sábado, 23 de junio de 2018

Tan tuyo como tu muerte...un libro con final en Calamocha

Hace unos días encontré por casualidad en la red la reseña de una novela, Tan tuyo como tu muerte, 2017, Editorial Versátil, cuyo autor Emili Bayo Juan situaba el epílogo de la misma en Calamocha. Novela negra que en mi caso ya antes de leerla me intrigo. Unas horas después la compre en la Casa del Libro



Comente tan magnifico descubrimiento por un lado con el actual superventas literario calamochino, dormido en los laureles, Don Jesús Blasco, y su respuesta, no se hizo esperar ni me sorprendió, desbordando entusiasmo a raudales “ya tardas en comprarla, leerla y contarnos, habrá un por qué, y cuando lo sepas todo lo pregonaremos a los cuatro vientos. Localiza al autor y me cuentas” y por otro lado lo comente con el escritor de Barrendero, Enterrador Ferroviario, Jon Lauko, quien se entusiasmó tanto o más que uno mismo y se dio cuenta de que dio clases en el mismo instituto que Emili con algunos años de diferencia allá por tierras catalanas. El mundo es un pañuelo con centro una vez más en Calamocha.

A continuación, solicitudes de amistad en Facebook, y pronto el autor de Tan tuyo como tu muerte escribió “Mi madre era de un pueblo cercano a Calamocha. Es mi humilde homenaje.”



Entretenimiento e intriga, dos escenarios, dos tiempos, presente y pasado, inicialmente cuando te sumerges en uno quieres lanzarte al otro y viceversa, ¿qué pasara?, ¿qué ha pasado? no lo sabes, obviamente en eso consiste la novela negra, abres el libro, lees, lo cierras, piensas, imaginas y tratas de responder a tantas preguntas como te llegan a la cabeza y dado que la España del mundial, cosa ya sabida, aburre, sigues leyendo, de vez en cuando miras la tele sin voz y todo igual, sigues leyendo, y piensas va a ser una lastima, adiós al libro en dos tardes a no ser que a España le dé por darme algo de emoción, hechos, investigación, y un par de protagonistas que son ya casi como de la familia me llevan a olvidarme del aburrido fútbol. Y la familia ya se sabe, “cosa difícil y complicada” como decía Pla tanto es así, que tendra su propia linea de investigación. en la novela por parte de los protagonistas. A quien no le va a gustar la idea de tener entre sus antepasados a un héroe.

Alguien grita gol, pero estoy leyendo un párrafo muy interesante, imposible no simpatizar con Abel el protagonista masculino, por momentos alter ego de uno mismo, todo un tierno ejemplo, alguien con el que te irías al fin del mundo, sentado en el asiento del copiloto del mini de Azucena “Daban ganas de arrestar aquel tipejo por algo tan simple como la mala educación, pero los legisladores de este país no están por la labor y me contuve”. No hay dia que uno no piense asi una docena de veces como mínimo aun no siendo policía.

Se ve que los malos no aprenden, lo vemos, oímos y leemos a diario, todos parecen caer, pero ellos deben pensar que no siempre es así, eso o que no han leído novela negra ni visto las viejas películas americanas en blanco y negro, ni un triste telediario para tener la certeza de que quien la hace tarde o temprano la paga, bien bajo la justicia humana o la mas cruel de la divina, y en ello parece transcurrir la novela.

Cualquiera puede ser dios, juzgar, condenar y salvar, todos parecemos tener ese derecho y unos pocos ademas poseen el don de mentir, ¿quien lo tuviera todo?. Sin embargo, aún teniéndolo todo ponerlo en práctica tiene o debería tener sus riesgos.

Las paginas finales, cuando ya da pena que todo se acabe, se deben leer con una copa de retacia a mano sorbo a sorbo, quien fume, que lo haga también, pero que no suelte el libro hasta haber leído la ultima de las palabras.

Por fin la novela se encamina a Calamocha en un viaje de ida y vuelta con parada en el cuartel y algún que otro tétrico lugar  cuando ya todo parece estar resuelto una mañana de enero, ya no queda en apariencia ninguna intriga por resolver, pero Abel y Azucena no nos han llevado al fin del mundo, allí donde nacimos, y traído de vuelta a casa para nada, el viaje es largo y hay tiempo para pensar y hacerse unas ultimas preguntas en cuanto a lo que ha ocurrido en Calamocha y tiempo atrás.

Recuerdos y gracias por sorprendernos 



PD Curiosidades de la vida, el primer gran viaje que hice de niño fue Calamocha-Lleida, mis padres habían dicho que estaba lejos, y yo que quería ver mundo al ver las primeras casas de Luco del Jiloca pregunte si ya habíamos llegado.

