martes, 21 de febrero de 2012

Días de Plantero.

Así que pasan los cuatro días de hielos gordos, nunca como los de antaño, y desaparecen por entre la tierra los cuatro copos de nieve que caen, nada, afirman, en comparación con lo de antes, y llega un día, en que uno se asoma a la puerta de casa, ve el sol y se barrunta, con la que está cayendo y lo que este por venir, el fin del invierno. Empieza a escampar por Santa Bárbara.

¿Cómo adivinar qué día es ese?, en realidad, a ciencia cierta, no se puede, pero quien ha nacido y vivido allí toda su vida, apegado a la tierra, destripando terrones, matando hormigas, esperando el agua, entre ovejas, tocinos y caparras, aguardando, sabe cuando ha llegado ese momento. Ya no helara como hasta ahora, ya ni tan siquiera nevara, seguirá eso si helando si te descuidas hasta junio, pero pronto la tierra revivirá, hasta un día puede que llueva bien, y los campos vuelvan la cara y llegue el tempero, y ese día, habrá de estar lista la replanta para el campo.


Ese día en concreto fue el pasado domingo, cuatro macetas viejas, algún terrizo conocedor de tiempos y mondongos mejores, pozales sin culo, calderetas sin ansa, cualquier cosa sirve, para echar la simiente del año pasado, dejarla al sol y taparla por las noches o entrarlas al cobijo de las cortes, tomateras, pimentoneras, calabazas, pepinos, lechugas….  Simiente guardada con la esperanza de que los frutos sean como la madre.

 Cualquiera sabe que hoy, no es como antaño que no había otra cosa, por no haber no había ni gusano de la patata, la replanta que te venden es mucho mejor, cunde más, que cualquier cosa sembrada de “segundas”, pero cada dos por tres el que vende, no sabe lo que vende, te da gato por liebre, y si te descuidas se te llena el huerto de tomate Raf en lugar del Valenciano. Y echa luego a buscar al pardal del mercao. Además, conviene no olvidar que nada se agarra más a la tierra, se enraiza y crece que nada hay mas fuerte, que el plantero que nace allí mismo que todo lo aguanta. Eso dicen.

 En fin, el invierno calamochino acabo el domingo, así el uno puso un manzano reineto y un peral y el otro un albaricoquero, lo que este por venir es pan comido, esta semana toca el plantero… Si agarran los frutales, si pasan estos días y tiran, ya se puede decir que son del terreno, y si no que se le va hacer, que se jodan como puedan, pena ninguna, mas se perdió en Cuba, al año que viene se plantan otros y au, total, para coger una manzana y cuatro peras cada media docena de años, no cale menester alforjas.

sábado, 11 de febrero de 2012

La palabra frío en el diccionario hablado calamochino no existe.

A decir de unos y otros, todos entendidos, la tercera ola de frío, en menos de una semana, atravesaba ese día la península Ibérica, de esta en concreto decían era Polar ya que venia de allí a través del Atlántico, mientras que de las otras dos ya pasadas decían eran Siberianas, ya que venían de allí. Creen unos y otros saberlo todo, y no es así.

 Jueves 9 de febrero de 2012

Era la una de la tarde en Calamocha, y mi Tía, ochenta inviernos calamochinos la contemplan y le dan la razón, frente a tanto entendido mediático, desde la puerta de casa, en bata, nos despedía:


"Mirar, que día más bueno nos hace hoy, ayer en cambio no, que nos hizo un día muy malo, no vimos el sol en ningún momento, todo oscuro y a tres bajo cero el día entero estuvimos, y un aire cierzo que venia fresco, feo y malo de verdad, nada, no se podía salir ni a la puerta de casa, pero hoy, hoy maños, nos hace un sol que pa qué, mirar que sol tenemos, mirar, y se ha parao el aire, un día muchismo bueno hoy, fíjate a un grado que estamos. De haber sabido que hoy iba a salir un día tan bueno, habría pedido hora en la peluquería y me hubiera bajao dando un paseo con el centro del día, que pol sol se esta muy bien, y parece que apetece salir de casa, que si no, todo el día encerrada una... Venga, tirar palante a llevar buen viaje, y recuerdos".

La foto es de un par de días antes, y esta hecha por José Luís Sancho, en su blog, la colección completa, ir a verla, merece la pena. Le he cambiado la foto por unas naranjas, lo que siempre han hecho los de Valencia con los de Teruel, cambiar naranjas por patatas o lo que sea, ... el caso es que uno ahora esta en el otro bando, en el de las naranjas, en el calor,... y yo con ese grado era un temblor perpetuo mientras mi Tía daba el parte metereologio real y yo asentía dándole la razón, por que la tenia y aun soy capaz de recordar tales días.

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PD La palabra frío en el diccionario hablado calamochino no existe. En el escrito tampoco.