viernes, 17 de octubre de 2008

Camino de San Roque


 
A proposito de la foto
La cual ha estado a punto de volverme loco, no sé por que, pero la recordaba en color, y resulta que no, que era en blanco y negro. Casi no la encuentro.

Año arriba, año abajo, no importa, bien puede ser el año 1972, en las fiestas de San Roque, en su procesión, camino de la ermita, pasado el instituto y a punto de llegar a la carretera, allí esta tomada.

De pie, a la izquierda Adolfo, el Sabio de la General y su hija, y junto a el, de pie, el imberbe Tete Manolin, camino de la adolescencia, a quien va todo esto dedicado.
Y sentados, el que todo esto escribe y recuerda, su hermano, y el Tío Jesús, quien junto con Adolfo, conformaran a finales del siglo pasado, una de las más celebres parejas de tahúres del guiñote que se recuerden, al este del Jiloca, cada tarde allá en el Fidalgo a las faldas de la Dehesa, timbas y timbas de leyenda:

Coño maño, estas tonto o qué
Que pasa pues, que he hecho
No me jodas, que va mía, no me mates, que llevo el siete, que estas que no te enteras.
Joder, estoy lelo perdido, mecaguen el copón.
Lelo perdido, a tomar pol culo la partida, el coto, el café
Coño otra vez a pagar, la ruina caracolera
Ay cordera, … como estamos


Y tras la cámara, supongo que estaría, el padre de Manolin, ósea, Manolo, al fin y al cabo venia de la capital del Reino, de Valencia nada menos, y los de la ciudad ya se sabe, siempre han ido un paso por delante.

Y venían a bordo del Seat 850, casi nada, de color amarillo resplandeciente, el autentico, rey en aquel tiempo, indiscutible de la carretera, de las travesías de Gilet, Torres Torres, las cuestas del Ragudo, los llanos de Teruel, … una vez hicimos el trayecto Valencia Calamocha con el, pero eso ya es otra historia, … por cierto, siempre llevaba en la guantera un machete con las “cachas de marfil”, por que nunca se sabia lo que podía pasar, … en fin, por si había rebollones en la cuneta. Los de valencia son así, siempre piensan en aprovechar todo.

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