Tardamos un poco más, pero al final llegamos a casa de mi tío Víctor y Balbina. Al cabo de un rato desaparecí, no estaba en la casa, ni en la calle, ni en la calle de al lado, era como si la tierra se me hubiera tragado, mi hermano y mi prima me habían perdido de vista, no sabían que responder, mi madre y mi tía lloraban. Comenzaron los nervios y hubo que dar parte a la autoridad de mi desaparición, pero eso ya es otra historia.



lunes, 18 de junio de 2018

De los calamochinos nacidos en 1968 Cincuentenario


Vivir para contarlo


Muy buenas noches a todos.
Por fin ha llegado el instante, el momento de volver a vernos, bienvenidos y feliz noche.
Esta noche por encima de todas las cosas, quisiéramos poder parar el tiempo y hacerlo aquí y ahora. En el Hotel Calamocha. Plenos de felicidad y amistad.
Hemos querido escribir una carta de amor, ahora que ya nadie escribe otra cosa que no sean wasap y vinimos a escribir todo cuanto vamos a leer, un canto a la vida y al recuerdo de los nacidos en Calamocha en el año de 1968

A lo vivido y a lo que nos quede por vivir, al recuerdo y al futuro, a quienes aquí nacimos, a quienes tan solo estuvieron de paso y a quienes vinieron después.
Si maravilloso ha sido lo vivido cuando miramos atrás, aun podemos hacer algo más y que entre todos el futuro sea muchísimo mejor.
Aquí y ahora da comienzo el resto de nuestra vida. A unos pasos de donde comenzó, nuestras casas, las escuelas, el instituto, la EFA, Calamocha.
Hoy no debe ser un día cualquiera, una noche de marcha más, un día de tantos de los ya vividos, una noche de la que no recordar nada al día siguiente.
Todo lo contrario, hoy debe ser el primer instante del resto de nuestra vida juntos, unidos por la celebración de estos primeros cincuenta años.

En cincuenta años han ocurrido muchísimas cosas, aunque nos siga pareciendo que ayer mismo éramos unos niños y nos quede tanto por vivir
Los años, la distancia, las prisas, el fin de nuestros días con centro en la escuela, el instituto y los garitos de los ochenta, hoy catedrales de digno recuerdo, los sanroques perdidos, la familia, los hijos, la vida que pasa, las prisas, el no llegar a todo, nos fue separando.


Pero el esfuerzo enorme de reunirnos hoy debe hacernos cambiar la dinámica, volver a ser unos niños, volver a comernos el mundo o cuando menos Calamocha
Y hacerlo de ahora en adelante todos juntos, reunirnos al menos una vez al año, un café, una cena, una comida, unos pocos quintos, aquellos que puedan.
En suma:
Que hoy, al cumplir los cincuenta años, aquello que la nostalgia, el entusiasmo, el amor y un grupo de wasap ha unido, no lo separe el tiempo.

 

                                               Fotografía DAVID SANCHEZ LAZARO
 

Nacimos en el 68 del siglo pasado
Mira tú si hace años
Pronto se saca la cuenta
Cincuenta
Recién llegada el agua corriente a las casas
y encementadas las calles
nacimos aquí mismo,
en Calamocha,
no cabe mayor suerte
Otros llegaron de paso
Y siendo todavía unos niños se marcharon
BIENVENIDOS
Otros llegaron más tarde para quedarse
BIENVENIDOS
Suerte para todos encontrarnos hoy aquí.
 
 
Una comadrona, Doña Celia
iba de casa en casa
y nos traía al mundo
no había pediatras ni revisiones
ni casi enfermedades
que no pudiese curar la madre la abuela o una tía
Nos pesaban en la tienda de ultramarinos
El medico tenía un vespino rojo
Solo de oírlo querías morirte
Don Angel pedía una cuchara a tu madre
Te miraba la garganta, el pulso y la fiebre
Y te ponías bueno a escape
Este chico necesita una receta de calcio
No tiene nada, está sano
jarabe, supositorios y pinchazos
hay que llamar a Don Paco
Y Mañana a escuela
 
 
El primer día de clase con Doña Pili
Escuelas viejas, baby azul, leche Ram, carbón y merienda
El segundo y el tercero, Don Juan y Doña Ascensión
Otros muchos maestros, los años que pasaron
Mayores que nos hicimos
Unas veces juntos, otras separados
Éramos muchos, dos clases y afortunadamente
Seguimos siendo muchos
Hacia un frio terrible pero nunca nos importó
Ni en casa ni en la calle.
Estufa de leña, luz y gloria
Crecimos
Tres navíos en la mar, la gayola
La bombilla, los tres fallos
Un parchis, una baraja, churro va
Pitones, chapas y cromos
Una soga, la comba y un balón
Entre el Rabal y el Peirón
La fuente del bosque, la huerta grande,
Los hortales, el rio, las eras y los pajares
La calle para correr
Que guapas las chicas
De todas nos enamoramos
Los chicos buenos soñábamos con ellas
Yo aun lo sigo haciendo, sigo enamorado
Hoy por fin os hemos vuelto a ver
Difícil olvidaros
Pero ellas se fijaban en los malotes
Hasta Miguel Rios sufría mal de amores
 
 
Que le vamos  hacer
Si cuando éramos jóvenes
Nos gustaban los malotes
El tiempo nos curó de casi todo
 
Pero sé que los chicos malos
Tienen un corazón inmenso
Lleno de canciones de amor
Y esta noche quiero que canten
Por qué yo quisiera saber
Y poder perdonarles
Quien por San Juan nos ponía cardos
En lugar de flores
Y que ellos me perdonen
El habernos quedado con los otros
Los trozos de pan
 
