martes, 14 de diciembre de 2010

La Matanza.


Por Ismael Cebrián, "El chico de la bici"  Las Aventuras del Isma

Tras leer Ismael lo escrito hace unos dias, en torno al Matadero de Calamocha   
comenzó a recordar los años de la infancia, y en concreto la matanza en el pueblo de sus padres, allá en Bonete, cerca de Almansa, en la provincia de Albacete, que en todas casas cuecen habas, por más que nos creamos únicos y especiales y nuestro pueblo el mejor, en todos era y es lo mismo, desde Onda a Bonete, pasando por Calamocha en todos en su día hubo a alguien al que le vendieron una "La Burra Ciega", ... aunque nadie lo conozca y el comprador lo niegue, yo también lo haría.

 "Ahora que he leído tu crónica sobre el matadero, me ha venido a la memoria aquellos años en los que íbamos al pueblo a la matanza, mi tío era el matarife y también tenía una granja pero a menor escala, mis padres le compraban el gorrino y el hacia el resto, aún recuerdo los chillidos de aquellos animales porque no los mataban con descargas eléctricas no, los mataban clavándole un cuchillo de considerables proporciones en la yugular. 
Mientras,, las mujeres se afamaban en darle la vuelta a la sangre en el cubo para que no cuajase. Luego lo quemaban con un soplete y a continuación lo abrían en canal para sacarle las tripas, recuerdo todo el mundo trabajando, hasta el gato que aprovechaba el mínimo descuido para pescar alguna corá (víscera), pronto se me olvidaban aquellos gritos del cerdo, cuando probaba aquel suculento manjar, como eran las gachas de matadero que llevaba lo mas tiernecico del gorrino, nos juntábamos alrededor de la lumbre toda la familia y cuando le quitábamos las ascuas a la sartén se decía "moja y atrás " porque éramos tantos que comíamos de pie alrededor de aquella gran sartén con patas.

Bonito recuerdo que lamentablemente ha pasado a la historia"

 PD La foto es del año 1994, "haciendo morcillas", lo primero que se hace, para no andar con la sangre cruda más tiempo del necesario, lo más delicado, hay que darle despacio a la palanca, cuidando de no reventar la tripa, luego se pinchaba y a cocer, y siempre era la persona de mayor edad, la encargada, al tiempo que dirigía el resto de tareas... En este caso mi Tía Ángela, las abuelas ya se habían ido.

Aquel día quise con la Yashica hacer fotos a todo el proceso, desde la granja al granero, pero la tontería que desde hace unos años, de siempre en realidad, nos rodea lo impidió, había miedo, ya no se podía matar en casa y en las granjas casi que tampoco, ... Como siempre el progreso era y es por nuestro bien, no nos fuéramos a comer un tocino sin las mínimas garantías higiénico sanitarias, o degollado por cualquier salvaje matarife de tres al cuarto que hiciese sufrir al cerdo mas de lo estrictamente legal ... Así nos va.

PD. "Que bello es vivir", he vuelto a ver la pelicula y he recordardo que a día de hoy, y ya estamos a 19 de diciembre, continua el encierro de los trabajadores del matadero, ... llega la Navidad, y los sueños deberian hacerse realidad.

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