado obligado, como tantos, sino todos, llegado el caso a disparar en sentido contrario y mirando de reojo al frente desde el camión, con la ilusión de ver a La Pasionaria, viviendo ella a caballo entre la casa de la calle Daroca y las bodegas refugio de la calle Zaragoza, con la aviación republicana bombardeando Caminreal y tratando de alcanzar el campo de aviación y la estación de tren de Calamocha Vega…

Que le llevaría a mi abuela Xaltacion, estando la cosa como estaba, nada clara, a encontrar tiempo, dinero, valor y ganas, que todo era menester, para llevar a cabo, semejante heroicidad encargando el retrato como si en realidad, la cosa no fuese con ella, o si. No lo sé.

“La señora dice, color especial, marco de lujo”.
Lo dicho, a veces si se puede elegir.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Navarrete, acuarelas, oleos, dibujos...























Fotografias del año 2009

Sábado Santo, aquel día habia nevado.

Ya lo dice el Tango:

"¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!..."

Y en este caso "un malisimo pintor" gracias al ordenador, destrozando un monton de fotos.

martes, 27 de abril de 2010

El Mosén, el Guardia Civil, el Matarife y yo.


Recuerdo todo esto que ya creía olvidado porque en unos días, seré yo el testigo… aunque no terminen de ser la cosas conforme dios manda.

Así casándote por la iglesia, llega un momento en el cual debes pasar por la parroquia acompañado de testigos, con el fin, de solventar el papeleo de cara al juzgado.

Hace unos años un domingo por la tarde nos acercamos a la casa del cura, a tomar café, rellenar y firmar los papeles.

Mosén: Bueno, terminamos ya, datos de los testigos que me faltan, venga, Pedro, que profesión tienes.

Pedro: Guardia Civil.

Mosén: ¡Virgen del Pilar!, ¿no vendrás armado?, no estarás coaccionando al novio.

Pedro: No, no…

Mosén: ¿Y tú Andres, a parte de aparcar en la puerta de mi casa, recordarte que es la casa de Dios, qué profesión tienes.?

Andres: Matarife.

Mosén: ¡Santo Cristo L´Arrabal!

Andres: O matachin, o matapuercos.

Mosén: Deja, deja no lo arregles, Un guardia civil y un matarife como testigos, …


Mosén: Esto puede dar que pensar, … quien va a creer que el novio viene por su propia voluntad a casarse con tales guardaespaldas de referencia.

Menos mal que esto no lo lee ni dios… si se lo leyeran no se iban a creer que fuese un matrimonio voluntario, llegando el novio acompañado de la Guardia Civil y un Matarife, ya me dirás tu.

Hombre lo de Pedro, se podría arreglar, suavizar, si dijésemos Agente de los Cuerpos de Seguridad, pero no me cabe, y además Andres, lo tuyo, es que no tiene arreglo, no hay otro nombre, es lo que es.

Andres: No hay problema, digamos que soy Jefe de Planta, o mejor Gerente

Mosén: Cállate hablador, mentir es pecado, lo dejamos en Guardia Civil y Matarife, al fin y al cabo es la verdad, y hasta suena romántico.

Pasados unos días, el Mosén llamo a casa, la boda no podía celebrase, los papeles estaban paralizados en el Obispado, en el Supremo, en el Constitucional, en el Vaticano, o simplemente en Calamocha, estaba claro que los iban a echar para atrás desde el primer momento…
Sin embargo, no era culpa de los testigos, que un Guardia Civil y un Matarife llevaran a uno a la iglesia, cabía dentro de lo normal, cosas peores habrán visto.

La culpa era del novio, mía, ya que en los juzgados eclesiásticos, o donde fuese, constaba como casado. Solo por eso, no podía casarme. Pero eso ya es otra historia.

Mosén: El caso es que está casado, de eso no hay duda, es mi letra, yo lo case, … se me iría el Santo al Cielo, y ahora me tocara remover Roma con Santiago para corregirlo, pero bueno, me pongo a ello y lo arreglo, lo descaso, caso al otro y lo volvemos a casar al uno y al otro, cada oveja con su pareja, … cuando les mande todo, se van a poner contentos.

Por cierto, si puede, que traiga otro pozal de veneno para las ratas, no ha quedado ni una, y se está terminando, con un poco más matamos hasta al demonio.
PD El Mosén en justcia era Don Alejandro.