 
Estudiar, deberes y jugar
Via crucis, retiro y flores en mayo
Formar al entrar en clase
Bendito orden y silencio
Como se “echa de menos”
Mosén Salustiano y Feliciano repartiendo
Catecismo y comulgar
Aplauso los sábados,
Bonney N y Parchis
Heidi, Marco, Yaqui y Nuca, los payasos
Confesión y misa los domingos,
Futbolines en casa Teo,
Ideal cinema, clasificado S
Kiosco en el Peirón
Los escaparates de Agudo y Elias
Los años del destape
La Lib, la Interviú, y la Muy Interesante
Barbara Rey, Victoria Vera
Leif Garret, Iván, y otros guapos
¡Qué rápido paso el tiempo!
De la mano de la Tía Concha Catalan y su hija
Recorrimos el camino de las chuches al champan
 
 
Las escuelas nuevas a estrenar
La derrota en el concurso de Area 5
El viaje a Benicasim a ver el mar
Para muchos la primera vez
Los Pecos y sus acordes
Que cantamos en aquel bar
Esta noche deberíamos volver a cantar
La tele en color, el teléfono en casa
Dos canales para ver
La camiseta de naranjito
Veinte duros en el bolsillo
El viaje a Mallorca de fin de curso
Nuestros últimos momentos juntos
 
 
La fotografía de sexto curso
Los maestros que nos despidieron
Todos con el Don y Doña delante
Pedro, Vicente, Ascensión, Tomas,
Manolo, Conchita, Jesus
Y los catorce recién cumplidos
Un primer adios
Catorce años. Nos comíamos el mundo
De Monreal a Daroca
Un montón de nuevos amigos, amigos para siempre
Los años del instituto
Sus clases, sus fiestas, los ochenta
La movida, la marcha, la música disco
Perros callejeros, Pajares y Esteso
Catorce, dieciséis, dieciocho
Radio Calatayud
Las películas de video piratas
En el Chato y el Pub Calamocha
Allí vimos ET y Superman
El spectrun, la calefacción,
El video, el radiocasete, la tele por cable
El comecocos, los marcianos
La Derbi C4, el vespino, y por fin el Sinca 1000
Ginebra y Coca Cola, ponche y batido y una caja de cervezas
Las fiestas de los pueblos, noches de verano
Las noches del despertar a la vida
 
 
Las verbenas en el polideportivo
Las fiestas en la plaza de la iglesia
Gabinete, Los Rebeldes, la Frontera
Tennesse, Puturru, y su menage a trois
Eternos Inhumanos, una y otra vez
 
La Pantoja, Manolo Escobar
Y Luis Alfredo el de Cristal
Héroes del Silencio y tantos otros
Ole, ole, la minifalda de Marta
De blanco inmaculado
Las barbas de Juan Pardo
El chachachá del tren
Y el ultimo pasodoble de la Banda de Encinacorba
Nos faltó Alaska, ¡oh todopoderoso Alcalde!
Hágase tanto su voluntad como realidad nuestros sueños
Aléjenos de los tributos ¿A quién le importan?
Queremos ver Alaska en la Plaza de España
 
 
Aquello paso, aunque cueste creer
Hay que recordarlo
El Príncipe saludando en el Peirón
Y todo sucedió, como un verano, en un suspiro
Estudiar fuera
Trabajar donde te dejen
La mili donde te toque
Adiós Calamocha adiós
Adiós a la foto de sexto
Unos se quedaron,
Otros se fueron para no volver
Yo entre ellos
Otros llegaron
Navidad, Semana Santa, veranos
Volvíamos a vernos
Empezábamos a ser unos extraños
Del saludo por compromiso a casi al olvido
Han pasado los años
Las prisas, siempre las prisas

 
Las Vegas. La Kisby y su DJ,
La Albonica y su Gnomo sonando a las diez
A las diez en casa
De marcha los domingos
Frio del sábado noche, encerrados frente a la tele
Sábado cine y a dormir
Los bolos en el Noha
La Scanner y el Zona 5
El cielo en la tierra: El Misa de doce
Bajo el Rincón de Mari Carmen
Música y lugares donde nos enamoramos
Lugares donde dijimos: Te quiero
 
 
Quiero ser una Rock And Roll Star: El Nebraska
Las escaleras del Pub Calamocha
Y tantos otros
El Brindis y el Cinemascopas
El Principio y el fin
Todos echaron la persiana
Quedamos perdidos
Los noventa, el cambio de siglo
Los años, la distancia
 
 
Hoy que nos hemos dado
Todos los besos del mundo
Hagamos el esfuerzo de continuar juntos el camino
Al final solo quedara uno
Quien viva para contarlo que lo cuente
Llegados los cincuenta años nos juntamos
Y ya nadie nos separo
Muchísimas felicidades a todos,
gracias por estar aquí hoy
hoy es la gran noche.

 

CALAMOCHA 16 DE JUNIO DE 2018

50 Aniversario de los nacidos en 1968
 
 
Escrito y recitado por Reme Agustín y Jesús Lechón